Dos preguntas siguen acaparando la atención de todo el mundo en este momento, a un año del inicio de los primeros combates. ¿Cuándo será el fin de la guerra en Ucrania y cómo se dará la conclusión del conflicto bélico más grande que ha visto Europa desde la Segunda Guerra Mundial?
Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, tras meses de escalada y acumulación de tropas en la frontera mientras el presidente, Vladimir Putin, culpaba a la OTAN —y la voluntad de Ucrania de ingresar en la alianza— por la crisis y acrecentaba su tono bélico en cada discurso.
En el medio existe una larga y tensa historia entre Rusia y Ucrania —ex república soviética y antes controlada por el Imperio ruso—, especialmente luego de que Moscú anexara en 2014 la península ucraniana de Crimea y apoyara a los rebeldes que se levantaron en la región del Donbás.
A continuación, estos son cinco posibles escenarios, según reportes y opiniones de expertos, para el fin de un conflicto que ha dejado miles de muertos y millones de refugiados.
1. Victoria total de Rusia
Al inicio de la invasión, Rusia avanzó desde el norte, este y sur y en dirección a las principales ciudades de Ucrania. Aunque no pudo capturar ninguna y la velocidad del ataque se ha reducido debido a la dura resistencia ucraniana y una serie de contraofensivas exitosas de Kyiv, Rusia mantiene una clara superioridad militar sobre Ucrania en términos de efectivos y equipamiento, y ha girado su foco al Donbás, en el este, tras replegarse en el norte y parcialmente en el sur.
Ucrania, por su parte, ha estado recibiendo ayuda militar de parte de Occidente, que a su vez ha lanzado una batería de sanciones contra Rusia que dificultarán su conducción de la guerra.
Este primer escenario, refiere al colapso de la resistencia ucraniana y una victoria total, en el plano militar, de Rusia, llevando a un cambio de gobierno o la partición de Ucrania.
Todos los objetivos de Moscú estarían de esta forma cumplidos: consolidación de la anexión de Crimea, reconocimiento de las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk, desarme del ejército de Ucrania, y fin de las iniciativas de ingreso de Ucrania a la OTAN y la Unión Europea.
Posteriormente, es posible que una Rusia empoderada avance en negociaciones de seguridad con la OTAN o que amenace a los países bálticos y Polonia —anteriormente bajo la influencia de la URSS y ahora en la OTAN— o incluso a Finlandia y Suecia que se habían mantenido neutrales, y recientemente, a raíz de la guerra, dieron un giro y presentaron sus solicitudes de ingreso a la Alianza Atlántica.
Mientras tanto, la Ucrania ocupada por Rusia aún podría caer en un caos de insurgencia.
Este escenario, que se mostraba muy probable al comienzo del conflicto, parece cada vez más lejano debido a la cada vez más grande participación de Estados Unidos y la OTAN –una inversión que es tanto política como defensiva–, la demostrada unidad y capacidad de lucha de los ucranianos y los recientes reveses en el frente de Rusia, que ha reducido sus ambiciones y se concentra ahora en el Donbás.
2. Victoria total de Ucrania
Los ucranianos han demostrado unidad y voluntad de pelear, y el presidente Volodymyr Zelensky, incluso se negó a abandonar la capital, Kyiv, cuando estaba amenazada por las fuerzas rusas al comienzo de la guerra.
La desaceleración del avance de Rusia en todos los frentes y su retroceso incluso antes las contraofensivas ucranianas, y los llamados de Moscú a voluntarios internacionales —sumados a a una segunda movilización—, parecen mostrar agotamiento en las tropas rusas, mientras los envíos de armas de Occidente a Ucrania –que ahora incluirán tanques– se intensifican y los efectos de las sanciones, aunque menores a lo esperado, se notan con más fuerza en la población rusa.
«La economía rusa probablemente no sobrevivirá bajo el peso perpetuo de las sanciones actuales y futuras», dijeron los ex embajadores de EE.UU., Dennis Ross y Norman Eisen, en una pieza de opinión en CNN. Aunque la economía rusa sigue viva, aún resta saber cuánto podrá soportar en el mediano plazo.
En este escenario, el esfuerzo militar ruso colapsa, Ucrania monta más contraataques a través de los cuales recupera parte o todo el territorio perdido, tanto en Crimea como en el Donbás, y la situación lleva a un acuerdo de paz por el cual Rusia, derrotada, retira sus tropas y sus pretensiones sobre el país.
Las consecuencias en Rusia podrían ser catastróficas, afectando la continuidad de Putin en el gobierno o llevando al líder a aumentar la represión interna y el aislamiento del país. Aunque con el tiempo se negociaría el levantamiento de sanciones, trayendo alivio a la población.
Pero a pesar de algunas derrotas tácticas recientes de Rusia, este escenario sigue siendo poco probable por tres grandes razones.
El arsenal nuclear ruso sigue siendo un atributo de poder determinante y una última carta disuasoria que impediría un colapso total (no así de una derrota menor o salida negociada), mientras que el poder militar convencional de Rusia sigue siendo muy superior al de Ucrania (más allá del valor y pericia de las tropas ucranianas, dependen de un apoyo de la OTAN que no puede ser infinito).
Finalmente, la economía rusa ha demostrado ser mucho más resistente a las sanciones de lo que se esperaba inicialmente.
3. Salida negociada
Al comienzo de la guerra, delegaciones de Ucrania y Rusia realizaron varias rondas de conversaciones, en un intento de alcanzar un acuerdo de paz, y ambas partes afirmaron al comienzo del proceso que se había logrado cierto progreso. Luego, se discontinuaron, pero el alcance de un acuerdo de paz sigue siendo un desenlance buscado por la comunidad internacional.
En el contexto de esas negociaciones iniciales, Zelensky dijo el 16 de marzo que la delegación rusa era cada vez «más realista» en su posición. Mientras que el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, señaló en una entrevista a la cadena estatal que había «una cierta esperanza de alcanzar un acuerdo».
A estas señales se suma un cambio de discurso en Zelensky en cuanto a la posibilidad de ingresar en le OTAN. “Durante años hemos estado escuchando que la puerta está supuestamente abierta (a la membresía de la OTAN) pero ahora escuchamos que no podemos entrar. Y es cierto, y hay que reconocerlo”, dijo en marzo.
Mientras que Lavrov aseguró en ese entonces que «el estatus de neutralidad se está discutiendo ahora seriamente junto, por supuesto, con las garantías de seguridad».
En este escenario, las conversaciones se reanudan, quizás con el apoyo de un mediador (China se ha ofrecido, aunque sus fuertes lazos con Rusia podrían ser un problema), hasta convertirse en una negociación seria que logra un acuerdo de alto al fuego basado en concesiones —muchas de ellas muy dolorosas y difíciles de mantener en el tiempo— para ambas partes.
El acuerdo pondría fin a la guerra, pero no traería necesariamente una solución a la cuestión de Crimea y los territorios de Donbás levantados en 2014, aún si Kyiv reconoce formalmente la situación. Pero ambos bandos podrán cantar una victoria parcial y la comunidad internacional podría buscar entonces levantar sanciones y restaurar relaciones comerciales, aunque las tensiones seguirán.
No está claro, sin embargo, cuánto podría tardarse en llegar a un acuerdo, si sucede, ni cuánto tiempo podría sobrevivir. Ross y Eisen señalaron que «si Rusia no logra una victoria decisiva en la guerra, Ucrania podría llegar a la mesa de negociaciones con mayores ventajas».
De hecho, el Kremlin ha dicho recientemente que las negociaciones estaban congeladas por causa de Ucrania.
«Las negociaciones están congeladas por decisión de la parte ucraniana», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, a los periodistas en una conferencia telefónica habitual.
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