Una congresista de Estados Unidos condenó la persecución “sistemática” del régimen de Daniel Ortega a los nicaragüenses católicos y recordó al gobernante que la Iglesia ha “derrotado a demonios más grandes que usted y su satánica esposa Rosario Murillo”.
La representante republicana de la Florida, María Elvira Salazar, hizo la advertencia a Ortega y a Murillo durante una audiencia en el Congreso de Estados Unidos el miércoles donde se trató la grave situación que enfrenta la Iglesia Católica y los abusos de los derechos humanos de los católicos en el país centroamericano.
“Una de las primeras cosas que hace el comunismo es reemplazar a Dios por el gobierno. Le haría muy bien a usted dictador Ortega recordar que la Iglesia Católica a lo largo de la historia ha venido derrotando a demonios más grandes que usted y su satánica esposa Rosario Murillo”, dijo la legisladora.
Salazar, que preside el subcomité del Hemisferio Occidental del Congreso, hizo esa advertencia a Ortega en inglés y español. Consideró que debería “ser humillante” que todos sepan que a pesar de que Ortega tiene el título de presidente, es su esposa la que tiene el “verdadero poder”.
“Por eso no sorprende a nadie que Ortega es un hombre demasiado pequeño para acabar con una institución tan grande y milenaria, de 2,000 años, como es la Iglesia Católica”, enfatizó.
La congresista también le recordó al gobernante nicaragüense que en el libro de Daniel, capítulo cinco, se indica que el último rey de Babilonia también estaba ebrio de poder por lo que apareció una advertencia en la pared.
“Esa misma advertencia aplica para usted el día de hoy ‘sus días están contados, ha sido pesado en la balanza de Dios y no pasó la prueba’; y todo lo que se ha robado del pueblo de Nicaragua se convertirá en añicos”, dijo.
En la audiencia participaron los ex presos políticos Félix Maradiaga, J.D, presidente y fundador de la Fundación para la Libertad de Nicaragua; Juan Sebastián Chamorro, director ejecutivo de la Alianza Civil para la Justicia y la Democracia; Deborah Ullmer, directora regional del Latin America and the Caribbean Programs National Democratic Institute y Bianca Jagger, presidenta de la Fundación de Derechos Humanos que tiene su nombre.
Las relaciones entre la Iglesia Católica y el régimen de Ortega se resquebrajaron desde 2018 cuando se lanzó una brutal represión contra los manifestantes antigubernamentales.
La cacería contra la iglesia incluye el destierro de sacerdotes, el encarcelamiento del destacado obispo Rolando Álvarez, quien fue condenado a 26 años de prisión tras negarse a subir a un avión que transportaba a 222 disidentes y religiosos al exilio en Estados Unidos, en febrero pasado. Cerraron dos universidades privadas vinculadas con la iglesia, se canceló la personalidad jurídica de Cáritas Nicaragua.
Y en medio de esa brutal persecución el Vaticano anunció el cierre de su misión diplomática en ese país. La oficina de Salazar informó que casi tres cuartas partes de los nicaragüenses pertenecen a la Iglesia Católica, que registra más de cinco millones de fieles y que en los últimos años se han producido más de 400 ataques contra la Iglesia.
Mencionó lo sucedido en 2018, policías y paramilitares entraron en la parroquia de la Divina Misericordia de Managua, encerraron a jóvenes manifestantes y les dispararon. En 2020, lanzaron una bomba incendiaria en la Catedral de Managua, destruyendo la famosa imagen de la Sangre de Cristo, un crucifijo de 382 años de antigüedad muy querido por los nicaragüenses.
“Ortega también ordenó la disolución de cientos de organizaciones y ONGs que sirven a los más pobres de la nación, incluidas las monjas que trabajaron con la Madre Teresa. Recientemente, el régimen ordenó el cierre de medios de comunicación católicos y rompió relaciones con el Vaticano. Antes había expulsado al Nuncio Apostólico.
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