La legítima Asamblea Nacional condenó este martes la corrupción y desmantelamiento sistemático en la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), calificándolos como prácticas del régimen de Nicolás Maduro.
Cabe recordar que el Ministerio Público anunció la detención de por lo menos 10 directivos de la Corporación Venezolana de Guayana, a quienes la Policía Nacional Anticorrupción solicitó procesar judicialmente porque estarían “incursos en graves hechos de corrupción administrativa y malversación de fondos”.
Salazar: “Guayana creció y se desarrolló bajo la égida de la CVG” El debate fue abierto por el diputado José Ricardo Salazar (Acción Democrática), quien insistió en la necesidad de seguir colocando sobre la palestra pública la situación de las empresas de Guayana.
Al respecto, señaló que el proceso destructivo de la CVG comenzó hace 23 años. En ese entonces, el consorcio aportaba más de $10 mil millones al PIB no petrolero del país, siendo la alternativa a la explotación petrolera. “Guayana creció y se desarrolló bajo la égida de la CVG, cuyos trabajadores se ubicaron un escalón por debajo del nivel de vida de los trabajadores petroleros”, dijo.
El parlamentario recordó que SIDOR debía producir 4 millones 300 mil toneladas de acero líquido y hoy no produce ni 5%; en Venalum, de 917 celdas, apenas funcionan poco más de 100, que no producen ni la décima parte de las 430 mil toneladas métricas que les correspondía; en Alcasa, más de 200 mil toneladas quedaron sin producción porque no hay ninguna celda operativa; y Ferrominera, que debía producir 25 mil toneladas de mineral de hierro, hoy apenas produce 3 millones de toneladas.
Márquez: “Un foco de corrupción desmedida”
Seguidamente, el diputado Gilmar Márquez (Voluntad Popular), habló sobre el desmantelamiento de la CVG, holding que albergó cerca de 15 empresas, ícono y referencia del desarrollo minero de Venezuela, pero también referencia mundial.
Para él, el deterioro, la corrupción y el mal manejo de las empresas son responsables de la miseria que vive el pueblo venezolano, porque los recursos que debieron llegar al erario público y ser invertidos en el desarrollo del país, terminaron alimentando “un foco de corrupción desmedida y sin ningún tipo de pudor”.
Por eso insistió en la necesidad de recuperar el sistema democrático que en 1960 permitió la construcción de obras como este complejo en Guayana y a Betancourt crear por decreto la CVG. “Esto fue un logro de la democracia, esa democracia a la que tenemos que volver, que debemos recuperar”, enfatizó.
González: “Es la política del barbarazo”
El diputado Omar González (Vente Venezuela), manifestó en nombre de la fracción parlamentaria 16 de Julio, su rechazo a “la destrucción y el saqueo registrado en la CVG” y dijo que el régimen de Nicolás Maduro y sus mafias consiguieron lo que propios y extraños buscaron durante siglos en Venezuela: El Dorado.
“Los mafiosos que lo acompañan consiguieron la mítica y legendaria Ciudad de Oro en la Corporación Venezolana de Guayana. Por décadas, las mafias se apoderaron de todas las empresas básicas y las fueron desmantelando una a una frente a la mirada de sus cómplices en el extranjero, pero también de sus cómplices en el país”.
Durante años, la CVG fue desangrada hasta secarla por completo, dijo, y lamentó que no se pueda calcular cuántas riquezas se repartieron haciendo negocios con los bienes de la República. “La mafia roja hacía y deshacía” en SIDOR, Ferrominera, Venalum, Alcasa, Bauxilum e incluso en las empresas generadoras de la hidroelectricidad, porque “la corrupción ha estado presente en todas las instituciones del Estado y en todos los espacios de poder”.
Jaramillo: “El mayor desfalco nacional después de PDVSA”
Mientras que la diputada Liz Carolina Jaramillo (Primero Justicia), vicepresidenta de la Comisión Permanente de Contraloría, dijo que hablar de la CVG es hablar del “mayor desfalco nacional después de PDVSA”.
Con cifras en mano, dijo que la CVG fue “una industria que manejaba una referencia histórica de producción desde 1998 en cifras referenciales de toneladas/año de mineral, de hierro, de 20 millones; de bauxita, de 5 millones; de acero líquido, 4 millones; de aluminio primario, 440 mil toneladas por año; una generación eléctrica de 14.000 MV hora; la siembra de pino caribe y eucalipto de 400 mil hectáreas; que generaba 60 mil empleos directos con las contrataciones colectivas más importantes del continente y 300 mil empleos indirectos que movían la economía regional”. Pero también, la CVG era una marca reconocida en el mundo entero. “Hacer negocios con la CVG era un gran negocio”.
Sin embargo, el desmembramiento de la Corporación comenzó con la eliminación de Edelca como organismo autónomo en el manejo de todas las represas. Y esto conllevó a la gran estafa de Tocoma, obra en la cual se invirtieron $10 mil millones, cuando su costo real era de $3 mil millones y nunca fue concluida. La estatización de SIDOR la llevó a la ruina y la venta del mineral de hierro con grandes descuentos, empujó a la quiebra a Ferrominera.
Figuera: “Movimiento sindical que fue referencia nacional”
Al finalizar el debate, la presidenta de la Asamblea Nacional, Dinorah Figuera, agregó que la destrucción de la CVG redundó en la calidad de vida de quienes viven en Ciudad Guayana.
“Cuando se creó la CVG hubo un desarrollo pujante en la zona y calidad de vida para los trabajadores y familias que vivían en Ciudad Guayana. Pero también hubo un movimiento sindical que fue referencia nacional. Una vez llegó el régimen al poder, quienes levantaron la voz para denunciar el desfalco y desmantelamiento de las empresas fueron criminalizados, estigmatizados, perseguidos y apresados. Y otros se vendieron al mejor postor, creyendo que las empresas iban a ser de los trabajadores”.
Concluyó advirtiendo de la desnaturalización de las empresas, uno de los proyectos más ambiciosos de Venezuela, que garantizó el poderío siderúrgico de la nación en su momento.
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