Los líderes de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) se reencontraron este lunes tras ocho años con voluntad de potenciar la cooperación económica, pero evidenciaron sus diferencias entorno a tratados comerciales y la guerra rusa en Ucrania.
La UE, que ve a América Latina y el Caribe como una de las regiones con las que más valores comparte, aspira a que la cumbre que ambos bloques celebran en Bruselas, concluya con una condena de la invasión de Ucrania.
«Lo más importante es que creemos en los mismos valores. Vemos el mundo con los mismos ojos. Compartimos la misma fe en la Carta de las Naciones Unidas», dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en su intervención al inicio de la reunión.
En la misma línea, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, subrayó que «no se debe permitir que Rusia triunfe», porque eso sería «una receta para el desastre».
Sin embargo, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, apuntó que «dividir el mundo en bloques antagonistas sería una locura» y dijo que las sanciones y los bloqueos contra Moscú que se han adoptado «sin el apoyo internacional solo sirven para penalizar a las partes más vulnerables de la población».
La UE y la Celac siguen negociando la declaración final de la cumbre y si hace falta, lo harán durante toda la noche, dijeron fuentes europeas. Un texto en el que la condena de la guerra de Ucrania es uno de los mayores escollos.
«Los Estados miembros de la Unión Europea pueden tener una preocupación comprensible sobre la situación en Ucrania, pero esta cumbre no debe convertirse en otro campo de batalla inútil sobre discursos respecto a esta cuestión, que ha sido y sigue siendo abordado en otros foros más relevantes», dijo el presidente rotatorio de la Celac y de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.
MERCOSUR
En los borradores de la declaración que han circulado las semanas previas a la cumbre se apuntaba a la voluntad de la UE y el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay) de concluir el acuerdo comercial que ambos bloque firmaron en 2019 pero cuya ratificación está paralizada por las reticencias de Francia e Irlanda al impacto que las importaciones de carne puede tener sobre sus ganaderos y por las demandas de la Eurocámara o Austria en la lucha contra el clima.
El canciller alemán, Olaf Scholz, se mostró convencido de que pronto se llegará a un acuerdo entre la UE y el Mercosur «de igual a igual».
«La defensa de los valores medioambientales que todos compartimos no puede ser una excusa para el proteccionismo», dijo Lula da Silva, que agregó que proteger la selva amazónica «es un deber de todos».
ARQUITECTURA FINANCIERA
En este sentido, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha propuesto canjear la deuda externa de los países latinoamericanos a cambio de acciones contra el cambio climático, una idea respaldada también por Ecuador o Barbados.
«Europa sabe bien que somos proveedores de oxígeno, que brindan nuestras selvas, nuestros bosques y nuestros montes», señaló el presidente de Argentina, Alberto Fernández, y apostó por una arquitectura de financiación ambiental multilateral que sea «justa, transparente y equitativa».
También Michel se mostró partidario de contemplar la propuesta «para cerrar la brecha entre ricos y pobres». «Pueden contar con la UE», aseguró.
«BLOQUEO CRIMINAL»
La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, que acudió a la cumbre en Bruselas porque las sanciones europeas que pesan contra ella le permiten asistir a foros multilaterales, instó a que se levante el «bloqueo criminal» contra su país.
«Venimos con mucha esperanza para traer el mensaje de Venezuela, el levantamiento del bloqueo criminal contra nuestro país, así que traemos de parte del presidente (venezolano) Nicolás Maduro un mensaje de paz, de armonía, de cooperación, que debe ser la ruta que sigue y que guía a nuestros países», declaró.
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, también pidió que acabe el bloqueo de Estados Unidos a Cuba y el fin de las sanciones contra Venezuela, así como «que se eliminen las barreras que nos impiden normalizar nuestras relaciones con países hermanos como Nicaragua».
INVERSIONES
En el foro económico previo a la cumbre, la UE prometió hoy 45.000 millones de euros en inversiones de sus instituciones y sus Estados miembros hasta 2027 a los países de América Latina y el Caribe que a su vez pidieron una relación bilateral más profunda y que la región no se convierta en una mera «región de extracción de minerales» o «cantera de recursos naturales».
«Hoy más que nunca» es preciso renovar la confianza común en los valores del multilateralismo, dijo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. EFE
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