Poco antes de las 11.40, la líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha llegado a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas y Energía, en Madrid.
Lo ha hecho acompañada de su hija y le ha tocado hacer algo de cola antes de poder introducir sus papeletas en las urnas. Ha lanzado un “llamamiento a toda la ciudadanía” para que acuda a los colegios electorales. “Durante muchos años en nuestro país no se podía votar”, ha dicho.
“Hoy nos jugamos levantarnos mañana con más derechos, más democracia y más libertad”, ha añadido, y ha recordado “que el derecho al voto no ha caído del cielo”, sino que se luchó durante años para lograrlo. “Seguramente para la gente de mi generación son las elecciones más importantes. Nos jugamos la próxima década”, ha dicho Díaz.
Sumar mide este domingo su fortaleza en las urnas. La coalición que lidera Díaz se enfrenta a su primer examen y lo hace tras una campaña en la que la vicepresidenta segunda ha ido de menos a más. La formación, que aspira a desbancar a Vox de la tercera plaza y obtener los apoyos suficientes para revalidar el Gobierno de coalición con el PSOE, se estrenó lastrada por el ruido de las negociaciones para alcanzar un pacto y que acabaron con la número dos de Podemos, Irene Montero, fuera de las listas.
Tras una fuga de votos inicial al PSOE, las últimas encuestas publicadas a comienzo de semana apuntaban a que Sumar había logrado contener la caída y empezaba a recuperarse. Los últimos días, con el desempeño de Díaz en el debate a tres en RTVE y los “errores” de Alberto Núñez Feijóo a la hora de dar explicaciones sobre su relación con el narcotraficante Marcial Dorado, los ánimos se han elevado en la coalición de izquierdas, que apela al voto alentando la idea de la remontada.
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