El presidente estadounidense Joe Biden reconoció públicamente por primera vez a su séptima nieta, Navy Joan Roberts, de 4 años, nacida en el 2018 como resultado de una relación sexual entre su hijo Hunter y una residente del estado de Arkansas.
«Nuestro hijo Hunter y la madre de Navy, Lunden, están trabajando juntos para fomentar una relación que sea en el mejor interés de su hija, preservando su privacidad tanto como sea posible en el futuro», declaró Biden en un comunicado facilitado este viernes a la revista People.
La declaración de Biden, que ha hecho de sus relaciones familiares un elemento central de su imagen pública, se produjo en medio de las críticas por parte de sus rivales políticos por haber hablado en anteriores ocasiones solo de sus «seis nietos» y no haber nombrado a la niña, reconocida por el propio Hunter solo tras las pruebas de ADN. «No es una cuestión política, es una cuestión familiar. [La primera dama] Jill y yo solo queremos lo mejor para todos nuestros nietos, incluida Navy», afirmó el presidente.
Cabe recordar que la hija ilegítima de Hunter ha estado en el centro de la atención pública durante años. En principio, Hunter Biden negó haber tenido relaciones sexuales con Roberts y no reconoció a la niña, tras lo cual, en mayo del 2019, la mujer presentó una demanda buscando manutención infantil y atención médica para su hija. Finalmente, Biden accedió a hacerse una prueba de ADN, que demostró que era el padre de Navy.
En sus memorias del 2021, el hijo del presidente también escribió sobre su encuentro con Roberts, diciendo que tuvo lugar cuando sufría de adicción al alcohol y las drogas, así como al consumo de ‘crack’. «No recordaba nada de nuestro encuentro. […] Estuve hecho un desastre, pero un desastre del que asumí la responsabilidad», afirmó.
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