Ante esto, Nicolás Maduro, envió «Un cálido abrazo» a Lula, para su pronta recuperación.
Por medio de su cuenta de la red social X (antes Twitter), Maduro precisó, «¡Un cálido abrazo al Presidente Luiz Inácio Lula da Silva! Desde Venezuela te deseamos pronta mejoría y recuperación para que continúes guiando con éxito, fuerza y sabiduría al Brasil».
«Al lado de tu esposa Janja, hijos, nietos y junto al pueblo brasileño, saldrás renovado, con energía y gran vitalidad. ¡Fuerza hermano!», puntualizó.
¡Un cálido abrazo al Presidente Luiz Inácio Lula da Silva! Desde Venezuela te deseamos pronta mejoría y recuperación para que continúes guiando con éxito, fuerza y sabiduría al Brasil. Al lado de tu esposa Janja, hijos, nietos y junto al pueblo brasileño, saldrás renovado, con… pic.twitter.com/qu4AosSryq
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) September 29, 2023
La cirugía del mandatario, quien cumplirá 78 años en octubre, comenzó al mediodía y se prolongó por cerca de cuatro horas, según explicó el jefe del equipo médico, Roberto Kalil Filho, quien dijo que la cirugía se produjo dentro de la normalidad y que Lula «ya está despierto y conversando, y se encuentra bien».
«Fue una cirugía programada que ocurrió dentro de la normalidad, con anestesia general, como es lo normal en este tipo de operaciones. Lula ya está conversando en la unidad de cuidados intensivos y esta misma noche estará en una habitación normal», afirmó.
El médico agregó que el presidente aprovechó la operación en la cadera para someterse simultáneamente a una cirugía plástica en los párpados de los dos ojos, conocida como blefaroplastia, que busca remover el exceso de piel alrededor de los ojos y que también fue exitosa.
«(…) es un procedimiento muy simple, y por eso la cirugía demoró un poco más de lo normal», aseguró el galeno.
Según los médicos, la cirugía en la cadera terminó a las 13.13 hora local (16.13 GMT), tras poco más de una hora, y la de corrección de los párpados comenzó hacia las 15.00 hora local (18.00 GMT) y se extendió por una hora.
El líder progresista, que asumió en enero su tercer mandato como jefe de Estado de Brasil, tendrá que permanecer hospitalizado al menos hasta el lunes o el martes, antes de ser dado de alta, y luego tendrá que proseguir el tratamiento de recuperación en el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de la Presidencia en Brasilia.
Sus médicos afirmaron que, como el mandatario cuenta con fuerza en sus piernas, intentarán que se levante y camine «lo más rápido posible», aunque en los primeros días tendrá que hacerlo con la ayuda de un andador.
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