Tras semanas de intensas negociaciones, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), liderado por el actual presidente Pedro Sánchez, logró un polémico acuerdo con el partido independentista catalán Junts per Catalunya.
Esto es clave para que Sánchez sume los apoyos necesarios en el Parlamento para ser investido nuevamente como presidente de España.
Y es que en las elecciones del pasado mes de julio, ninguno de los candidatos logró la mayoría de votos necesaria para formar gobierno.
Al contrario de lo que sucede en la mayoría de los países de América Latina, España se rige por un sistema parlamentario.
Es decir, en las elecciones generales no se elige directamente al presidente, sino a un Parlamento. Y son sus miembros los que votan la formación de un Ejecutivo.
Se requiere un voto favorable de una mayoría absoluta de 176 de los 350 diputados para ser investido presidente en un primer intento o mayoría simple, más síes que noes, en un segundo.
El Partido Popular (centro-derecha) de Alberto Nuñez Feijóo, ganó las elecciones en términos de votos, obteniendo 137 diputados, pero no logró la investidura ni en primera ni en segunda votación por la falta de apoyos de otros partidos.
Ahora es el turno de Sánchez, que cuenta con 122 diputados.
El líder socialista buscar repetir el llamado “bloque de investidura”, la heterogénea relación de grupos de izquierda y nacionalistas e independentistas que facilitaron su ascenso al poder en 2020.
Sánchez ya se había asegurado el apoyo, entre otros del grupo de izquierda Sumar, los independentistas vascos y los independentistas catalanes de ERC.
Pero le faltaba un acuerdo con Junts per Catalunya, que finalmente se anunció este jueves y que causó una gran polémica.
El pacto se dio tras días de tensión en la calle y protestas frente a las sedes del Partido Socialista, principalmente en Madrid.
1. En qué consiste el acuerdo
En el texto, que se dio a conocer este jueves, tanto PSOE como Junts per Catalunya reconocen sus “profundas discrepancias”, además de “desconfianzas mutuas”, pero también ven esto como una oportunidad en la que tienen la “voluntad de aprovechar de forma responsable”.
El pacto contempla:
- Creación de «un mecanismo entre ambas organizaciones, internacional, que tenga las funciones de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos a los que se llegue».
- Una ley de amnistía para los políticos, líderes catalanes y ciudadanos implicados en el procés (proceso independentista catalán que derivó en la celebración de un reférendum de independencia declarado ilegal por la Justicia y una declaración unilateral de independencia) que “han sido objeto de decisiones o procesos judiciales”.
- Participación de Cataluña de modo directo en las instituciones europeas y demás organismos y entidades internacionales.
- La investidura de Pedro Sánchez, con el voto a favor de todos los diputados de Junts.
- La estabilidad de la legislatura de Pedro Sánchez.
Este último punto está sujeto a los avances y al cumplimiento de otros posibles acuerdos que resulten de negociaciones que ambos se comprometen a mantener sobre dos de los aspectos sobre los que hay mayores discrepancias.
Estos son:
- La propuesta de Junts de un referéndum de autodeterminación sobre el futuro político de Cataluña bajo el amparo de la Constitución.
- La propuesta de Junts sobre una excepción fiscal para Cataluña que permita a esta comunidad autónoma quedarse con el 100% de lo recaudado en impuestos en ese territorio, entre otras medidas económicas.
2. Por qué es polémico
El independentismo catalán, así como su relación con el gobierno de España, es un asunto que ha estado en la agenda política del país desde hace más de una década y ha generado suspicacias y grandes tensiones.
El máximo punto de tensión en el llamado procés fue el referendo de autodeterminación de Cataluña de 2017, por el que varios líderes políticos y ciudadanos catalanes fueron condenados por la justicia española, ya que había sido previamente declarado ilegal y suspendido por el Tribunal Constitucional.
Se celebró el primero de octubre de ese año, en una jornada violenta con la intervención de fuerzas de seguridad del Estado.
El entonces gobierno catalán, encabezado por el expresidente Carles Puigdemont, consideró los resultados legítimos y declaró de modo unilateral la independencia de Cataluña. Días después, Puigdemont huyó a Bruselas para evitar ser enviado a prisión.
Con los acuerdos anunciados este jueves, las condenas contra los líderes independentistas, sus colaboradores y los ciudadanos serán anuladas, así como los procesos legales en marcha. De esta manera, Carles Puigdemont podrá regresar a España.
Esta amnistía que se otorgará a los independentistas es fuente de una gran polémica el el país europeo, donde algunos líderes políticos han asegurado que se trata del fin del Estado de Derecho.
El propio Pedro Sánchez se había opuesto a una amnistía hasta las elecciones del pasado 23 de julio.
Y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, calificó al posible gobierno de Sánchez como el «gobierno de la mentira» y dijo que, antes que esto, era «más decoroso optar por la segunda opción: convocar nuevas elecciones».
La amnistía también ha generado duras críticas por parte de integrantes históricos del PSOE, como el expresidente Felipe González, quien ha reiterado que es mejor celebrar nuevas elecciones.
3. Qué puede pasar ahora
Este acuerdo con los independentistas ayuda a que Pedro Sánchez sume todos los apoyos necesarios en el Congreso de los Diputados para ser investido presidente.
Se espera que en los próximos días, previsiblemente la semana que viene, se dé una nueva sesión en el Congreso para celebrar esa votación de investidura.
El éxito de Pedro Sánchez en esa votación, no obstante, no parece que vaya a acabar con la crispación política y social que se vive en España.
Tampoco con la inestabilidad dentro del Congreso.
Al anunciar el acuerdo, Puigdemont dijo que «a diferencia de la legislatura anterior, donde Pedro Sánchez tenía la estabilidad garantizada desde el inicio, ahora se la tendrá que ganar acuerdo a acuerdo, día a día».
Y en el caso de que no logre la investidura de aquí al 27 de noviembre, los españoles tendrán que volver a las urnas en enero.
Desde el Partido Popular han acusado al presidente del gobierno en funciones de firmar un «cheque en blanco para el movimiento independentista».
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, exigió al PSOE «reaccionar antes de que no haya vuelta atrás».
«Esto es el culmen de la deriva (del PSOE) para mantenerse a toda costa en el poder. Es un proceso de capitulación a espaldas de los españoles«, dijo por su parte el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.
Feijóo dijo que la reacción al pacto «ha de ser firme y serena, institucional, legal política y social y debe de ir mas allá de los márgenes de los partidos políticos» en lo que ha calificado como un «desafío a la democracia española».
Desde distintas asociaciones de jueces y fiscales en España firmaron un comunicado conjunto en el que expresaron su «profunda preocupación» por el pacto y no descartaron tomar acciones al considerar que «existe un riesgo evidente de quebrar la democracia».
Para el próximo domingo hay convocadas manifestaciones en toda España contra el pacto.
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