El chavismo no está permitiendo este lunes la inscripción como candidata a las elecciones presidenciales de Corina Yoris, según la oposición. La académica, de 80 años, se presenta en nombre de María Corina Machado, la opositora con un gran capital político que representa una amenaza real para la continuidad en el poder de Nicolás Maduro en Venezuela y que ha sido inhabilitada. La treta para impedir la candidatura de Yoris, una profesora universitaria que difícilmente puede ser inhabilitada al no haber ostentado ningún cargo político ni público, ha sido bloquear la página web y cortar con la presencia de militares el acceso al edificio situado en el centro de Caracas del Centro Nacional Electoral (CNE). “Mis derechos como ciudadana venezolana están siendo conculcados al no permitirme acceder al sistema e inscribir mi candidatura a la Presidencia de Venezuela”, ha dicho Yoris en una conferencia de prensa. Los opositores, de todos modos, no cejan en su empeño y van a intentar a registrarse hasta medianoche, cuando acaba el plazo.
Por Juan Diego Quesada / El País
El CNE, controlado por el oficialismo, solo ha dejado inscribirse a candidatos, todos hombres, que no representan ningún riesgo para la perpetuación del chavismo en el poder. El número dos de Maduro, el presidente de la Asamblea, Jorge Rodríguez, había hecho creer en el último año a la Casa Blanca y a la oposición, con la que llegó a un acuerdo en Barbados, que no se opondría a la postulación en las elecciones de políticos que no estuviesen inhabilitados. Sin embargo, al verse en peligro su permanencia en el Gobierno, la plana mayor chavista ha recurrido a todo tipo de tretas para no dejar competir a Yoris, a la que es imposible vetar por poseer un currículum impecable sobre el que no existe ningún pero. El sueño de unas elecciones presidenciales libres que dieran paso a una transición democrática se va esfumando como humo en el viento.
Ahora mismo hay registrados diez candidatos, incluido Maduro. El CNE lo preside Elvis Amoroso, amigo personal del presidente y también de Cilia Flores, la primera dama. “En este momento yo represento la unidad política del país, que creo que en mucho tiempo, por no decir nunca, no se había visto de la forma como hemos visto la unidad representada y las fuerzas políticas venezolanas. No solamente son los derechos de Corina Yoris los que están siendo conculcados, sino también los derechos de los partidos políticos a ofrecer una candidatura que represente esa unidad. Y es también negar los derechos a los venezolanos a ser y postular y elegir al candidato que quieren elegir”, continuó la aspirante, rodeada de opositores.
Ella puede presentarse con la tarjeta de la MUD y la de UNT, que previamente habían sido validadas, pero el misterioso fallo en el sistema lo impide por ahora. Los opositores trataron acercarse a la sede del CNE, pero no lo lograron, es imposible llegar hasta allí. Un despliegue de policías y militares lo impide. En teoría, su presencia sirve para asegurar la seguridad de Maduro ―que vive obsesionado con la posibilidad de un magnicidio―, que va a ir este lunes a formalizar su inscripción, aprobada por unanimidad en un congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela. Se espera que él no tenga ningún problema con su candidatura.
Los opositores que han respaldado a Machado y la decisión de ella de ceder su puesto a Yoris ―un golpe de mano que el chavismo no esperaba― han intentado sin éxito pedir una prórroga, al menos a estas horas. Nadie del CNE les ha atendido. “No es el nombre de Corina Yoris el que está siendo negado, es el nombre de cualquier ciudadano que se quiera postular porque los accesos están impedidos”, ha dicho la sustituta de Machado. El chavismo parece trancarle las puertas a cualquier candidatura que provenga de ella, que en unas primarias de la oposición consiguió más de 2.000.000 de votos, provocando colas en los colegios electorales. La movilización asustó al chavismo, que intentó contestar con un referéndum sobre el Esequibo ―un territorio que pertenece a Guyana que le fue hurtado en los tiempos de la colonia británica― y fue un fracaso. No hay ni una sola foto de ese día que demuestre que a la gente le interesó el asunto y salió a votar.
De los candidatos inscritos, por ahora solo se ha pronunciado Antonio Ecarri, del partido Alianza del Lápiz. A menudo recibe críticas por equiparar a la oposición y al Gobierno chavista (”Venezuela debe superar la dictadura de los dos bandos”, escribió el otro día en redes sociales). Él tiene claro que no existe posibilidad alguna de que la oposición mayoritaria se inscriba. “Nada que venga de Machado lo dejarán pasar. Son muchos años de enfrentamientos muy serios y de heridas muy profundas. Yo rechazo cualquier inhabilitación venga de donde venga”, responde por WhatsApp. Existe la posibilidad de que esos antichavistas que son mayoría respaldasen a cualquiera de los inscritos, lo que pondría en serios aprietos a Maduro, que por ahora ha asegurado que permitirá la presencia de observadores internacionales el día de la votación. Sin embargo, esa facción opositora considera que los avalados por el chavismo son alacranes, un término para designar a los políticos que ellos creen que en realidad no son más que satélites del oficialismo. En cualquier caso quedan unas horas para el cierre de inscripciones y de buen seguro habrá saboteos y denuncias de atentados contra la democracia. La vida política venezolana, una hoguera perpetua.
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