Los médicos del Hospital Universitario de Cumaná, Huapa, exigen que les doten adecuadamente de los equipos de bioseguridad para atender a los pacientes contagiados, y por ello han recibido amenazas de despido. “La situación es delicada”, afirmó un galeno de este centro de salud.
El acelerado incremento de contagios de COVID-19 en la ciudad de Cumaná, capital del estado Sucre, ha provocado la radicalización extrema de las medidas de restricción en territorio sucrense, en especial en el municipio Sucre, donde se registran 353 pacientes activos del total de 429 casos confirmados positivos hasta ahora en la entidad. La situación se ha tornado difícil en el Hospital Universitario de Cumaná Patricio Alcalá, Huapa, al punto de que varios médicos señalaron que se ha rebasado la capacidad del centro de salud.
En esta situación de alarma, a 122 días de la cuarentena nacional, se han revelado focos de contagios en la empresa mixta pesquera Pescalba y en el mercado municipal, desde donde se reporta un importante número de contagios por transmisión comunitaria. En su mayoría, de acuerdo con reporte oficial, son pacientes asintomáticos y más de 80 % están ubicados en Cumaná.
El brote de contagio de coronavirus evidencia la crisis sanitaria y ha colapsado la capacidad de atención de los centros centinela, así lo reconocieron representantes y autoridades sanitarias del estado Sucre en transmisiones especiales de radio y televisión.
Ante esta emergencia, el gobierno regional de Sucre procedió a tomar, habilitar y reacondicionar espacios externos a los principales centros de salud para el aislamiento de pacientes con síntomas asociados a la COVID-19. Así, comisiones integradas por representantes de Fundasalud, la Procuraduría del estado y Secretaría de Gobierno tomaron las instalaciones de Centro de Atención Integral Angelitos Negros, Inces-Cumaná y el Hotel Mariño.
Sin embargo, las pretensiones de tomar otras instalaciones hoteleras y clínicas de la ciudad encontró resistencia de los vecinos de las comunidades cercanas a estos por temor a la propagación del virus en sus sectores.
“La situación hospitalaria es delicada”, refirió un médico que labora en el Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá, Huapa, de Cumaná, al equipo de Crónica.Uno por el aumento de pacientes hospitalizados por COVID-19.
Esta ola de contagio ha rebasado la capacidad de atención del hospital. Situación que pone al personal de salud que aquí labora en total condición de riesgo, porque no nos proporcionan equipos de bioseguridad”, alertó.
Mención aparte merece, relató el galeno, la realidad del servicio de Sala de Parto: “En esta área no tenemos agua permanente, y esa es una limitación del hospital que aún no han resuelto. Imagínense un centro de salud sin agua”.
Un vocero del grupo de médicos residentes, que también prefirió mantener su nombre en reserva, expresó: “Es muy triste no contar con el apoyo de las autoridades sanitarias ni directivos del hospital en esta emergencia humanitaria”. Por el contrario, denunció que en lugar de atender sus reclamos reciben amenazas de despidos laborales por parte de la dirección del hospital.
Los médicos residentes aseguran que en el Hospital Universitario de Cumaná nunca se han negado a cumplir con su trabajo, pero advierten que, ante el aumento de casos positivos, cada uno de los servicios amerita ahora con extrema urgencia la distribución de los equipos de bioseguridad respectivos para poder trabajar con tranquilidad.
“La situación del Hupa no se puede tapar con un dedo”, aseguraron los médicos residentes. Pese a las amenazas de despidos, reiteraron su disposición a cumplir su misión, pero solicitaron que se les garanticen las medidas de protección personal.
Detallaron que solo están disponibles los kits de laparotomía para la abertura quirúrgica de la pared abdominal de las parturientas. Es un material desechable solo para la atención de mujeres en trabajo de parto, y dijeron que ahora pretenden que lo esterilicen para un próximo uso, lo cual pone en riesgo de contaminación el material con cualquier agente patógeno.
Otra denuncia que formularon es la falta de tapabocas para los médicos de guardia. Estos equipos están integrados por entre cinco y siete médicos residentes, un especialista más el personal de enfermería, y para todo este personal la dirección del hospital solo pone a disposición 20 tapabocas para tres y hasta cuatro días.
Acaso pretenden que compartamos un tapaboca rompiendo con toda norma de asepsia de un centro hospitalario, cuando es un material desechable y debe reponerse para garantizar la protección tanto del personal médico como de los pacientes”, cuestionaron.
“Solo exigimos nuestro derecho como trabajadores, que se cumplan las mínimas medidas de bioseguridad y protección para el personal de salud que se encuentra en las diferentes líneas de atención de los pacientes con sintomatología clínica asociada a la COVID-19”, añadieron.
Las cifras
Informaron que tanto el piso 7 de triaje respiratorio del centro de salud como el área de UCI-COVID están colapsados. Asimismo, se ha superado su capacidad de atención con pacientes positivos en coronavirus por prueba rápida.
Se registran 10 hospitalizaciones en la UCI-COVID-19 (Unidad de Cuidados Intensivos de la remozada emergencia del Hospital Universitario de Cumaná aún no inaugurada), 10 pacientes en la sala de piso 7 y 14 pacientes en la sala de triaje respiratorio. Estas cifras las aportaron los médicos de manera extraoficial.
En este centro de salud hay 34 pacientes hospitalizados contagiados de coronavirus. Foto: Cortesía
Mientras, se conoció que en las instalaciones del Inces-Cumaná están recluidos aproximadamente 42 pacientes asintomáticos positivos a la espera del resultado de la prueba PCR.
Por su parte, los representantes sindicales de los trabajadores del Hospital Julio Rodríguez, mejor conocido como “Los Veteranos”, alertaron sobre un posible brote de coronavirus entre los trabajadores del laboratorio.
Advirtieron que se encuentra aislada una auxiliar de laboratorio, esposa de un trabajador de Pescalba que resultó positivo. Aseguraron, además, que están confirmados los casos positivos de una bioanalista y otra auxiliar de laboratorio.
Los dirigentes gremiales denunciaron que esta situación ha provocado que el personal no quiera asistir al centro de trabajo. Añadieron que los afectados alegan que no hay equipos de bioprotección y no se cumplen las medidas establecidas en los protocolos de seguridad y de preservación de la salud.
Como sindicalistas, sostienen que deben velar por la salud y la protección de los trabajadores, y que, por lo tanto, no se les puede obligar a trabajar a riesgo de exponer su salud y la de su familia.
Apelando al ciudadano común
El personal médico que labora en el Hospital Central de Cumaná y organizaciones particulares han diseñado campañas de donación y dotación de material de protección personal.
El grupo de médicos residentes ha apelado a la solidaridad del pueblo sucrense, en especial la comunidad cumanesa, para que los apoyen en sus demandas de tapabocas, guantes, alcohol y material de limpieza, como cloro y desinfectantes.
El personal médico aseguró que la comunidad ha respondido al llamado de la campaña promovida por los residentes de Cirugía, y ya se han recibido algunas donaciones que se han distribuido entre los servicios del hospital.
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