Hace dos meses el régimen de Nicolás Maduro anunció el inicio de una flexibilización de la cuarentena que se implementó con el esquema de 7+7. Con esta dinámica se le permitía a ciertos sectores, no esenciales, laborar durante siete días y bajar la santamaría la semana siguiente.
Sin embargo, debido al aumento exponencial de casos de covid-19 en el país, en más de una decena de ciudades no se volvió a implementar la flexibilización, sino hasta el lunes 10 de agosto.
Claudia Itriago, directora ejecutiva de la Cámara Venezolana de Centros Comerciales, Comerciantes y Centros Afines (Cavececo), indicó para El Diario que ese esquema de 7+7 es un factor negativo para el sector. Ya se empezaron a eliminar turnos de trabajo debido a la imposibilidad de pagarle a sus empleados, añadió.
“Durante estos cinco meses de cuarentena radical, si yo cuento los días que han podido trabajar los centros comerciales del país, encuentro que han sido únicamente dos semanas. Hay una disminución en los ingresos y, por ende, una eliminación de puestos laborales”, lamentó Itriago.
La operatividad
Aseguró que si los centros comerciales no cuentan con una “lógica laboral de operatividad”, es cuesta arriba que los propietarios de las tiendas puedan hacer prosperar sus negocios. Añadió que el sector tiene la capacidad de operar todos los días bajo las medidas de bioseguridad necesarias que ya tienen instauradas desde junio.
El escenario ideal para nosotros es que tengamos una operatividad lógica, donde puedan funcionar todos los rubros que se encuentran dentro de los centros comerciales. Desde hace dos meses tenemos todos los protocolos necesarios para arrancar como lo habíamos hecho siempre. Si estamos pidiendo esto es porque estamos preparados”, destacó.
La directora de Cavececo comentó que un 80% de los centros comerciales en el país pudo ser parte del esquema de flexibilización durante la semana del 10 de agosto al 16 y que funcionaron de dos formas dependiendo de las ciudades.
“Hubo lugares donde la mayoría de los rubros de los centros comerciales abrieron sus puertas y en otras zonas solo operaron los rubros que entraban en la flexibilización. Asimismo, tenemos un reporte de 60% de visitantes en los centros comerciales. Esto se dio más que todo en el interior del país”, explicó.
Coronavirus Venezuela
Un empleado de una tienda le toma la temperatura a una mujer como precaución contra el coronavirus el sábado 25 de julio de 2020, en Caracas, Venezuela. (AP Foto/Matías Delacroix)
Primera flexibilización
En junio, Claudia Itriago alertó en una exclusiva para El Diario que el esquema de 7+7 no era la mejor opción para los centros comerciales. Esto porque de 40.000 locales que hay en el país (afiliados a Cavececo), poco menos de 25.000 pudieron operar en la flexibilización de junio.
“No es nuestro mejor escenario, definitivamente. Creo que eso de arrancar siete días y detenerse otros siete no es el mejor escenario para ninguna empresa; sin embargo, entendemos que, aunque es importante reactivar la economía, es más importante la salud y evitar más contagios”, resaltó en esa oportunidad.
A propósito del esquema de flexibilización, añadió que los horarios establecidos no eran los más idóneos, puesto que obligaban a que las personas se concentraran afuera de las tiendas, haciendo colas para poder ingresar antes del cierre de los locales.
«Ojalá pudiéramos hacer ajustes. Ajustes en el horario de trabajo, por ejemplo, para poder ofrecer a los clientes un tiempo más amplio de compra y evitar las aglomeraciones”, expresó.
Como en todo el mundo, el covid-19 ha golpeado fuertemente la economía venezolana. Sectores que ya tienen más de 150 días inactivos por la cuarentena radical reclaman una solución que pueda favorecerlos y al mismo tiempo cuidar la salud de los ciudadanos.
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