La pandemia de coronavirus podría causar que más de 600 millones de personas de todo el mundo caigan por debajo de la línea de la pobreza si no se adoptan planes de ayuda para los países de menos ingresos, según advirtió la ONG Oxfam.
En un informe titulado “El precio de la dignidad”, Oxfam señala que entre el 6% y el 8% de la población mundial podría caer en la pobreza a medida que los gobiernos paralizan la economía para controlar la propagación del coronavirus.
Así, “según el supuesto más grave de una contracción del 20% en los ingresos, el número de personas que viven en la pobreza podría aumentar entre 434 millones y 611 millones”, resalta el informe, basado en un análisis realizado por investigadores del King’s College de Londres y la Universidad Nacional Australiana.
“Esto podría constituir a escala mundial un retroceso de 10 años en la lucha contra la pobreza, y un retroceso de 30 años en regiones como África subsahariana, Medio Oriente o el norte de África”, alertó la organización.
Oxfam hizo esta advertencia antes de las reuniones de abril del FMI y del Banco Mundial, así como de los ministros de Finanzas del G20. Todas ellas se celebrarán por videoconferencia.
Los países más pobres, sin sistemas de protección social, serán los más afectados, al igual que las poblaciones desfavorecidas, como las mujeres.
Para evitarlo, Oxfam recomienda la ayuda financiera directa para las personas más afectadas y apoyo prioritario para las pequeñas empresas, así como condicionar la asistencia financiera a las más grandes a la adopción de medidas para los más vulnerables.
También pide la cancelación este año de los reembolsos de la deuda de los países más pobres. Cita el ejemplo de Ghana, que podría “proporcionar 20 dólares al mes a cada uno de los 16 millones de niños, discapacitados y ancianos del país durante seis meses” si se liberase de los plazos de pago de la deuda.
Además aconseja un aumento de al menos 1 billón de dólares en derechos especiales de giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional para ayudar a los países más pobres, aumentar la ayuda al desarrollo de los países donantes y la creación de impuestos de solidaridad de emergencia gravando los beneficios extraordinarios, las grandes fortunas, los productos financieros especulativos y las actividades que tengan un impacto negativo en el medio ambiente.
La organización también destacó cómo la pandemia golpea más la situación económica de las mujeres. “Están en la primera línea de la respuesta al coronavirus y tienen más probabilidades de ser las más perjudicadas económicamente. Constituyen el 70% de la fuerza laboral en el sector de la salud en el mundo, y se ocupan del 75% del trabajo de cuidados no remunerado, lo que incluye el cuidado de los hijos, de las personas enfermas y de las personas mayores”, explicó José María Vera, director ejecutivo interino de Oxfam Internacional. En esa línea, apuntó que las mujeres tienen más probabilidades de tener empleos precarios y mal remunerados, que además son los más amenazados por la crisis.
Además, instó a los gobiernos a “aprender las lecciones de la crisis financiera global de 2008”, cuando se aplicaron medidas de rescate a los bancos y grandes empresas “a costa del resto de la ciudadanía, que tuvo que asumir la destrucción de puestos de trabajo, la congelación de los salarios y enormes recortes a servicios básicos como la atención médica”. Según recomendó Oxfam, los paquetes de estímulo económico deben apoyar a la clase trabajadora y a las pequeñas empresas. En cambio, los paquetes para grandes compañías “deberán estar sujetos a que tomen medidas para contribuir a unas economías más justas y sostenibles”.
Con información de AFP
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