“El VIH ocurre a pesar del COVID-19”. Ese es el breve mensaje escrito en una cartelera digital adyacente a la I-395, en el centro de Miami.
POR LAUTARO GRINSPAN – EL NUEVO HERALD
Pridelines —el centro comunitario LGBTQ detrás del anuncio— espera que esto ayude a dar a conocer los servicios de pruebas del VIH que todavía se ofrecen en la sede de la organización, cerca de Little Haití, a pesar del brote de coronavirus.
Aunque Pridelines lleva mucho tiempo realizando pruebas de detección del VIH en su centro físico, la mayor parte de sus pruebas se han administrado desde unidades móviles que atienden en lugares como campus universitarios o frente a clubes nocturnos. Debido al COVID-19, ese programa de pruebas móviles ahora está suspendido.
Otro cambio: todas las pruebas proporcionadas en el centro de Pridelines ahora sólo se realizan con cita previa, para asegurarse de que no haya más de dos personas en el edificio en el mismo momento.
“Nosotros hemos visto una caída significativa en la cantidad de personas que estamos testeando”, dijo Víctor Díaz-Herman, CEO de Pridelines. “Es por eso que tenemos nuestra valla publicitaria. Solo porque estamos lidiando con esta pandemia del coronavirus no significa que el VIH de repente se vaya a detener”.
La situación de Pridelines no es única, ya que la propagación del coronavirus en todo el sur de la Florida ha interrumpido el trabajo de muchos otros centros en la primera línea de la pelea contra el VIH / SIDA —una enfermedad infecciosa más mortal que el COVID-19, cuando no se la trata. El resultado es un conjunto de opciones más limitado para los miembros de la comunidad que buscan conocer su estatus, en un momento en que estar inmunocomprometido conlleva mayor vulnerabilidad en la pandemia actual.
El mes pasado, tanto el Pride Center como Broward House, en el condado de Broward, suspendieron sus operaciones de pruebas del VIH, citando el coronavirus. Simultáneamente, la AIDS Healthcare Foundation (AHF) ha dejado de ofrecer pruebas de rutina en sus seis clínicas en Miami-Dade, aunque las instalaciones permanecen abiertas para el tratamiento y para evaluar a las personas que creen que han estado expuestas al VIH. Las pruebas en clínicas móviles de AHF también se han suspendido, así como las de otro proveedor: Care Resource.
La interrupción de las pruebas del VIH se está dando en la medida que los departamentos de salud del país afectan al personal de enfermedades infecciosas de las ETS (Educational Testing Service) y lo asigna a la lucha contra el coronavirus. Esa combinación, según los expertos citados por Politico, podría resultar en tasas más altas de transmisión de ETS.
Aunque la desestabilización del sistema de prevención del VIH está ocurriendo a escala nacional, aquí es donde las consecuencias podrían ser particularmente problemáticas, ya que el área metropolitana de Miami tiene una de las tasas más altas de nuevas infecciones por VIH en el país.
“Tenemos una de las tasas más altas de casos nuevos en los Estados Unidos”, dijo Díaz-Herman. “Así que ciertamente no es el momento para dejar de hacer el trabajo”.
LA IMPORTANCIA DE LAS PRUEBAS
Los expertos en salud dicen que quienes conocen su estado de VIH+ y tienen acceso a medicamentos no corren mayor riesgo que la población general frente al coronavirus.
“Si alguien es VIH positivo y tiene una carga viral indetectable, entonces no es más o menos probable que tengan reacciones adversas al COVID-19”, dijo Michael Kahane, jefe de la oficina sur de la AHF. “Por eso creemos que es esencial que nuestra población siga recibiendo sus medicamentos”.
La verdadera preocupación, dicen los expertos, recae en los más de 160,000 estadounidenses que viven con VIH no diagnosticado y no tratado, cuyos sistemas inmunes comprometidos podrían hacerlos más vulnerables al coronavirus.
Eso explica porque las pruebas —el primer paso que hay que tomar para conocer su estatus y buscar tratamiento— son tan críticas.
“Creemos que las pruebas son increíblemente importantes”, dijo Stephen Fallon, director ejecutivo de Latinos Salud, un grupo de prevención del VIH que dirige dos oficinas en Miami-Dade y una en el condado de Broward. “Una oportunidad perdida para testear a alguien y avisarles si están infectados o no podría haber sido la única oportunidad … para hacerles saber que tienen que buscar tratamiento”.
Como uno de los únicos proveedores en el sur de la Florida que sigue atendiendo sin cita previa, Latinos Salud está realizando más pruebas que antes —y notando un mayor número de nuevos diagnósticos, según Fallon.
“Curiosamente, en marzo tuvimos nuestro segundo número más alto de diagnósticos positivos de VIH en nuestros 11 años de historia”, dijo. “Es alarmante. Somos una agencia pequeña, y obtener una docena de nuevos diagnósticos de VIH en solo el mes de marzo es mucho para nosotros”.
Tanto Fallon como Díaz-Herman, de Pridelines, dijeron que es importante continuar asegurando que la gente tenga acceso a las pruebas durante la crisis del coronavirus.
“No podemos concentrar el 100 por ciento de nuestros recursos en el coronavirus y luego olvidar que todavía existen otras enfermedades en el mundo. El VIH no va a desaparecer porque estamos lidiando con una pandemia”, dijo Díaz-Herman. “Queremos que continúen haciéndose la prueba para asegurarse de que si contraen el VIH, puedan recibir tratamiento lo antes posible para que sus sistemas inmunitarios puedan ser lo suficientemente fuertes no solo para llevar una vida saludable sino también para sobrevivir esta pandemia.”
PRECAUCIONES SANITARIAS
El hecho de que los servicios de prueba se sigan brindando en algunos sitios no significa que todo siga como antes, ya que se están tomando varias precauciones para mantener a los miembros de la comunidad y al personal a salvo del COVID-19.
En Latinos Salud, no se permiten más de dos personas en el edificio al mismo tiempo. Las instalaciones se desinfectan tres veces al día, incluida una “desinfección profunda” al final del día que requiere que el cierre se adelante por una hora. Todos los miembros del personal deben usar máscaras.
“También le estamos entregando máscaras a cualquier persona que venga a hacerse la prueba y tienen que usarla, porque no podemos mantener el distanciamiento social si tengo que sostener tu brazo para extraer sangre”, dijo Fallon.
En Pridelines, el personal ahora cuenta con equipos de protección personal, incluyendo máscaras y guantes, y los pacientes deben responder preguntas para determinar si han exhibido alguno de los síntomas asociados con COVID-19. Pronto se instalará un panel de plexiglás alrededor del mostrador de recepción del centro, así como en las salas de pruebas.
Los centros que ya no atienden pacientes en persona están encontrando formas de apoyar a sus comunidades con servicios de telesalud y asesoramiento virtual.
Por ejemplo, los empleados del Pride Center están respondiendo preguntas sobre VIH, tratamiento médico, y temas de salud relacionados por teléfono, atendiendo más de 100 llamadas por día. También están dirigiendo a las personas que necesitan pruebas hacia los centros que todavía no han suspendido sus operaciones.
Para los centros que siguen abiertos, lograr brindar servicios y mantener a la gente segura es una situación extremadamente delicada.
“Sé que la atención de todos está en el coronavirus porque esa es la nueva amenaza y no quiero que nadie sea arrogante al respecto o tome ningún riesgo innecesario, incluido nuestro personal. Pero la pandemia del VIH ha estado con nosotros mucho tiempo y no va a desaparecer en Florida”, dijo Fallon. “No podemos descuidarnos”.
Para hacer una cita en Pridelines, llame al 305-571-9601.
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