El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, demostró que “no está apto para gobernar” durante su aparición de ayer, luego de 34 días de ausencia, al emitir un discurso ajeno a la realidad nicaragüense, afirmaron este jueves sus críticos.
EFE
Ortega, de 74 años de edad, habló de armas nucleares, criticó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), defendió su estrategia de no tomar medidas de prevención frente a la pandemia de COVID-19, del que solamente reconoce nueve casos, incluyendo un muerto, y afirmó que esta es “es una señal de Dios” por el mal camino del mundo.
“Decir ‘este (el COVID-19) es castigo de Dios”, significa que él (Ortega) como humano no puede hacer nada. Es su renuncia tácita a su responsabilidad como gobernante, es su aceptación de que no está apto para gobernar”, criticó el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH).
En tanto, el influyente obispo nicaragüense Silvio Báez, exiliado en El Vaticano, calificó el discurso de Ortega como “evasivo, falaz e irresponsable”.
DESCONECTADO DE LA REALIDAD
Para el líder opositor Félix Maradiaga, Ortega “tiene años de estar desconectado de la realidad nicaragüense (…), si ya existían razones para pedir (su) renuncia, ahora existe también el argumento válido y jurídico de la incapacidad”.
La capacidad de Ortega para gobernar ya estaba entredicho desde abril de 2018, con el levantamiento popular en su contra, por ordenar ataques armados que dejaron cientos de muertos, presos y desaparecidos, en protestas antigubernamentales.
El dirigente la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, Juan Sebastián Chamorro, afirmó que la reaparición de Ortega, pese a su desmejorada apariencia, buscaba mostrar a sus seguidores que sigue vivo, y justificar la presencia policial y militar en las calles y otros territorios. “Sabe que si los aísla, se cae su Gobierno, porque el pueblo se levanta”, sostuvo.
La representante de la también opositora Unidad Nacional Azul y Blanco Alexa Zamora indicó que Ortega, como gobernante, debió anunciar decisiones de Estado en su reaparición.
SIN DIRECTRICES
“Vimos una total ausencia de directrices a tomar en el ámbito de salud pública, económico, de respuesta ante la pandemia, vimos a un Ortega desconectado de la realidad”, sostuvo Zamora.
Chamorro, señalado por algunos como candidato posible a la Presidencia de Nicaragua, dijo que Ortega debió anunciar decisiones económicas y médicas, referidas a la pandemia.
Entre esas medidas mencionó hacer una reforma al presupuesto nacional; mantener la estabilidad monetaria, crédito a la producción y flexibilidad financiera; garantizar la producción de alimentos; y asegurar la elaboración de productos para enfrentar la crisis sanitaria.
Asimismo la protección de los pensionados, realizar todas las pruebas posibles de COVID-19 y utilizar los fondos externos en bonos para la población más vulnerable.
Maradiaga calificó de “absurdo” a Ortega, por criticar a los países que invierten en armamentos en vez de hacerlo en equipos sanitarios, tras gastarse 80 millones de dólares en tanques de guerra.
“En Nicaragua no hay gobierno, lo que tenemos es una familia en el poder, y una vicedictadora (primera dama, Rosario Murillo) que trata desesperadamente de disimular la realidad de un Ortega que ya no tiene ninguna capacidad para gobernar”, insistió.
TENACIDAD
El hijo de Ortega y de Murillo, Laureano Ortega Murillo, publicó en redes sociales que su papá “dictó una cátedra sobre responsabilidad, tenacidad, humanismo, solidaridad conciencia y fe. Nicaragua tiene un líder ejemplar para el mundo entero. Que viva nuestra Nicaragua y su líder el comandante Daniel”.
Dicho punto de vista contrastó con la preocupación mostrada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización de los Estados Americanos (OEA), la oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), sobre la falta de acciones en Nicaragua para mitigar los impactos del CODIV-19.
Contrario a las invitaciones del Gobierno, para que los ciudadanos participen en actividades multitudinarias cada semana, los nicaragüenses han optado por seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de mantener la distancia social, hacer cuarentenas voluntarias, y garantizar el aseo personal.
EFE