El primer ministro francés, Édouard Philippe, desgranó este domingo 19-A las líneas de trabajo de su Gobierno para la salida «progresiva» del confinamiento de la población contra el coronavirus a partir del 11 de mayo próximo y advirtió de que el retorno a la normalidad no se hará «en mucho tiempo».
EFE
El jefe del Ejecutivo se felicitó del descenso paulatino de contagios y muertos en el país, que alcanzaron los 19.718, tras los 395 que se han sumado en las últimas 24 horas, una caída que atribuyó al respeto del confinamiento.
Philippe aseguró que gracias a ello se ha conseguido que todos los pacientes graves han podido ser tratados en ucis, pero aseguró que «la crisis sanitaria todavía no ha sido superada».
Aseguró que sus estudios muestran que la población no está inmunizada y que apenas entre 2 y 6 millones de los más de 60 millones que cuenta el país ha estado en contacto con el virus.
En ese sentido, aseguró que las fuerzas del orden han procedido a 13,5 millones de controles y han impuesto 800.000 multas, al tiempo que pidió que se siga respetando el confinamiento hasta el 11 de mayo, fecha fijada por el presidente, Emmanuel Macron, para levantarlo.
El primer ministro aseguró que trabajan en la forma en la que se recuperará la actividad de la nación, indicó que será «progresiva» y que tendrá como objetivo principal impedir que la epidemia recobre fuerza y vuelva a amenazar de colapso al sistema sanitario.
El Gobierno francés no cuenta con que exista una vacuna antes de un año y como tampoco existe un tratamiento para la enfermedad, se apoya en la prevención como única herramienta para frenar los contagios.
«La prevención va a ser determinante en la forma en la que vamos a vivir tras el confinamiento», afirmó el jefe del Gobierno, que señaló que para el 11 de mayo habrá mascarillas no quirúrgicas para toda la población, aunque su uso no será obligatorio.
Philippe aseguró que los franceses «tendrán que aprender a convivir con el virus» y que gestos de protección, como lavarse las manos de forma regular o toser en el codo, formarán parte de la vida cotidiana de los ciudadanos.
Junto a ellos, el Gobierno trabaja para generalizar los test serológicos en las personas que presenten síntomas tras el 11 de mayo, para lo que espera efectuar 500.000 semanales, frente a los 25.000 actuales.
Localizar a los enfermos será la base del plan de reapertura de país, para lo que estudian también el uso de aplicaciones digitales para su seguimiento.
El tercer pilar será el aislamiento de toda persona contagiada y de su entorno, para lo que se pondrán a disposición de los mismos hoteles para pasar la cuarentena a aquellos que no quieran hacerlo en sus domicilios.
Philippe aseguró que a partir del 11 de mayo se incrementará la actividad en los transportes, las empresas, los comercios y las escuelas, pero no eso no significará una vuelta a la normalidad inmediata.
En el caso de los transportes, el primer ministro aseguró que estudian obligar a los usuarios a llevar mascarilla, puesto que es difícil mantener en su interior las distancias adecuadas para evitar los contagios.
Para las empresas, Philippe afirmó que seguirán recomendando el teletrabajo para todos aquellos que puedan hacerlo y, en los casos que no se pueda, estudian medidas de protección en cada puesto laboral con los sindicatos.
Los comercios reabrirán de forma progresiva, pero mantendrán distancia entre los clientes. El jefe del Gobierno descartó una apertura por ahora de bares y restaurantes ante la imposibilidad en ellos de mantener las distancias.
Finalmente, el jefe del Gobierno indicó que bajaran diferentes posibilidades de reapertura de las escuelas, que será diferencia en cada región, y que puede hacerse con alumnos de forma alterna por semanas o en espacios más grandes.
EFE
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