Se realizó con éxito el primer trasplante de pulmones a un paciente con COVID-19. La intervención se llevo a cabo en hospital St. Joseph’s en Phoenix, Estados Unidos.
Con información de El Nuevo Herald
El paciente Arthur Sanchez fue el beneficiario del trasplante, él cuenta que tiene recuerdos confusos de los meses en que estuvo hospitalizado, pero no ha olvidado cómo se sentía cuando la COVID-19 le quitó su capacidad para respirar.
“Quizá lo compararía con estar bajo el agua demasiado tiempo y no poder salir a tomar aire”, dijo Sanchez, de pie atrás de un podio. “Es espantoso estar en esa situación”.
Siete meses después de que lo hospitalizaran por primera vez debido al coronavirus en su ciudad de Las Cruces, Nuevo México, este trabajador eléctrico de 52 años de edad tiene pulmones nuevos.
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Cuando se registraron los primeros casos de coronavirus en Estados Unidos, Sanchez pensó que sería como la gripe y desaparecería al cabo de unos cuantos meses. Incluso si se llegaba a infectar, dijo que en ese momento se sentía lo suficientemente saludable como para enfrentarlo. Luego se contagiaron su madre, su hermana y su cuñado. Posteriormente falleció su cuñado. En abril, Sanchez se hizo cargo de su madre después de que dio negativo, pero en la mañana de Pascua se despertó con fiebre y falta de aire.
Sanchez acudió de prisa al hospital. Estuvo internado tres días y fue dado de alta, pero al día siguiente regresó al hospital después de que una enfermera le llamara para ver cómo seguía. Sanchez le dijo que no se sentía bien. Los médicos decidieron que necesitaba un respirador.
Ahí comenzó un periplo de casi cinco meses por hospitales de Nuevo México, casi cuatro de ellos conectado a un respirador.
Un trasplante era el último recurso, dijo el doctor Rajat Walia, director médico que encabeza el programa de trasplantes en el hospital St. Joseph’s.
“Hay un punto en el que sabemos que estos pulmones no van a recuperarse… así fue el caso de Arthur”, dijo Walia.
Como ninguna instalación médica en Nuevo México podía efectuar el trasplante, Sanchez fue trasladado por aire a Arizona para que lo operaran el 16 de agosto. Después de eso, pasó dos semanas en recuperación antes de que lo enviaran a la unidad de rehabilitación.
Su vida ha cambiado irreversiblemente. Además de los posibles efectos secundarios a largo plazo por el virus, debe tomar inmunosupresores para impedir que rechace sus nuevos pulmones.
«Mi sistema inmunológico está muy suprimido ahora para evitar… el rechazo. Soy más susceptible a cualquier tipo de virus, enfermedad, dolencia, lo que sea”, afirmó Sanchez. “Por lo tanto, debo ser cuidadoso con lo que hago y lo que como”.
Sanchez confía en que las personas escépticas de las restricciones para combatir el coronavirus aprendan de su experiencia.
“He perdido más de 22 kilogramos (50 libras) debido a esta enfermedad. No la recomiendo como plan de dieta para nadie”, declaró. “Mi actitud ha cambiado. Es necesario tomársela en serio”.
Con información de El Nuevo Herald
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