La experta en coronavirus en Guatemala y defensora de la salud de la Procuraduría de los Derechos Humanos, Zulma Calderón, considera que la cifra real de muertes por el SARS-CoV-2 en el país centroamericano es el triple de la oficial.
José Carlos Móvil / EFE
Calderón detalló en una entrevista con Efe las razones por las cuales la cantidad de fallecidos por la covid-19 es tres veces superior a los 18.456 decesos contabilizado oficialmente por el Gobierno guatemalteco.
«Estimamos que efectivamente es el triple de lo que se ha reportado. ¿Por qué lo estimamos así? Es una postura que hemos venido manifestando desde hace más de un año», expuso la doctora.
Calderón explicó que cuando el Gobierno guatemalteco creó en 2020 el tablero oficial de datos del coronavirus y un sistema de alertas a nivel nacional, lo hizo «con indicadores» a su «conveniencia».
De acuerdo a la defensora de la salud, en los indicadores oficiales sobre la pandemia se «dejó afuera» datos «relevantes» como la «ocupación hospitalaria y la cantidad de fallecidos por hospital, por departamento y por región».
Calderón subraya que esta situación «ha enmascarado» las cifras reales de muertes por la covid-19 en Guatemala y ello ha «generado la plataforma ideal desde el inicio de la pandemia para un subregistro, para enmascarar los datos, y dentro de eso está involucrado el número de personas fallecidas».
Es por ello que la doctora considera «que a raíz de todo esto es tres veces más la cantidad de fallecidos» que se han reportado oficialmente.
El subregistro de muertes por la covid-19 en Guatemala ya había sido analizado en 2021 por dos estudios que confirman cifras más altas de decesos por la enfermedad.
Una de esas investigaciones fue presentada en agosto de 2021 por el medio local Plaza Pública y firmado por el doctor en física matemática Pedro Morales Almazán, donde señaló que más de 30.000 guatemaltecos han muerto por la covid-19 durante toda la pandemia.
Los datos de Almazán proceden del Registro Nacional de Personas, una entidad estatal dedicada a la inscripción de nacimientos, defunciones y expedición de documentos de identidad personal y con mayor cobertura que el Ministerio de Salud, cuya información se limita a su sistema hospitalario y laboratorios asociados.
CON VACUNAS VENCIDAS
Según cifras oficiales a nivel continental, Guatemala es uno de los países con las tasas más baja de vacunación contra la covid-19 en América, y a ello se suma la ausencia de dosis debido al vencimiento de las mismas.
Calderón precisó que desde el inicio de la pandemia han caducado al menos 7,8 millones de dosis de vacunas, de un total de aproximadamente 18 millones de dosis que han llegado a la nación centroamericana.
«Venimos alertando del vencimiento de vacunas desde septiembre de 2021. Para nosotros es una situación sin precedentes. Jamás nunca en salud pública se había documentado una pérdida de vacunas tan grande», enfatizó la doctora.
El valor de las dosis caducadas es de aproximadamente 55 millones de dólares, pero más allá del costo perdido, a Calderón le deja un mal sabor de boca «que esas vacunas han tenido un costo importante en vidas de guatemaltecos».
La información oficial sobre la vacunación señala que solamente 6,3 millones de personas de las 18 millones que viven en Guatemala han sido vacunadas en dos ocasiones contra la covid-19.
Sobre la baja inmunización de la población, Calderón sostiene que se debe a la falta de información por parte del Ministerio de Salud y no es responsabilidad de la población, como señalaron algunas autoridades.
«Es penoso decir que la población no se quiere vacunar. ¿Cómo podemos responsabilizar a la población de Guatemala?», se pregunta la doctora, ya que, según afirma, no existieron «campañas masivas de información» sobre la inmunización, ni una estrategia estatal.
DOS AÑOS COMPLICADOS DE PANDEMIA
Calderón ha conocido a fondo la situación de la pandemia desde que Guatemala detectó el primer caso el 13 de marzo de 2020, con docenas de visitas a hospitales y centros de vacunación en todo el territorio.
«Para mayo de 2020 vivimos una de las situaciones más difíciles que hemos documentado», recuerda Calderón en referencia a los primeros meses de la pandemia, en un sistema de salud «agonizante» como el del país centroamericano.
La doctora cree que nunca va a olvidar que en dicho mes tuvieron que atender a pacientes en carpas «improvisadas» afuera de un hospital de Ciudad de Guatemala, en plena lluvia «torrencial» y en condiciones totalmente desfavorables, sin equipo de protección personal.
«Eran ríos de agua y los pacientes dentro de las carpas, positivos de la covid-19, tolerando frío. No habían ni sábanas para poderlos arropar. Llevo casi 30 años de ser médico y creo que nunca había visto una situación similar», resalta la procuradora.
En ese mismo hospital, el Roosevelt, uno de los dos más grandes de Guatemala, Calderón también recuerda como en el inicio de la pandemia se acumularon en pocas horas hasta 18 personas fallecidas en la morgue.
«Era impresionante ver la fila de cadáveres en bolsa, haciendo fila en la puerta de la morgue para ser registrados en el área que correspondía», dijo la doctora con amargura.
La cifra de muertes por la covid-19 en Guatemala es la más alta de Centroamérica, por encima de Honduras y Panamá, que suman aproximadamente 10.900 y 8.300 decesos, respectivamente.
Para cerrar, Calderón resalta el trabajo del personal sanitario en Guatemala durante los últimos dos años, y también la resiliencia de los guatemaltecos: «no entiendo cómo aguantamos tanto».
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