Los jóvenes que se encuentran en Caracas tienen opiniones variadas acerca de sus planes migratorios a los países latinoamericanos, que en la actualidad sus economías son afectadas por la pandemia. Muchos de ellos optan por continuar trabajando en el capital venezolana.
Anderson Moreno, 21 años, se defiende a diario con la venta de productos en la calle, explica que aún no sabe si quedarse o no.
«La situación es muy mala, pero no me voy por mi familia”. Hace un año Moreno migró a Colombia, “allí pude salir adelante, lo que pasa es que también llegaron personas malas, pero no todos somos así. Allá se puede trabajar, pero estas solo sin el apoyo de la familia y eso es difícil de llevar, por eso regresé”, dijo con mucho pesar.
Mariangel Duque, de 18 años, afirmó que no se irá por “miedo a las personas de esos países. No sé cómo puede ser la gente allá”. Ella como muchos jóvenes están al tanto de las noticias sobre xenofobia contra los ciudadanos venezolanos, hecho que coloca en un dilema irse del país.
Por otra parte, Patricia Vázquez, 23 años, labora en la economía informal, y es enfática en permanecer en el país, afirma que “hay condiciones para trabajar” y revela que no tiene planes migratorios. Otro joven, Miguel Ortiz, 15 años, opina que se quedaría en el país porque las “cosas están bien”.
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