Líbano decidió el lunes imponer un toque de queda total durante 11 días a partir del jueves y limitar los vuelos procedentes de países de alto riesgo en un intento de frenar la propagación del nuevo coronavirus.
AFP
«Queda prohibido salir a la calle y a las carreteras entre las 5 de la mañana del jueves 14 de enero de 2021 y las 5 de la mañana del lunes 25 de enero», indicó un comunicado tras una reunión del Consejo Supremo de Defensa.
En consecuencia, los libaneses no podrán salir de sus casas durante este período, ni siquiera para ir a comprar comida, hacer ejercicio o pasear a sus mascotas.
Existen algunas excepciones para el personal sanitario, los periodistas, los trabajadores del sector de la alimentación y otros trabajadores considerados esenciales.
El país ya estaba bajo medidas de confinamiento desde el 7 de enero, con un toque de queda nocturno a partir de las 18 horas.
Las fronteras terrestres y marítimas estarán cerradas a todos los viajeros durante los 11 días, a menos que tengan un visado especial. El número de pasajeros que llegan al aeropuerto de Beirut se reducirá al 20% en relación con el nivel de enero de 2020.
El endurecimiento de las restricciones se produce después de que funcionarios de salud reclamaran medidas para hacer frente a la saturación en los hospitales.
Los pacientes tuvieron que esperar durante horas en las urgencias en los últimos días para conseguir una cama de cuidados intensivos. Algunos incluso se vieron obligados a recibir cuidados en casa o en sus coches.
Líbano, con seis millones de habitantes, registró 222.391 casos de coronavirus, incluidas 1.629 muertes.
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