Con mucha preocupación se encuentra el gremio de docentes ante la llegada del primer día de clases del año escolar 2020-2021. La falta de servicios y condiciones limitan a quienes tienen la labor de enseñar a os más pequeños de la casa.
Fabiola Barrera | La Prensa Táchira.
Para Ildemaro Useche, presidente de la Federación Venezolana de Maestros, seccional Táchira, el gobierno no se ha percatado que el llamado a clases no ofrece las garantías. «Tomaron una determinación y no era posible exponer a padres, docentes y alumnos a contagios».
Agrega que si bien, en otros países, las clases presenciales funcionan, también los hacen elementos complementarios necesarios para el éxito de las mismas, tales como la electricidad, la alimentación, el salario es el adecuado, «mientras que en nuestro país estas condiciones no se están dando».
En materia de las clases a distancia, Useche deja claro que Venezuela no está preparada para impartir clases online, pues no hay la logística necesaria. «Hay poblaciones que tienen más de doce horas con interrupción eléctrica. El internet venezolanos es el peor de Suramérica, por tanto pensar que una educación de calidad como la plantea el gobierno, es una estafa».
Agregó que tampoco los maestros están en las condiciones de seguir «subsidiándole» al Estado el derecho a la educación, cuando este gremio atraviesa la peor crisis en la historia educativa. «No tienen cómo vestirse, no gozan de un sistema de salud, no tienen HCM, no hay transporte ni gasolina».
Indicó que pensar que se va a iniciar clases online sin interrupciones, es «arar en el mar».
Por ello hacen un llamado a los maestros en todos los niveles, a no iniciar el año escolar, pues «las condiciones no les permiten atender esta contingencia, porque si los docentes no tienen para comer, menos para comprar un equipo de alta tecnología ni para pagar los datos de internet?si el Estado dota y proporciona a toda la población estudiantil y maestros de equipos, podría ser una alternativa, pero mientras tanto, esto va a ser una estafa a la educación venezolana».
Docentes sin recursos
Los docentes cuando les hablan del inicio de clases se agarran la cabeza, pues lejos de ser un momento para ver a los niños y compartir sus conocimientos con ellos, se volvió un dolor de cabeza, pues no cuentan con los recursos adecuados para enseñarles a los más pequeños a distancia.
Si bien desde marzo están con las clases a distancia, muchos aseguran que no están en condiciones de comenzar un nuevo año online. Yelitza Peñaloza, docente de una escuela en San Cristóbal, asegura que no todos los padres y representantes pudieron actualizar datos de los niños en los planteles por diversas razones. Una de ellas, la falta de transporte y los constantes cortes en la electricidad.
Explica que en la educación pública hay una modalidad que se llama «continuidad académica», por lo que los niños cuando son promovidos al año siguiente, solo deben actualizar datos, en caso de que hayan cambiado de casa, números de teléfono o aportar cualquier dato adicional.
Aseguró que para el 22 de este mes, es decir que para el martes de la semana que viene, tendrán una reunión, donde se dará a conocer los lineamientos bajos los cuales se trabajará en este nuevo año.
Aseguró la docente que ella durante el año escolar pasado tuvo que costear su propio internet. Dado que no cuenta con el servicio en su casa, debió pagar los datos en su equipo telefónico móvil, a fin de cumplir con los requerimientos exigidos por el Ministerio de Educación. «El mísero salario que uno se gana trabajándole al ministerio se fue en puro teléfono. Entonces aquí uno no come, no paga servicios ni nada. Aquí es como cada quien pueda resolver y eso no es así».
Hurtos en las escuelas
Por su parte, docentes activos informaron que en días pasados, la Escuela Bolivariana Carlos Rangel Lamus fue víctima de un nuevo hurto durante el periodo vacacional. Señalaron que esta vez fue el laboratorio de computación el que llevó la peor parte, pues los mejores equipos fueron sustraídos por los delincuentes, además de las laptops que eran prestadas a los docentes que no contaban con las herramientas tecnológicas para impartir clases.
Para la semana de flexibilización esperan tener una asamblea en dicho plantel, a fin de conocer cómo trabajarán, pues si bien el Ministerio de Educación ya envió lo concerniente a la programación del primer momento, no ha explicado cómo se hará llegar a los pequeños estudiantes.
Les angustia
Padres y representantes expresaron su preocupación ante el inicio de clases. María Novara indicó que ella está llevando a su pequeña niña a clases de tareas dirigidas, pues sabe que si el último momento del año pasado fue difícil para comunicarse con los docentes, este será peor, pues ni han abierto las escuelas para las inscripciones.
«Uno no sabe nada. Los profesores menos y de paso inician el año en la semana radical. Aquí en San Cristóbal se va la electricidad, no contamos con un internet decente. A cada rato nos roban los cables de CANTV. Uno no tiene dinero para estar metiéndole saldo al teléfono. Si se va la luz cómo vamos a hacer con el fulano canal ese de Vive Tv para que los niños vean las clases. Tdo es una improvisación».
Para Manuel Sánchez, lo más difícil va a ser la conectividad y la motivación de los docentes. Asegura que con un salario que no alcanza sino para un kilo de queso y una harina de maíz, no hay manera de que un docente se esfuerce para enseñar. «Aquí los docentes trabajan por vocación. Antes uno los veía bien alimentados, bien vestidos, pues ellos eran el ejemplo a seguir de nuestros muchachos, pero ahora no tienen para comer. Nosotros como padres debemos ingeniárnosla. El gobierno es irresponsable al creer que nosotros vamos a poder llevar todo un año escolar a distancia sin electricidad y sin internet. No todo el mundo tiene un computador y menos un teléfono inteligente para recibir las lecciones».
Ambrosio Rosales asegura que lo más difícil es la zozobra que se tiene, pues no saben cómo va a ser el proceso desde casa. «Están dejando menos de ocho horas de luz. No se podrá estar al día con la comunicación entre padres y docentes. Uno es el que está enseñando a los muchachos. Se necesita más plataforma para ayudar a los niños para darles educación bien homologada».
Añade que le preocupa el futuro educativo de sus hijos. Destaca que está de acuerdo con que los pequeños estén en sus casas mientras se logra controlar la pandemia.