Venezuela tiene cinco semanas de aumento constante de casos de COVID-19. Entre el 15 de junio y el 15 de julio, según datos oficiales, pasó de 3.062 casos acumulados a 10.428, lo que representa un incremento de 240,56%. Ante ello, el médico infectólogo Julio Castro advierte que las probabilidades de que el país registre en un mes las cifras que Colombia tiene en la actualidad son muy altas.
“Venezuela tiene ahorita una tasa de ataque, basada en PCR ajustado a la población, como la que tenía Colombia hace un mes, y es muy probable que en 30 días estemos como se encuentra ese país actualmente a menos que se tomen medidas”, expresa Castro.
El 19 de julio, Colombia registró 6.578 nuevos casos de COVID-19, con ellos aumentaron a 197.278 los casos totales, de los cuales 6.736 son fallecidos y 98.355 son activos. Hace un mes, Colombia tenía 63.276 casos acumulados y solo el 19 de junio registró 3.059 nuevos, en ese momento las muestras procesadas eran 17.713 y el incremento entre un mes y otro fue de 211%.
El especialista detalla que la afirmación se basa en las condiciones básicas del número de habitantes de cada país, la tasa de crecimiento y el momento en que está cada uno. “No todos los países están en el mismo cuadro de la película de la epidemia, unos están más adelante y otros más atrás”, afirma.
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En cuanto a población, Colombia tiene 50 millones de habitantes, mientras que Venezuela, según recientes datos de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), se redujo y es de 28 millones. “No los 32 millones que se pensaba que íbamos a tener según las cifras oficiales, frente al número de los venezolanos que se han ido, que se ha acercado a los 5 millones”, señala la investigación.
En lo que se refiere a la tasa de crecimiento, el reporte de Colombia hace dos meses, específicamente el 19 de mayo, indicaba 640 nuevos casos y un aumento de casos totales de 16.935. Es decir, al comparar las cifras totales de Colombia en mayo con las de junio, en ese mes hubo un incremento de 273%.
En los primeros 15 días de junio, Venezuela duplicó los casos de COVID-19 que tenía registrados desde el 13 de marzo cuando se confirmaron las dos primeras personas con el nuevo coronavirus en el país. Sin embargo, en la tercera semana de julio el aumento de casos señala que cada tres días se registran 1.000 nuevos casos.
El 31 de mayo Venezuela tenía 1.510 casos, y el 30 de junio la cifra era de 5.832, un incremento de 286%. Para el 19 de julio los casos totales eran 11.891. Castro explica que el incremento en las últimas cinco semanas de casos acumulados de manera consecutiva ha sido de 28% en promedio por semana.
El vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, Manuel Figuera, explica que “Venezuela es atípica y no es comparable con los otros países porque ningún otro tiene un proceso de hiperinflación durante años y un sistema de salud con grandes deficiencias. Según el Global Health Security Index, organización que en 2019 estableció qué países tenían mejor o peor preparación para atender una posible epidemia, Venezuela ocupa el puesto 176 de 195 países y es la peor posición de América”.
Figuera puntualiza que “esta epidemia es para largo y Venezuela está en el primer inning, mientras otras naciones están en el segundo o tercero, por lo que en el país apenas ha empezado un proceso de crecimiento de casos”. “Por ello, comparar a Venezuela con otros países es difícil, pero la tendencia de crecimiento que ha tenido Chile, México, Perú, Brasil y Ecuador es lo más probable que siga ocurriendo incluso en nuestro país”, agrega.
“Tenemos una tendencia clara al aumento de casos. No hay una semana peor o mejor porque se tiene un fenómeno dinámico que hay que verlo completo, y lo que está claro para todo el mundo es que la epidemia no está controlada y los casos están en aumento. Lo que ocurre en Venezuela es la definición de crecimiento en fase exponencial, es lo que uno espera y no me asombra, es lo que históricamente ha pasado en la mayoría de los países de América Latina y Europa”, señala Castro.
A inicios de mayo, la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela hizo público los posibles escenarios de la COVID-19 en el país, y el resultado fue que “se esperan entre 1.000 a 4.000 nuevos casos por día entre junio y septiembre de 2020”. A esto, Castro añade que “nos estamos moviendo hacia allá, sin duda”.
Con respecto a los fallecidos, indica que “la proporción es esperable a lo que se ve en otros países y en esas cifras, 116 muertes, no se están contando todos los fallecidos; allí solo cuentan aquellos que tienen prueba PCR positiva y clínica compatible. “Mientras hay una cohorte de pacientes que no tiene PCR porque no llegan a tiempo al hospital, otros tienen prueba PCR y el resultado de estas es conocido después de su muerte, otros que tienen prueba rápida positiva y algunos que no tienen nada y también murieron de coronavirus; entonces, ese número es limitado, pero esos no son todos los fallecidos por coronavirus”.
Mientras los reportes diarios de la COVID-19 evidencian un aumento constante de casos, Venezuela se rige por un esquema de siete días de cuarentena y siete de flexibilización, con la excepción de algunos estados con confinamiento radical. Para Castro esta medida “es un contrasentido”. “Se flexibiliza cuando la epidemia está en vías de control, pero no cuando los casos están en aumento. Eso va en contra de lo recomendado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y lo hecho por otros países fuera de América Latina”, afirma Castro.
Figuera detalla que en Venezuela se hicieron bien las cosas al principio. La escasez de gasolina y tener menos de 10 aerolíneas internacionales hicieron que los contagios, al inicio, no fuesen mayores, pero sucedió igual que en Perú: su alto nivel de pobreza y comercio informal implicó que la población saliera a la calle diariamente para subsistir. “Pensar que la gente va a cumplir la cuarentena simplemente porque se imponga o se establezca no es suficiente, hay que buscar el modo de ayudar a estas personas ante un problema que va para largo”, señala.
Entre las medidas que ambos especialistas recomiendan tomar para que en el país se frene el aumento de contagios, está tener una estrategia de procesamiento de la prueba PCR cuyo resultado sea en horas. “Para ello se requiere que no sea un solo laboratorio el que las procese sino 20, de ser posible. De hacer entre 6.000 y 7.000 de estas pruebas cada día en todo el país, se identificaría cada caso de manera temprana”, enfatiza Castro.
Además, propone no hospitalizar a todos los pacientes que, a pesar de haber resultado positivos a la prueba PCR no tienen síntomas. “Ellos deben estar en sus casas vigilados, porque aumentas el riesgo en los hospitales y así las camas hospitalarias están disponibles para quienes realmente requieren hospitalización”, añade Castro.
“Con apenas 12.000 casos tenemos varios centros de salud, tanto públicos como privados en dos de las principales ciudades del país como son Maracaibo y Caracas, prácticamente con la capacidad máxima de las camas asignadas para COVID-19, lo cual es preocupante”, dice el vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Infectología.
Ante la falta de capacidad en las unidades de atención, la administración de Nicolás Maduro tomó la medida de habilitar el Poliedro de Caracas, tanto la sede como el estacionamiento, para atender casos del nuevo coronavirus.
“Se deben mejorar los equipos de protección en los centros de salud para lograr 100% de cobertura y fortalecer la red epidemiológica y el formato de pesquisa de contacto de casos porque es débil. Todas estas acciones se deben hacer al mismo tiempo para controlar el virus como lo han hecho otros países y evaluar medidas de distanciamiento social y medidas que hagan que el riesgo de transmisión persona-persona disminuya más de lo que tenemos en este momento”, puntualiza Castro.
Para Figuera hay que educar a las personas ante una pandemia que aun cuando tenga vacuna requerirá de muchos meses para obtenerla. También sugiere tener acceso a la información de una manera más abierta y detallada, además de involucrar a las universidades, academias y especialistas para solventar este problema a través del conocimiento y asesoría experta.
“Los casos van a seguir aumentando, y de tomar hoy las mejores medidas del mundo la epidemia va a seguir con su dinámica varias semanas más y luego su disminución va a ocurrir. Lo vimos en Wuhan, China cuando tomaron medidas muy severas de cierre y no se vio el impacto sino dos meses después”, afirma Figuera.
Castro añade que el virus va avanza y “no se va a mudar, no va a disminuir solo, lo hace cuando se toman medidas para ello”. “Mientras no se hagan cosas diferentes a las actuales, va a seguir subiendo, nadie sabe cuánto pero va a seguir subiendo”, asegura.
Con información de HispanoPost
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