Centenares de incondicionales votantes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se han congregado para mostrarle su apoyo durante su convalecencia por la COVID-19, aunque sin respetar la distancia de seguridad y negando la gravedad de la epidemia, mientras que sus rivales políticos han dejado de lado rencillas para desearle una pronta recuperación.
EFE
«Aprecio, sobre todo, lo que ha dicho el pueblo estadounidense, casi un consenso bipartidista del pueblo estadounidense. Es algo hermoso de ver, lo aprecio mucho y no lo olvidaré», dijo Trump en el primer video que ha publicado desde su ingreso al Hospital Militar Walter Reed de Bethesda (Maryland) tras anunciar que había dado positivo por el coronavirus SARS-CoV-2, y en reacción a los tan poco comunes apoyos recibidos tanto de sus seguidores como de sus oponentes demócratas.
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Más allá de los simpatizantes del Partido Republicano que en la se concentraron frente al hospital en solidaridad con Trump y a los que el presidente dedicó su primer tuit del domingo con un agradecimiento a los «grandes patriotas estadounidenses», los principales líderes del Partido Demócrata también han mostrado sus inquietudes por la salud del jefe del Estado y le han expresado su deseo de recuperación.
Joe Biden, su rival demócrata en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, publicó un tuit en el que él y su mujer Jill le deseaban una «pronta recuperación».
«Continuaremos rezando por la salud y seguridad del presidente y su familia», concluía el breve mensaje de Biden, que poco después anunciaba que había dado negativo en los test del coronavirus y que aseguraba, con mucha intención, que «ojalá esto sirva como un recordatorio: Ponte mascarilla, mantén la distancia social y lava tus manos».
Desde el comienzo de la pandemia, Trump no ha dejado de expresar su disgusto por llevar mascarilla, e incluso en el debate presidencial del pasado martes intentó burlarse de Biden recriminándole que llevaba la mascarilla en exceso.
La candidata demócrata a vicepresidenta Kamala Harris también se unió a Biden en sus deseos por la pronta recuperación de Trump, al igual que el expresidente Barack Obama, quien mostró su esperanza de que Trump vuelva a estar sano por encima de las disputas políticas.
«Estamos en medio de una gran batalla política en este momento, y aunque hay mucho en juego, recordemos que todos somos estadounidenses. Todos somos seres humanos. Y queremos que todos estén sanos, sin importar el partido», dijo Obama.
Sin embargo, el exmandatario demócrata también dejó deslizar un mensaje político mostrando su deseo de que todas las personas afectadas por el coronavirus en el país se recuperaran pronto y recibieran la atención que necesitan, en un encubierto mensaje a la defensa demócrata de un sistema sanitario que no excluya a los más necesitados.
Incluso el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, que mantiene un continuo enfrentamiento con el presidente, reconoció las diferencias con Trump, aseguró que rezaría por él y su mujer y dijo que le enviaría el kit de recuperación de la COVID-19 que se reparte a los infectados por la enfermedad en este estado.
RECUPERACIÓN Y APOYOS
Mientras siguen llegando los apoyos de simpatizantes, oponentes y líderes y políticos internacionales, incluido el del papa Francisco o el presidente chino Xi Jinping, el equipo médico de Trump ha despejado algunas dudas sobre su estado al asegurar que podría recibir el alta médica este lunes si su recuperación sigue el ritmo mantenido hasta ahora y se mantiene activo, con una saturación de oxígeno en sangre adecuada y sin fiebre.
Un centenar de incondicionales de Trump cortaron hoy la Quinta Avenida de Nueva York con sus coches en una muestra de apoyo al presidente que llenó de banderas y parafernalia electoral con el nombre del mandatario el centro de Manhattan y en los alrededores de la Torre Trump.
El sábado, centenares de personas se concentraron en Staten Island (uno de los distritos de Nueva York) para lanzar consignas como «Queremos a Trump» en un encuentro al aire libre, pero con escasa distancia social y sin un uso masivo de mascarillas.
Las concentraciones a favor de la mejoría del mandatario se han sucedido por varios lugares del país y sus seguidores siguen mostrando un desdén por la gravedad de la pandemia, pese a que su gran ídolo político lleva tres días hospitalizado.
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