Alberth Martínez levantó los brazos tan pronto terminó el swing y se quedó parado en el home, viendo el recorrido de la pelota. No es común verlo celebrar así, pero esta vez tenía un motivo: acababa de convertirse en el jugador con más jonrones en la historia de la franquicia del Navegantes de Magallanes.
Su batazo por el jardín izquierdo, el número 57 de su carrera en la LVBP y sexto de esta temporada, le dio a su equipo la segunda de las 12 carreras con las que vencieron a Caribes de Anzoátegui (12-8 terminó la pizarra) para barrer la serie en Puerto La Cruz y sumar su victoria 25 de la campaña.
“Estoy muy contento porque este es un momento especial para mí, soy el número 1 en jonrones en la historia del Magallanes”, dijo Martínez ante las cámaras de Venevisión.
“Cuando le di sabía que se iba. Levanté los brazos hacia mis compañeros para decirles ‘ya lo di y ahora hay que celebrar’. Respeto mucho este deporte y no me gusta perrear, creo que es la primera vez que conecto una pelota así y me quedo parado, pero este era un momento muy especial para mí”, explicó el nuevo rey de cuadrangulares de los Navegantes, que superó a Richard Hidalgo y Mario Lissón.
“Jugué con esas dos figuras y puedo decir que son grandes personas dentro y fuera del terreno, Ya los dos me mandaron un video felicitándome”, contó.
Como fue durante todo el fin de semana, el pitcheo de los dueños de casa fue incapaz de contener a la ofensiva magallanera, que conectó 19 inatrapables incluyendo cinco extrabases.
JUNIOR GUERRA APELÓ A LA EXPERIENCIA
Tal vez la de este domingo no fue la salida con mayor muestra de dominio para Junior Guerra, pero el veterano consiguió la fórmula para apuntarse su octavo triunfo de la campaña en labor de 6.0 innings. Permitió siete hits, dos carreras (una limpia), otorgó un par de boletos y ponchó a cuatro bateadores.
“No siempre te sientes bien ni los pitcheos se comportan como quieres”, reflexionó en la entrevista postpartido. “Pero con la experiencia, el respaldo de la ofensiva y la defensa pude lanzar los necesario para que el equipo pudiera ganar”.
Guerra, que puso su efectividad en 1.95, parece acariciar el premio al Lanzador del Año, pero no quiere hablar de eso: “No estoy pensando en números. Ahora en lo que pienso es en la clasificación del equipo, llevarlos hasta la final y el campeonato y mantenerme sano”.
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