El Villarreal y el Granada empataron 4 goles por 4 en una fiesta ofensiva en el estadio La Cerámica donde el venezolano Darwin Machís dijo presente.
El Villarreal evidenció los defectos del curso anterior en el arranque del partido, con poca recuperación de balón, poco control del juego y con llegadas aisladas. Solo la calidad de algunos de sus jugadores le permitía llegar al área y generar alguna opción.
El Granada jugó unos primeros 25 minutos muy buenos, controlando el balón, llegando con claridad y manejando el tiempo del partido.
El Villarreal cogía aire tras una mala primera parte, mientras que el Granada acusaba el golpe. Así languidecía la primera parte y parecía que el Villarreal podía respirar hasta el descanso, cuando un balón colgado por el Granada, en la prolongación, acabó en penalti por una obstrucción y golpe en la cara de Albiol a Soldado, algo riguroso.
No perdonó la pena máxima Fede Vico, que ponía justicia y abría el partido de cara a la segunda parte.
El Villarreal volvió a golpear en el arranque, tras una gran jugada que nació de las botas de Cazorla y que concluyó Moi Gómez con un disparo cruzado en el área, tras recibir un pase de Quintillà.
El partido se abrió y ganó en intensidad, a lo que contribuyó el recién entrado Darwin Machís, que dio más profundidad al juego del conjunto andaluz y que sería el autor del empate, tras rematar un gran centro de Víctor Díaz cuando apenas se superaba el cuarto de hora.
Poco le duró la alegría al Granada, ya que apenas dos minutos más tarde de nuevo se veía debajo en el marcador, después de que Gerard aprovechara en el área una gran acción personal de Moi Gómez.
El Villarreal entró en ebullición de la mano Chukwueze. El joven atacante le regaló un gol a Iborra, que falló de manera estrepitosa, y apenas un minuto después fue el nigeriano el que marcó con gran clase el 4-2.
Pero el Granada no claudicó y recortó rápidamente la diferencia tras un saque de esquina que cabeceó Roberto Soldado, quien volvió a marcar en su regreso a la liga española y ponía emoción a un cuarto de hora del final.
De nuevo a balón parado marcó el equipo nazarí, en otro saque de esquina que prolongó Soldado y cabeceó Puertas logrando el empate. El partido era una locura. Los dos equipos se lanzaron en busca del noveno gol y ocasiones tuvieron para ello, aunque el marcador ya no se movió.
EFE