El mundo entero se vio conmocionado por la noticia que nadie quería escuchar: Diego Maradona falleció a los 60 años mientras hacía su rehabilitación en un country de Tigre luego de la operación delicada a la cual había sido sometido hace algunas semanas.
Nunca está de más especificar todo lo que hizo Diego a lo largo de su carrera como futbolista profesional. El miércoles 20 de octubre de 1976, Diego Armando Maradona pisó el campo de juego del estadio de Argentinos -emplazado en Juan Agustín García y Boyacá y que hoy lleva su nombre- para participar por primera vez de un partido profesional. Tenía apenas 15 años y le faltaban 10 días para cumplir los 16.
Justamente este número era el dorsal que tenía en su camiseta cuando Pelusa ingresó en el inicio del segundo tiempo. Claro que ya conocía el terreno. En sus épocas de Cebollita salía a la cancha del Bicho para entretener al público durante el entretiempo de cada partido. Así, de a poco, empezó a conquistar a propios y extraños del universo futbolero.
Los éxitos no tardaron en llegar. Si bien no ganó títulos con Argentinos, con su aporte logró dejar al equipo en el segundo puesto de la tabla del Metropolitano de 1980, algo que los de La Paternal nunca habían conseguido. No obstante, en esa época Argentinos ya empezaba a mostrar que estaba para cosas grandes y años más tarde así lo reflejaría la historia, logrando cinco estrellas, incluida una Copa Libertadores.
Su estadía en el Bicho, obviamente, no pasaría desapercibida. Logró su mejor récord en un club: 116 goles en 166 partidos y más de 60 asistencias. Además, alcanzó algo que nadie aún pudo superar en el ámbito local: ser el goleador de 5 torneos, 4 en forma consecutiva.
Pese a que River le había hecho una oferta muy tentadora, en la menta del Diez solo había un solo objetivo: jugar en Boca. Y su sueño finalmente se cumplió el 20 de febrero de 1981, fecha en la que firmó su primer contrato con Boca. Dos días después debutó en un partido ante Talleres de Córdoba a quien le marcó dos goles en la victoria por 4-1.
En sus primeros meses en Boca, Maradona sufrió varios inconvenientes. En un principio la relación con Silvio Marzolini, al igual que con muchos de los entrenadores que lo dirigieron, no era del todo buena ya que no le brindaba las mismas prerrogativas que poseía en Argentinos, y tenía ciertas exigencias, en cuanto a concentraciones y entrenamientos, que Maradona no soportaba.
Además, el equipo sufría presiones de la barra brava de Boca. En una ocasión, tras empatar cuatro partidos en forma consecutiva, el jefe de la barra José Barritta, apodado El Abuelo, ingresó armado junto a varios integrantes de la hinchada para exigirles mejores resultados.
En su primer paso por el club de la Ribera, Diego marcó 28 goles y 17 asistencias en 40 partidos disputados y salió campeón del Torneo Metropolitano ’81.
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