Este sábado 30 de abril, el Real Madrid por ganar su trigésimo quinto título de Liga, tras derrotar por 4-0 al Espanyol en el estadio Santiago Bernabéu.
Roberto Morales / EFE
1. EL LIDERAZGO DE BENZEMA
Es complicado encontrar en la historia del fútbol una mutación similar en un futbolista. De jugar para el resto a ser un goleador insaciable (42 goles en 42 partidos, 26 tantos Y 11 asistencias en Liga en 30 jornadas que participó). De un carácter introvertido a ejercer un liderazgo ejemplar. El auténtico capitán y gran referente del Real Madrid. El jugador que dio el paso al frente tras la salida de Cristiano Ronaldo, que se demandó a Gareth Bale primero y a Eden Hazard posteriormente. El quinto en el club blanco que supera la barrera de 40 tantos en una temporada, lanzado a superar todos los registros de títulos y número de partidos. El mejor curso de su carrera con 34 años. Un ejemplo.
2. EL RETO CUMPLIDO DE ANCELOTTI
Cuando el Real Madrid anunció el nombre de su nuevo entrenador tras el final de la segunda etapa de Zinedine Zidane, la sorpresa fue generalizada. Nadie esperaba el regreso de Ancelotti. Ni el propio Carlo, como él mismo ha confesado. Fue un acierto de Florentino Pérez y José Ángel Sánchez, director general del club blanco, por el perfil de entrenador que históricamente ha triunfado en los vestuarios madridistas. Con una filosofía similar a la de Vicente del Bosque o ‘Zizou’, cercano a los jugadores como futbolista de éxito que fue, buen gestor del aspecto psicológico para no tener que apagar un solo incendio y encontrar consenso en cada una de sus decisiones. Pese a la ausencia de rotaciones y contar con apenas 15 jugadores de la plantilla de forma constante. El reto de conquistar las cinco grandes Ligas ya es suyo. El primer técnico que gana en Italia, Francia, Alemania, Inglaterra y España. El técnico de la décima suma una nueva gesta y cumple el objetivo que se marcó en su regreso.
3. EL CRECIMIENTO DE VINÍCIUS
Comenzó LaLiga sintiendo la amenaza de Eden Hazard en su demarcación, pero rápido demostró quien merecía la titularidad indiscutible. El brasileño ha sido decisivo, su sociedad con Karim Benzema, la mejor del campeonato y siempre fue el jugador al que buscar cuando había que generar desequilibrio en las defensas rivales. ‘Vini’ dio el paso al frente que se le demandaba en el aspecto goleador, alcanzado la mejor de sus marcas desde su llegada al fútbol español y marcando en un solo curso lo que había conseguido en los tres anteriores. Con más calma a la hora de definir, plasmando en los partidos tanto trabajo de entrenamientos para pulir el que era su punto débil, ha sido el escudero goleador de Karim con sus 14 goles en 38 remates a puerta.
4. UN FÍSICO IMPONENTE SIN ROTACIONES
Solamente quince jugadores de la plantilla jugaron más de 1.000 minutos en LaLiga de los 3.060 posibles en 34 jornadas. Seis de ellos -Courtois, Militao, Alaba, Casemiro, Benzema y Vinícius-, superaron la barrera de los 2.000. Son números que muestran la poca rotación realizada por Ancelotti y, sin embargo, no afectó al rendimiento.
Existía el temor que se repitiese lo ocurrido en su primera etapa, especialmente en su segundo año, cuando su equipo se desplomó en el momento decisivo del curso, cuando se decidían los títulos y se quedó sin ganar ninguno. Sin embargo, pese al calendario de locura y el desgaste de los internacionales en cada parón, el Real Madrid es el equipo que más partidos remontó, logrando 17 puntos, dando la vuelta a los partidos y con recitales físicos como el definitivo en el Ramón Sánchez-Pizjuán, donde enterró cualquier atisbo de resurrección de LaLiga.
5. UN SEGURO EN LA PORTERÍA
El paso del tiempo ha llevado a Thibaut Courtois al mismo lugar en importancia en cada encuentro que ocupaba Iker Casillas y, posteriormente, Keylor Navas. La temporada del belga le coloca entre los mejores porteros del mundo, apareciendo siempre con una intervención decisiva en un momento clave de los partidos. De los 116 remates que recibió, salvó 90. Dejó su portería a cero en 13 jornadas y solamente una mala racha reciente, tras sentir LaLiga ganada, le impide luchar por ser el portero menos goleado del torneo.
6. EL REGRESO AL SANTIAGO BERNABÉU
Un factor importante para que se cerrase una temporada en blanco el pasado curso, fue jugar lejos del Santiago Bernabéu. Por mucho que el estadio Alfredo di Stéfano esté dentro de la ciudad deportiva, no ha sido nunca la casa del primer equipo y la ausencia de público fue decisiva. Pese a las obras del nuevo Bernabéu, las incomodidades para el aficionado en el acceso, el madridismo no ha fallado a su equipo y la grada del estadio ha recuperado la magia. Pese a la bofetada del clásico y cuatro empates cedidos ante equipos con otras batallas en la competición, las doce victorias firmadas y los 38 goles a favor de local, con una media de 2,2 por encuentro, convierten al equipo de Ancelotti en el mejor de LaLiga en su estadio.
7. ETERNO MODRIC
En un centro del campo inolvidable para el madridismo, Casemiro-Kroos-Modric, que ha encontrado el refuerzo físico de jóvenes como Fede Valverde y Eduardo Camavinga, emerge una figura que ha sido decisiva. A sus 36 años, jugando mejor por cada temporada que pasa, sin acusar la edad en su brillante fútbol, Luka Modric ha firmado una Liga magnífica. Un total de 1882 minutos, dos goles y cinco asistencias, con el gesto en el pase de exterior registrado a su nombre, 90% en precisión en el pase. Se ganó su renovación hasta que decida retirarse de blanco.
8. EL GRUPO POR ENCIMA DE LOS NOMBRES
La unión de un vestuario renovado y unido ha sido clave en el éxito madridista. El grupo por encima de las estrellas. El traspaso de un liderazgo que ejercía Sergio Ramos y que ahora comparten varios jugadores como Luka Modric, Benzema, Casemiro o Toni Kroos. La situación a la que quedaron relegados estrellas mundiales como Eden Hazard o Gareth Bale, suplentes habituales y con más partidos sin minutos que tiempo en los terrenos de juego. La pérdida progresiva de protagonismo de un jugador de la trayectoria en el club como Marcelo. La poca implicación de Luka Jovic. Nada ha alterado el ambiente del grupo que ha respaldado en todo momento cada decisión de su entrenador.
9. LA FORTALEZA DE VISITANTE
Buena parte de ‘culpa’ de la conquista de LaLiga madridista, a falta de un mes para el final, la tiene su fortaleza de visitante. El equipo de Carlo Ancelotti ganó en todas sus salidas ante rivales directos y equipos de la zona alta de la clasificación. Camp Nou, Ramón Sánchez-Pizjuán, Reale Arena, Benito Villamarín. Trece victorias por dos derrotas, en casa del Espanyol y Getafe, más dos empates, son una muestra de poderío incontestable. Provocó que la brecha con sus rivales creciese ante esos golpes directos. Hasta 35 goles lejos del Santiago Bernabéu, donde encontró menos planteamientos defensivos de sus rivales, y pudo demostrar su poderío con la velocidad de su juego y más espacios que atacar.
10. REACCIÓN DE FORTALEZA A LOS GOLPES
Cada derrota en el Real Madrid genera un terremoto interno pero ninguna de las encajadas en LaLiga Santander provocaron una crisis de resultados que generase dudas dentro del equipo y se reflejasen en la clasificación. Fue un líder sólido al que, tras dos despistes con empates de local (Levante y Villarreal), le sirvió de aviso su primer encuentro perdido, en casa del Espanyol en una cita que marcó a varios jugadores y reforzó la idea de Ancelotti de no apostar por rotaciones. El exceso de confianza se repitió tras las pequeñas vacaciones navideñas, cayendo en Getafe, y el golpe más duro, en autoestima, se lo llevó en el clásico del Bernabéu. El paseo del Barça (0-4), lejos de abrir una brecha interna provocó la reacción definitiva para firmar una racha de triunfos que sentenció LaLiga a las primeras de cambio y ya celebra con cuatro jornadas por disputarse
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