Barcelona superó 3-1 al Girona en su segundo amistoso de preparación para su reinserción en la Liga de España y Lionel Messi volvió a ser Lionel Messi: la Pulga convirtió dos goles y dio un pase genial para la apertura del marcador que firmó Philippe Coutinho. El delantero, de 33 años, fue reemplazado por Ousmane Dembelé a los 63 minutos de juego y, camino al banco de suplentes, quedó retratada una imagen que generó un sinfín de interpretaciones: el saludo del capitán y el entrenador Ronald Koeman, una relación que no comenzó, precisamente, basada en la concordia.
Cuando abandonó el campo de juego, la Pulga le estrechó la mano al director técnico neerlandés, que continuó mirando el partido durante el saludo. El jugador, por su parte, tampoco hizo contacto visual. ¿Una formalidad que no lo ameritaba? ¿El síntoma de que el vínculo se mantiene frío? ¿O una señal de que aceptaron dejar de lado las diferencias para trabajar juntos en pos de una temporada exitosa del elenco culé?
Vale hacer un repaso antes de abordar las interpretaciones que brotaron de la foto: apenas asumió Koeman, Messi se reunió con el flamante DT, horas antes de enviar el burofax mediante el cual se declaró jugador libre y le informó al club su decisión de marcharse, algo que luego decidió no hacer para evitar entrar en un choque legal con la institución que lo cobija desde hace 15 años. En ese cónclave, el orientador le describió su proyecto y habría pronunciado un discurso que no le habría caído bien al astro, planteando que sería inflexible y que se “acabaron los privilegios”.
Acto seguido, Koeman apartó del plantel a varios referentes, como Luis Suárez, Arturo Vidal e Iván Rakitic (quien se marchó al Sevilla) y empleó una vía poco recomendable para tan sensible determinación: lo hizo por teléfono, en lugar de cara a cara.
Pero Messi se quedó en el club y cumplirá su contrato hasta junio de 2021. Y está obligado a convivir y subordinarse al entrenador elegido por el presidente Josep María Bartomeu, con el que la relación también está tensa. En los amistosos, (3-1 al Gimastic y la victoria ante el Girona), el neerlandés lo movió de posición y en todas el atacante cumplió: arrancó por derecha el sábado y fue “falso 9” esta tarde.
Y Koeman se mostró conforme con las variantes con las que tiene en ataque tras el festejo contra Girona. “Messi Griezmann y Coutinho pueden jugar en cualquier lugar del ataque, lo que es bueno para el equipo. El futuro del Barcelona está asegurado con todos estos jugadores jóvenes y de calidad”, dijo el entrenador.
Incluso dejó una frase que supuso un guiño a Luis Suárez, quien todavía se entrena con el Barcelona y no arregló su salida, a pesar de que lo colocaban en la órbita de la Juventus. “Si se queda, será tenido en cuenta”, sorprendió. ¿Un gesto también hacia Messi?
La foto, dicho quedó, provocó diferentes reacciones. Barcelona intentó instalar una mirada en sus redes sociales al presentar la imagen: “Lionel Messi y Ronald Koeman estrechan sus manos”. “¿Sin rencores?”, se preguntó ESPN. “¿Messi firma la paz con Koeman?”, leyó Telemundo Deportes. “Messi lidera también el Barsa de Koeman”, martilló Mundo Deportivo. “Leo se reengancha al Barsa de Koeman”, subrayó Sport. “La imagen que ilusiona al Barcelonismo”, fue grandilocuente @conbalon1.
Claro que también afloraron otras observaciones más filosas entre burlas y memes. “Messi saluda a Koeman como yo saludaría a un inspector de hacienda”, escribió @javit1899. “Pedazo de mal de ojo que le ha echado Messi a Koeman”, se mofó el usuario de Twitter Alex Paredes (@_aleeexpc).
“Fue principalmente un conflicto entre Messi y el club. He hablado con Messi desde entonces y seguiremos como de costumbre”, le había dicho ayer Koeman a la cadena Fox de Países Bajos, buscando desestimar las versiones de una relación compleja. La foto, la primera de la interrelación entre ambos en un partido, ofreció un amplio espectro de miradas.
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