La propuesta de que los Juegos de Los Ángeles 2028 incluyan en su programa el béisbol/sóftbol, el críquet, el lacrosse, el squash y el fútbol bandera (‘tocho’), formulada por el comité organizador, prolongaría el mareo de sucesivas admisiones y exclusiones que sufre el primero, permitiría estrenarse como olímpicos a los dos últimos y llevaría de vuelta a los Juegos al críquet y el lacrosse más de un siglo después de su última aparición.
La lista tiene que ser validada por la Comisión Ejecutiva del COI, que se reunirá a partir de este jueves en Bombay (India) y luego ser sometida a la aprobación de la Sesión del organismo, que se inaugurará en la misma ciudad el próximo domingo.
Los deportes adicionales se sumarían al núcleo básico del programa, que actualmente forman atletismo, remo, bádminton, baloncesto, piragüismo, ciclismo, hípica, esgrima, fútbol, golf, gimnasia, balonmano, hockey, judo, lucha, natación, rugby, taekwondo, tenis, tenis de mesa, tiro, tiro con arco, triatlón, vela, voleibol, surf, skateboarding y escalada.
El béisbol, de nuevo en el programa tras ser dos veces excluido
Si el COI acepta la propuesta de Los Ángeles, el béisbol volverá a ser olímpico después de haber sido descartado para los Juegos de 2012 y 2016, readmitido para los de 2020 y de nuevo excluido de los de 2024.
La joven historia olímpica de este deporte nació en Barcelona’92 y ha sido un continuo vaivén de entradas y salidas del programa.
La solución de fusionar las federaciones internacionales de béisbol y de sóftbol, para meterlos en los Juegos como un único deporte (el béisbol para hombres y el sóftbol para mujeres), tampoco generó la estabilidad deseada.
El principal impedimento para que el béisbol se asentara como deporte olímpico e el pasado fue la imposibilidad de garantizar la presencia en los Juegos de los mejores jugadores, los profesionales de las Grandes Ligas.
«La inclusión del béisbol y el sóftbol (en la propuesta) es un testimonio del atractivo global de nuestros deportes, que ha sido posible gracias a la colaboración continua con todas las partes interesadas, incluidas las ligas profesionales. Estamos seguros de que ambos tendrán un gran éxito entre los aficionados de Estados Unidos y del resto del mundo», indicó la federación internacional, dando por hecho la aprobación de la medida.
El críquet y el lacrosse, olímpicos hace más de un siglo
Otro deporte de bateo, el críquet, fue olímpico solo en una edición, París 1900, con una competición masculina en la únicamente participaron dos equipos, Francia y Gran Bretaña. Ganó la selección de las islas, que en realidad era el equipo del club Devon & Somerset Wanderers, que fue elegido como representante nacional.
Es un deporte de tremenda popularidad en el Reino Unido y en los países de la Mancomunidad Británica de Naciones, en particular en la India, Pakistán y Australia.
En los Juegos de 2028 se disputaría la modalidad Twenty20, con partidos de una sola entrada y un máximo de 20 ‘overs’ (un ‘over’ son seis lanzamientos). Por eso los partidos acaban en unas dos horas y media, cuando en la versión clásica duran varios días.
En España no hay federación reconocida de este deporte, como tampoco de lacrosse.
El lacrosse fue olímpico a principios del siglo pasado, en 1904 y 1908, con victoria canadiense en ambas ediciones, primero ante Estados Unidos y luego ante Gran Bretaña, únicos equipos participantes.
Está considerado como el deporte más antiguo que se practica en Norteamérica, con orígenes en sus pueblos indígenas.
Los jugadores emplean un palo con una red en el extremo, con la que llevan la pelota, la pasan y la lanzan hacia la portería.
El formato olímpico propuesto es también el reducido, el de ‘sixes’, con seis jugadores por equipo en lugar de diez.
El fútbol americano, en la modalidad de ‘tocho’
La Sesión de Bombay debe dar a la Federación Internacional de Fútbol Americano (IFAF) su reconocimiento definitivo -lo tiene provisional- antes de aceptar este deporte, en su versión de ‘fútbol bandera’ o ‘tocho’, sin placajes, en los Juegos.
Esta modalidad sin contacto se considera más dinámica y más barata. El objetivo del juego sigue siendo llevar el balón hasta la zona de anotación, pero para impedir avanzar a los rivales solo hay que quitarles una cinta que llevan en la cadera.
Su novedad en el programa olímpico se uniría a la del squash, posible cuarto deporte de raqueta tras el tenis, el tenis de mesa y el bádminton.
Se juega entre dos contrarios, lanzando la pelota de goma contra una pared. Puede botar solo una vez contra el suelo, pero también puede rebotar en las paredes laterales o trasera.
En los campeonatos de Europa de 2022 la española Marta Domínguez fue cuarta.
El kárate, de nuevo fuera
El kárate, que también tenía solicitada su admisión como deporte adicional, ha visto de nuevo frustrada su intención de repetir la experiencia olímpica que vivió por primera y única vez en Tokio 2020.
En la misma jornada en la que se anunció la nueva propuesta de Los Ángeles, World Karate, la federación mundial de este deporte, desveló una reunión entre su presidente, el español Antonio Espinós, y el miembro del COI Zaiquing Yu para analizar el éxito de los Juegos Asiáticos y estudiar «las esperanzas olímpicas» de kárate. Horas después llegó desde Los Ángeles la mala noticia.
«Lamentablemente el kárate no ha sido incluido en la lista de deportes adicionales», reaccionó Espinós de inmediato. «Incluso si no hemos alcanzado nuestro objetivo, el camino ha sido de desarrollo y crecimiento positivo y seguiremos esforzándonos para volver a formar parte de futuras ediciones de los Juegos (…). Ahora es el momento de centrarnos en el futuro que tenemos delante».
Otros deportes que pidieron ser olímpicos y no han sido incluidos en la propuesta de Los Ángeles son el kickboxing, el motor y el breaking, que sí está en el programa de París 2024. EFE