La final del Mundial de Alemania 2006 tuvo todos los condimentos posibles que puede tener un partido de semejante trascendencia, goles, expulsiones y hasta una definición por penales que terminó coronando a Italia por sobre Francia, que llegaba como el gran candidato. Hubo dos grandes protagonistas de ese encuentro, Zinedinde Zidane, quien esa noche en Berlín jugó su último partido, y Marco Materazzi, no sólo porque fueron los autores de los tantos, sino además por el cruce que tuvieron.
En el minuto 110 del alargue, el capitán del seleccionado galo le acertó un cabezazo en el pecho al defensor italiano que fue castigado con una tarjeta roja por parte del árbitro argentino Horacio Elizondo, quien tiempo más tarde recordó que él no vio la agresión, sino que fue el cuarto árbitro quien se la informó.
La infracción quedó en la historia y, lamentablemente, muchos jóvenes recuerdan a Zidane más por aquel episodio que por su estilo de juego, el cual lo llevó a ser considerado como uno de los mejores jugadores de su país, junto a Michel Platini.
Esta semana, Materazzi participó en un vivo de Instagram junto al Chelf Davide Oldani y habló sobre sus sensaciones luego de aquel cruce. El italiano había marcado el gol de su equipo en la final, el del empate, pero en su país fue destratado por varios aficionados, ya que su provocación a Zidane generó malhumor en los fans del mediocampista francés que había brillado en la Juventus.
“Zidane estaba protegido por los franceses, pero mis propios compatriotas me destrozaron, para mí no son verdaderos italianos…”, señaló el ya ex futbolista. “Soy un patriota. Y siempre he defendido los colores de Italia. Su crítica (la de la gente de su país) es lo que más me dolió después de esta Copa del Mundo. Estas personas deberían haber besado el suelo que pisé, desde que marqué el gol del empate».
El ex zaguero del Inter de Milan, de 46 años, nunca contó exactamente qué fue lo que le dijo al francés para que este lo agrediese, aunque en 2016 dio algunos detalles y desmintió una versión en diálogo con L’Equipe: “Le dije unas palabras estúpidas que no podían provocar tal reacción. El cualquier campo de Roma, Nápoles, Milán o París se escuchan cosas bastante peores. Hablé de su hermana, pero no de su madre como he leído en algunos diarios. Mi madre murió cuando yo tenía 15 años, por lo que nunca habría caído tan bajo de insultar a su madre”.
Hace algunos días, Willy Sagnol, integrante de aquel seleccionado de Francia reveló en diálogo con la cadena radial RMC que estaba “un poco” enojado con el actual entrenador del Real Madrid después de su accionar en el Estadio Olímpico de Berlín en un duelo que terminó con victoria italiana. “Entras al vestuario, has perdido, tienes a un chico que le habla al equipo y se disculpa. ¡Pero no lo oyes! Estás en tu decepción, en tu mundo. Yo no quiero aceptar sus disculpas o conversar con él. Este no es el momento. Tuve que que ir al baño, fumar 250 cigarrillos en diez minutos… Así es como evadí”.
El ex defensor contó que estuvo un largo tiempo enfadado con el actual entrenador del Real Madrid: “No hablamos durante casi dos años. En el 2008, después de la Eurocopa, tenía que casarme. Mi esposa me dijo que lo trajera. Lo llamé de vuelta. No podía venir a la noche, a la fiesta, pero me hizo feliz verlo llegar tarde por la mañana. Tomamos un aperitivo juntos, tuvimos una buena conversación y la vida comenzó de nuevo luego”.
Aquella final fue el último partido como profesional de Zidane. Marcó un gol picando la pelota en un penal y tuvo la mancha negra de irse expulsado por ese acto violento, que quedará para siempre en su registro.
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