Tres mujeres protagonizaron los tres resultados más impresionantes en términos de marcas del Mundial de atletismo de Doha-2019, clausurados este domingo: Dalilah Muhammad (400 metros vallas), Yulimar Rojas (triple salto) y Salwa Eid Naser (400 metros).
– Pulso antológico –
La gran carrera para la historia en este Mundial se dio en los 400 metros vallas, con el apasionante duelo entre dos estadounidenses, la campeona olímpica Dalilah Muhammad y la joven promesa Sydney McLaughlin.
McLaughlin presionó tanto en la recta final a Muhammad que ayudó a su rival a batir el récord del mundo, que dejó en 52.16, mejorando en cuatro centésimas su propia plusmarca, que había establecido en julio con 52.20.
McLaughlin, que tuvo que conformarse con la plata en esa final, tuvo un tiempo impresionante en la final (52.23) a sus apenas 20 años, un tiempo inferior al que desde 2003 hasta este 2019 era el récord del mundo, el de la rusa Yulia Pechonkina (52.34).
Este domingo, Muhammad y McLaughlin pasaron de rivales a compañeras. Juntas se proclamaron campeonas con el relevo 4×400 metros de su país.
El de Muhammad no fue el único récord del mundo de Doha-2019. También se batió el de relevos 4×400 metros mixtos por Estados Unidos, con la mítica Allyson Felix en el cuarteto (3:09.34). Su relevancia es menor teniendo en cuenta que es una prueba que se disputaba por primera vez en un campeonato de este nivel.
– A trece centímetros –
La venezolana Yulimar Rojas era otra de las candidatas al récord del mundo en el triple salto.
«Voy a ir a por todas y a tratar de buscar el récord», había avisado Rojas en una entrevista con la AFP en Doha, días antes de su participación mundialista.
No quedó lejos, exactamente a 13 centímetros: la estrella absoluta del salto triple en la actualidad, a sus casi 24 años, ganó con amplio margen la final del sábado, gracias a una mayor distancia de 15,37 centímetros, conseguida en el segundo intento.
Luego explicó que en los tres primeros intentó batir el récord del mundo. En los tres siguientes tenía ya «las piernas cansadas».
La plusmarca de 15,50 metros de la ucraniana Inessa Kravets, en pie desde 1995, sigue vigente, pero la venezolana no se rendirá el próximo año.
En este 2019 ha tenido una progresión impresionante de sus marcas.
La elevó en agosto a 15,11 metros para ganar el oro en los Juegos Panamericanos de Lima y en septiembre se impuso en la reunión de Andújar (Andalucía, sur de España) con 15,41 metros, lo que la convirtió en la segunda mejor de la historia.
Su 15,37 metros del sábado es la segunda mejor actuación en competición de Rojas y una marca en cualquier caso de las más impresionantes de todo el Mundial.
– Hazaña sorpresa –
En los 400 metros, la bahameña Shaunae Miller-Uibo se presentaba como favorita al oro, pero no contaba con la exhibición de la joven bareiní Sawal Eid Naser, que en una vuelta de pista para la historia paró el crono en 48.14, poniéndose como la tercera mejor de todos los tiempos, apenas unos días después de haber logrado ya un bronce en 4×400 metros mixtos con su equipo nacional.
Únicamente dos mujeres de los años en los que el Telón de Acero no había caído han sido más rápidas que Naser en la vuelta de pista, Marita Koch (47.60 en 1985 representando a Alemania Oriental) y Jarmila Kratochvilova (47.99 en 1983, representando a Checoslovaquia).
Con 21 años y nacida en Nigeria, su metamorfosis ha sido total. Del hiyab con el que comenzó pasó a un ‘look’ rompedor, con varios tatuajes y piercings.
Detrás de su éxito hay un cerebro dominicano, el de José Ludwig Rubio, contratado a finales de 2017 por la Federación Bareiní.
«Para mí esto significa la consagración a mi carrera de más de veinte años como entrenador. Esto nos motiva a seguir soñando por cosas mayores, como la medalla de oro olímpica y el récord mundial», declaró Rubio a la AFP tras la proeza de su pupila más aventajada.
Con información de AFP
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