Un triunfo tan deportivo como político: la ucraniana Yaroslava Mahuchikh conquistó este domingo el oro olímpico en salto alto y toma el trono de la rusa Mariya Lasitskene, excluida de París-2024 por la invasión de Ucrania.
Mahuchikh, de 22 años y vigente campeona mundial y plusmarquista de la prueba, se impuso a la australiana Nicola Olyslagers al haber saltado sin fallos por encima de los 2 metros.
Olyslagers sólo superó los 2 metros al tercer intento en el Estadio de Francia, y repitió con ello la plata de Tokio-2020.
El bronce fue para la ucraniana Iryna Gerashchenko y la australiana Eleanor Patterson, que saltaron por encima de 1,95 m al primer intento pero no fueron más allá de los 1,98 m.
Mahuchikh, bronce en Tokio-2020 con la misma marca, confirmó que es la gran estrella del salto alto femenino, al mes siguiente de haber establecido en París la plusmarca mundial de la disciplina, 2,10 metros.
Pero sobre todo, su triunfo transmite un poderoso mensaje político en una edición en la que la federación internacional de atletismo (World Athletics) vetó a los atletas rusos, como castigo por la invasión de Ucrania lanzada por el Kremlin en febrero de 2022.
«En esta guerra han muerto cerca de 500 deportistas. Nunca competirán, nunca celebrarán, nunca sentirán esta atmósfera. Estoy feliz con esta medalla de oro, que es para todos ellos», dijo a la prensa la flamante campeona.
La noche fue redonda para los ucranianos en el Estadio de Francia, ya que a estas dos medallas se sumó minutos después el bronce de Mykhaylo Kokhan en lanzamiento de martillo.
«Qué gran noche para el pueblo de Ucrania. La gente puede celebrarlo, y dejar de pensar en la guerra por un día», afirmó Kokhan, que le dio a su delegación la sexta medalla en lo que va de Juegos Olímpicos.
Un palmarés nutrido tras la invasión
Mahuchikh, originaria de la ciudad de Dnipro, huyó de Ucrania poco después de la invasión y viajó seis días en coche hasta Belgrado para disputar en marzo de ese año los mundiales de atletismo en pista cubierta, donde se alzó con el oro.
Desde entonces sumó un éxito con otro en competiciones internacionales: tras la medalla de plata en los Mundiales de Eugene (Estados Unidos) en julio de 2022, al mes siguiente se proclamó campeona de Europa en Múnich.
En 2023 conquistó el oro en los Mundiales de Budapest con una marca de 2,01 metros, y este año encadenó la plata en el mundial de pista cubierta de Glasgow en marzo y de nuevo el oro europeo en Roma, en junio.
Su estatus de favorita quedó definitivamente apuntalado en la Liga de Diamante de París, cuando batió un récord que desde 1987 estaba en manos de la búlgara Stefka Kostadinova (2,09).
La ucraniana se apodera así del trono olímpico de la rusa Mariya Lasitskene, campeona en Tokio hace tres años (2,04 m), que ahora se topó con el obstáculo infranqueable de la exclusión de su país de las grandes competiciones de atletismo.
En declaraciones a AFP previas a la final, la ahora campeona olímpica, cuya familia se quedó en Dnipro aguantando los incesantes bombardeos rusos, afirmó que su participación incluía un mensaje político: «tengo la suerte de mostrar a todo el mundo que seguiremos luchando, y que la guerra en Ucrania no se ha terminado».
Ucrania ha enviado una delegación de 143 atletas a París, a pesar de la devastación que la invasión rusa ha causado también en el deporte nacional.
Según un reciente balance de las autoridades de Kiev, los bombardeos rusos dañaron más de 500 instalaciones deportivas, entre ellas 15 que debían servir de entrenamiento para los Juegos, y cerca de 500 atletas y entrenadores murieron.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras informaciones descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/albertorodnews y dale click a +Unirme.