Casi cinco meses pasaron de aquel 11 de marzo, el día que la NBA tomó la drástica decisión de suspender el duelo que iban a protagonizar Utah Jazz y Oklahoma City Thunder porque uno de los jugadores de ambos equipos había dado positivo en el test de coronavirus. Frente dicho escenario, la autoridades decidieron postergar por tiempo indefinido la presente temporada.
Al poco tiempo, el mundo se enteró que el francés Rudy Gobert, estrella de los Jazz, se convirtió en el primer basquetbolista de la mejor liga del mundo del deporte en contraer el virus. El mismo que, sólo unos días antes de conocerse la noticia, tuvo una actitud imprudente en una conferencia de prensa cuando, luego de dar su punto de vista sobre la actualidad del equipo, tocó la mesa y manoseó los micrófonos y grabadores de los periodistas con movimientos exagerados, cuestionando las medidas de seguridad y distanciamiento impulsadas.
Este jueves, el día que la NBA volverá a la acción en la burbuja de Orlando, Gobert rompió el silencio: habló de la situación que vivió y de las críticas que recibió. “Los medios de comunicación lo retrataron como si yo hiciera que se cerrara la NBA”, declaró el hombre de 2.16 metros en una entrevista con el periódico Washington Post.
“Para muchas personas que no piensan más allá de lo que se les pone en la cara, ellos realmente pensaron que traje el coronavirus a los Estados Unidos”, advirtió.
El elegido en las últimas dos temporadas de la NBA como el Jugador Defensivo del Año, atravesó un duro momento tras dar positivo de COVID-19 cuando su amigo y compañero de equipo Donovan Mitchell, sumado a otro jugador -Christian Wood de Detroit Pistons-, contrajeron la enfermedad por estar en contacto estrecho con el gigante de Francia.
“Fue difícil para mí ver a tanta gente cuestionar mi personaje basándose en un video. Esa fue una gran experiencia de aprendizaje. Yo sé quién soy. Las personas a mi alrededor saben quién soy. Todos van a tener una percepción y una opinión diferente de usted. Si empiezo a poner mi energía en eso, viviré una vida muy dolorosa”, recordó Gobert.
Más allá que se disculpó públicamente por lo sucedido y donó 500 mil dólares con el objetivo de apoyar a los servicios sanitarios en su lucha contra el coronavirus en Utah, Oklahoma y su país de origen, Rudy sufrió estar lejos de su familia. “La parte más difícil fue que estaba lejos de mi madre. No quería que ella viniera, porque no sabía si aún era contagiosa o no. Todavía no he visto a mi madre desde que sucedió todo. Es algo de lo que realmente no me gusta hablar, pero me ha apoyado mucho desde que era muy joven. Solo sabiendo lo preocupada que estaba y sabiendo que no podía estar conmigo, fue bastante difícil mentalmente”.
Hoy por la noche, Gobert saldrá a la cancha con el Jazz en el reinicio oficial de la temporada 2019-2020 de la NBA. Más allá que la liga ejecutó un plan con todos los cuidados necesarios para preservar la salud de los jugadores y el resto de los integrantes de las franquicias, el francés contó que le tomó tiempo adaptarse a la idea de volver a jugar después de haber sufrido el coronavirus en carne propia.
“Todavía no estaba en el estado mental adecuado para jugar baloncesto”, explicó Rudy, en referencia a las primeras informaciones que se conocieron en abril sobre el posible regreso a la actividad. “A medida que pasaron las cosas, tuvimos reuniones y aprendimos más sobre el virus, comencé a sentirme mejor mental y físicamente. La principal preocupación para la mayoría de nosotros era asegurarnos de que no solo nos pusieran a jugar y generar dinero y no preocuparnos por nuestra salud. Me sentí mejor con el tiempo con la NBA y la Asociación Nacional de Jugadores de Baloncesto”.
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