Gran parte del comercio tachirense prefiere aplicar los precios de los productos en pesos colombianos, pues de esa forma pueden evadir el precio de la tasa oficial de dólar que aplica el Banco Central de Venezuela (BCV).
Desde Barinas, Apure, Zulia y Táchira, la moneda colombiana es utilizada en un alto porcentaje para la compra – venta de productos y servicios, pero al momento de realizar la conversión de pesos a bolívares, los productos resultan costando por encima de su precio real, hasta casi el equivalente a dos dólares cuando se paga en la moneda nacional.
Los precios al ser fijados en pesos hace que a la hora de pagar con bolívares, la conversión se haga en una tasa a discreción del comerciante, de forma directa, con tasas variables que van desde 420 pesos a 530 pesos por cada bolívar, en los sitios donde todavía aceptan la moneda nacional.
Un grueso de los comerciantes prefieren recibir de manera exclusiva los billetes y monedas colombianas.
El economista Dilio Hernández explicó que la cotización en pesos que aplican los productores y comerciantes de bienes y servicios en el Táchira es totalmente ilegal, y que las instituciones de garantizarle al ciudadano el cumplimiento de las normas monetarias como el BCV, Sudeban, el Seniat, se hacen de la vista gorda ante esa irregularidad.
La realidad económica en la frontera es que hay una oferta de bolívares insuficiente para atender la demanda, originando un desplazamiento a otras divisas, como al peso colombiano, el cual no solo es el más cotizado por su poder adquisitivo en el mercado local- donde una proporción importante de bienes y servicios proceden del mercado colombiano- sino que, además, su oferta en la frontera es superior a la demanda, dejando casi invisible al escaso bolívar en esta región fronteriza de Venezuela, esbozó el experto.
En la frontera del Táchira, el economista Hernández estima que entre el 45% y 50% de la economía se mueve con el uso en pesos; entre el 40% y 45 % en dólares; entre 3% y 5% en euros, y el resto en otras monedas. Solo el 20% de la demanda de efectivo transaccional es cubierta por bolívares, señaló Hernández, dando pie a una distorsión en el mercado cambiario local que afecta a los consumidores finales.
“La tasa no es fijada por el BCV, sino por los propios comerciantes, con una tasa marcadora llamada dólar Cúcuta, totalmente aleatoria, lo que hace que el valor real del bolívar se cotice muy por debajo de lo que debería, entre 25% y 30%, en ese proceso de cambio”, expuso el experto en la materia.
Resaltó Dilio Hernández, que el manejo de pesos hace que las transacciones comerciales sean más operativas, es una moneda más estable y les permite a los empresarios más holgura en su planificación de costos, por lo que pueden mantenerlos como activos de reservas más seguros para cubrir los imprevistos del proceso inflacionario que afectan al país.
Los empleados públicos y personas que perciben sueldos en bolívares son los que reciben el mayor impacto con esta conversión a la hora de pagar. El golpe es mayor por la inflación que se registra en Colombia, tomando en cuenta que gran parte de los productos que consumen los tachirenses son traídos del vecino país.
El diputado Luis Medina, de la fracción de oposición del Consejo Legislativo del estado Táchira, refirió que el gobierno nacional y regional no han analizado las medidas a tomar frente a la situación que se puede presentar con la próxima apertura de la frontera, puesto que no ha definido una estrategia para definirle a los consumidores y comerciantes la tasa de cambio referencial en relación pesos – bolívares.
“Pedimos diseñar una política económica que permita al tachirense abastecerse de productos de primera necesidad. Vemos que en algunos comercios reciben las tasas de pesos a bolívares a un monto y en otros negocios a montos distintos”, añadió el diputado.
De allí que solicitó crear una estrategia unísona a la hora de convertir precios fijados en pesos a bolívares, a fin de evitar situaciones incómodas para los consumidores.
Luis Irurita, propietario de una panificadora que distribuye pan a cadenas de supermercados, contó que el sistema cambiario que existe en Táchira también les afecta, en vista que luego de que se implementó el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (Igtf) las cadenas de supermercados no quieren pagar el producto en moneda extranjera, porque se ven afectados por el nuevo impuesto, por lo que les obligan a recibir bolívares.
Aparte de que les obligan a recibir bolívares, deben darles un mes de financiamiento y cuando van a cobrar una factura que se realizó en bolívares, obtienen pérdidas ante el diferencial cambiario, lo que ocasiona un desfalco a la empresa, relató el panadero.
Luego que reciben el pago en bolívares, al momento de ir a comprar la materia prima, todos los productos que deben adquirir para la fabricación de pan deben pagarlos en pesos, el cual lo reciben en precios distintos en cada comercio, lo que genera pérdidas. Si pagan en bolívares es peor, porque el cambio es más deficiente.
Irurita recalcó que este problema cambiario en la región no está siendo tomado en consideración por las autoridades nacionales y regionales, sobre todo cuando se acerca la apertura de frontera, por lo que expuso que se sería beneficioso que se establezca una tasa en relación dólar – peso regida por el BCV.
“Le hago un llamado al gobierno nacional en este momento para que le pongamos un coto en esta zona fronteriza, para lograr estabilizar el sistema cambiario”, exigió Irutia.
Vale mencionar que el peso colombiano es la moneda de mayor circulación en efectivo en la entidad, pues la mayoría de los ciudadanos ya no conocen la cara de bolívar en los billetes. Ni los cajeros automáticos funcionan.
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