El secretario general del Movimiento al Socialismo (MAS), Felipe Mujica, consideró que la dolarización sin previo aviso de la venta de combustible en un número importante estaciones de servicio es un “disparate” que en su opinión “anula cualquier efectividad del aumento del salario justo cuando, un día me duermo subsidiado y a la mañana siguiente me levanto dolarizado ¿Para qué sirve ese aumento de sueldo, entonces?”.
En su opinión, esto pudiera tener relación con las contradicciones internas del propio gobierno “que no permiten que el país terminé de avanzar cuando se da un paso aparentemente positivo y luego se da otro paso que acaba con el dado anteriormente, volviendo a crear un conflicto y angustia en la población”.
Felipe Mujica aseguró que el reciente anuncio de aumento del salario mínimo hecho por el presidente Nicolás Maduro es “pírrico y no significa absolutamente nada dentro de la vida que tenemos los venezolanos”, ya que a su juicio no es posible que una persona pueda vivir con un monto que ronda los 28 dólares mensuales.
“Esperamos que tengan alternativas y mecanismos para que ese aumento no se quede allí y vengan otros aumentos que faciliten mejorar la calidad de vida y se normalice la economía”.
Diálogo con Estados Unidos
Para Felipe Mujica, secretario general del Movimiento al Socialismo MAS, el diálogo “que hemos venido defendiendo y que otros han negado de manera reiterada, queda una vez más reivindicado cuando sorpresivamente llegó al país hace pocos días una delegación de los Estados Unidos a dialogar con el gobierno venezolano, aparentemente para proponer acuerdos energéticos”.
Advirtió que este es un derecho de los seres humanos que siempre puede ser ejercido aunque existe una paradoja en la política venezolana, cuando un sector que definió como radical de la oposición, acompañado por distintos gobiernos de los Estados Unidos “han tenido una actitud de permanente negativa al diálogo así como de la posibilidad de resolver problemas que lleven a la reconciliación del país”.
Recordó que durante el gobierno de Barack Obama se emitió un decreto donde se señalaba que Venezuela era un peligro para los Estados Unidos, algo que fue ratificado por la gestión de Donald Trump y más recientemente por Joe Biden, cuyo gobierno “mandó una delegación a conversar con el gobierno venezolano, con el que tenía relaciones rotas desde 2019, sobre temas de los que exactamente no sabemos su contenido más allá de las especulaciones”.
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