El cuarto día de la nueva modalidad de venta de gasolina, las colas para surtir el combustible importado a Irán se hacen más largas en cuatro estados petroleros del país.
Isabella Reimí │Efecto Cocuyo
Tras días intentando, este jueves 4 de junio Jesús Castro pudo echar gasolina a su carro en la estación de servicio de Cabimas, en la Costa Occidental del Lago de Maracaibo. Pagó 17 dólares por 34 litros, a precio internacional de 0, 50 dólares el litro, que era la cantidad en efectivo que tenía a la mano.
A pesar de que Venezuela es un país petrolero, desde el lunes 1 de junio, en todo el territorio nacional los venezolanos compran la gasolina iraní que encargó el gobierno de Nicolás Maduro como consecuencia de la paralización de la actividad en refinerías. Incluso en los estados que cuentan con pozos o zonas de explotación petrolera, como Zulia, la gasolina nacional escasea y la importada parece ser insuficiente.
De acuerdo con el anuncio del gobierno de Maduro, las estaciones estarían en funcionamiento hasta las 7:00 de la noche, pero desde el primer día en Zulia las bombas abrieron a las 10 de la mañana, cuando llegó la gasolina y cerraron a las 12:00 del mediodía, cuando se acabó.
Desde entonces, las gasolineras en Maracaibo han cerrado sistemáticamente a esa hora, por lo cual, el segundo día que acudió a hacer la cola a la estación Pichincha, Castro tampoco tuvo éxito.
Este jueves madrugó a las 6:00 de la mañana y logró su cometido en la bomba El Control, a precio internacional. En esta no preguntaron por su número de placa.
Sin embargo, sus amigos, que se despertaron a las 3:00 de la mañana para intentar conseguir la gasolina subsidiada en la estación Pichincha, no lo lograron.
“Ya a las 5:00 am habían seis cuadras de cola y a las 10:00 de la mañana la estación todavía no había recibido combustible”, dijo a Efecto Cocuyo.
Al otro lado de la Costa siguen esperando
Mientras tanto, en la Costa Oriental los lugareños siguen esperando. De acuerdo con María Pérez, que vive en Ciudad Ojeda desde el lunes no se ha vuelto a ver gasolina a precio subsidiado ni internacional.
Sin embargo sus padres, al igual que sus vecinos, decidieron probar suerte este jueves en la cola de la estación central Los Morochos mientras su hija trabaja. De acuerdo con Pérez, las colas para la gasolina no se han detenido a pesar de que los camiones cisterna que cargan el combustible no aparecen.
Pérez considera que la escasez de gasolina en este estado de pozos petroleros constituye un riesgo en estos tiempos de pandemia.
“En las colas de espera la gente está amurruñada y los autobuses van hasta la metra”, expresó, refiriéndose al poco distanciamiento que pueden guardar los marabinos, ya que las unidades han reducido su funcionamiento.
Dos días de cola en Monagas
Desde las 5:00 de la tarde del miércoles Moisés Bermúdez hizo la cola en la estación de servicio La Esmeralda en el sector Tipuro de Maturín para poder llenar el tanque de su vehículo al día siguiente con gasolina iraní. Estaba en el puesto 61.
A las 8:00 de la mañana de este jueves Bermúdez logró surtir 30 litros de combustible subsidiado, pero sin mucho tiempo para descansar, llegó a su casa para repetir el proceso. Desde las 10:00 de la mañana espera en fila con el carro de su mamá para que lo atiendan el viernes. Según explicó, las colas cada vez son más largas.
Hasta un kilómetro de cola en Anzoátegui
En Anzoátegui, otro estado petrolero en el oriente del país, a Leonardo Mata “ya le está dando miedo salir a colocar gasolina el próximo lunes”. Según explicó, las colas cada vez se hacen más largas, ya sea por la gasolina subsidiada a 5 mil bolívares el litro o la de precio internacional que cuesta 0.50 dólares.
Cuando fue a llenar su tanque el pasado lunes en la estación Oasis hizo 1 hora y 20 minutos de cola para comprar la gasolina subsidiada. Ese día “todas las colas estaban relativamente cortas por la incertidumbre que la gente tenía… la gente se cohibió de salir”, narró.
Sin embargo, toda esta semana que ha salido a trabajar pudo observar que en Barcelona se hacen colas hasta de 2 kilómetros de carros que quieren pagar la gasolina a 5 mil bolívares. También la cola para comprar el combustible a 0,50 dólares se ha hecho más extensa, de 1 kilómetro informó Mata en una entrevista telefónica.
Ve con preocupación que, en algunas estaciones de servicio del estado Anzoátegui, las cisternas empiezan a abastecer las estaciones a partir de las 2:00 de la tarde y a las 5:00 cierran, dejando entre 200 y 300 vehículos de la fila sin combustible.
“Así como está esta situación en Barcelona, es igual en Puerto La Cruz y Lecherías”, comentó.
María Victoria Mago, que reside en el municipio Bolívar cerca del Núcleo de Anzoátegui de la Universidad de Oriente confirmó que, después de pararse a las 6:00 de la mañana para iniciar la cola en la bomba de gasolina más cercana, se regresó a casa en la tarde con las manos vacías.
Sin garantías de que podrán atenderlos, los familiares de Mago deben pararse a las 4:00 de la mañana para iniciar la cola y esperar por lo menos 7 horas.
Reduciendo la gasolina en Delta Amacuro
Román Medina, vecino de Tucupita en el estado Delta Amacuro, se disgustó cuando fue a llenar su tanque de gasolina en la estación de la calle Manamo y las autoridades le informaron que este jueves estaban repartiendo 30 litros en lugar de 40, como lo venían haciendo los días anteriores.
Empezó la travesía a las 7:00 de la mañana, pero aún a la 1:00 de la tarde sigue en la línea de espera. A diferencia de las otras experiencias recogidas por Efecto Cocuyo, Medina sabe de dos estaciones en su municipio que cuentan con el sistema biopago, sin embargo, funciona con mucha lentitud, por lo cual se generan cuatro cuadras de cola en el centro de la capital.
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