Guyana está al borde de un auge petrolero. Después de una serie de éxitos exploratorios sin precedentes, donde 13 de 15 pozos perforados dieron dieron resultados positivos, un consorcio liderado por ExxonMobil comenzará la producción en el bloque Stabroek, a 193km de la costa, a principios de 2020.
Comenzando con 120.000 b/d desde el campo Liza, la fase 2 de Liza agregará otros 220.000 b/d dos años después, y la compañía apuntará a 750.000 b/d —aproximadamente un barril por habitante de Guyana — para 2025.
Estos éxitos, que han dado lugar a estimaciones de alrededor de 5.000-10.000 millones de barriles de equivalente de petróleo recuperable, han llamado la atención de petroleras a nivel mundial.
Grandes jugadores compiten por posicionarse antes de las futuras rondas de licencias y buscan participar tempranamente a través de fusiones, adquisiciones y empresas conjuntas, mientras el Gobierno guyanés se apresura a establecer una legislación que asegure al país una parte justa de los recursos.
Máxima prioridad
Guyana es la principal prioridad de exploración de la empresa británica Tullow Oil a nivel mundial, dijo a BNamericas el titular de exploración para Sudamérica, Jerome Kelly, en el marco de la Chameleon Events Guyana Oil & Gas Economic Summit, realizada en Londres.
La empresa está a días de comenzar la perforación en los pozos Jethro y Joe en el bloque Orinduik, adyacente a Stabroek.
El pozo se perforará con el barco Stena Forth Drill a mediados de julio y se trasladará desde el pozo Jethro Lobe en el mismo campo
Más adelante en el año se planea la perforación en un tercer objetivo, Carapa, liderada por el socio del consorcio Repsol en la licencia del bloque Kanuku.
“He estado en el negocio durante 30 años y Guyana es uno de los cinco principales lugares en los que he trabajado en todo este tiempo”, dijo Kelly.
“A nivel mundial, en 2019 es la prioridad de exploración número uno de Tullow. Y en 2020 podría seguir estando entre los tres primeros lugares”, agregó, con más de la mitad del presupuesto de exploración global de la empresa contemplado para Guyana este año.
Sin embargo, advirtió que si bien la tasa de éxito de ExxonMobil (87%) no tiene precedentes, no hay garantía de que algo como esto se aplique a otras áreas cercanas.
Tullow, el operador del bloque Orinduik tiene una participación del 60 por ciento, Total tiene el 25 por ciento y Eco Atlantic Oil and Gas tiene el 15 por ciento.
“Solo porque alguien tenga éxito, incluso en un área amplia, eso no siempre se traduce, particularmente cuando te mueves de aguas más profundas a aguas más someras, pero hemos visto muchos paralelos, particularmente en áreas inmediatamente adyacentes a Stabroek”, señaló.
El marco legislativo
Si bien Tullow, junto con sus competidores, estará dispuesta a participar en las nuevas rondas de licencias, es probable que esto esté un poco alejado.
“El Gobierno de Guyana necesita armar el marco legislativo para hacer que esas rondas de licitaciones se realicen y eso lleva tiempo”, indicó Kelly.
Las prioridades para el gobierno incluyen avanzar en el proyecto de ley de la comisión de petróleo, que incluirá reglas relacionadas con contenido local y actividades de exploración upstream y midstream, dijo a BNamericas en el evento el titular del Departamento de Energía, Mark Bynoe.
También se planean cambios en el acuerdo de producción compartida y en los contratos, lo que le dará al gobierno una participación mucho mayor en los recursos en futuras rondas.
“Lo que estamos tratando de hacer es asegurarnos de que haya previsibilidad, equilibrio, transparencia y buena gobernanza”, agregó Bynoe.
De estos objetivos, es probable que la transparencia sea clave, ya que el gobierno está dispuesto a evitar cualquier corrupción, particularmente a la luz de la investigación de corrupción Lava Jato, centrada en el presunto fraude en los contratos entre grandes grupos de construcción y la petrolera estatal brasileña, Petrobras.
Guyana es uno de los países que más mejoraron en el Índice de Percepción de la Corrupción 2018 de Transparency International, aunque de todos modos se ubicó en el puesto 93 de 180.
Mientras tanto, la mención de previsibilidad ofrece un indicio de que el país podría estar planificando un calendario de licitaciones, comprometiéndose a varias subastas por año —siguiendo el ejemplo de Brasil— pero esto no se ha confirmado.
Falta de contexto
Con el sector petrolero guyanés en su infancia, al igual que el Departamento de Energía, existe preocupación por la falta de contexto, tanto en términos de legislación como de protocolo.
“Todos piensan que pueden hacerlo [establecer una industria petrolera multimillonaria], pero nadie lo entiende”, dijo a BNamericas el presidente de la consultora Abis Energy, Francis Kiernan, también en la cumbre.
“No entienden lo que es comerciar con países del primer mundo, que se necesitan licencias, certificación, due diligence, transparencia, gobernanza. De lo contrario, no harán negocios contigo”, añadió.
Gran escala
Si bien persisten las dudas sobre el futuro marco legislativo y el calendario de futuras rondas de licitación, la escala de la oportunidad está fuera de toda duda.
El petróleo por sí solo podría triplicar el PIB del país sudamericano, con posibilidad de transformarlo en una nación desarrollada en 30 años, agregó Kiernan.
Y es probable que la escala de la oportunidad no deje de crecer.
“Yo diría que las estimaciones originales de 5.000-10.000 millones de barriles pueden duplicarse fácilmente”, señaló a BNamericas el titular de operaciones de Eco Atlantic, Colin Kinley, citando los resultados hasta la fecha y la prospectividad potencial en otros sitios.
“El mayor problema será la inversión de capital para lograrlo. La economía se ve fantástica. El gobierno está planificando responsablemente el futuro. No hay tanta prisa por obtener el petróleo demasiado rápido”, añadió.
Con información de DMb | La Patilla