Wilbur Ross, secretario de Comercio de Estados Unidos, presentó una serie de «sugerencias» que su país plantea para recuperar la economía de Venezuela una vez superado el régimen de Nicolás Maduro.
Durante la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela que tuvo lugar esta jornada en Lima, Ross sostuvo que la base de un cambio económico está en lograr que la «inversión privada se cimente por la confianza en el crecimiento económico, basado en reformas económicas, el imperio de la Ley, la transparencia, la cooperación global y la integración regional».
Ross clasificó los esfuerzos para lograr «la prosperidad» venezolana en cuatro categorías principales: el sector energético, la estabilización macroeconómica y financiera, la normalización agrícola y la rehabilitación del sector privado.
Todos esos elementos deberían cumplir objetivos a corto, medio y largo plazo, que requerirán ayuda inicial para «arrancar la maquinaria», algo para lo que EE.UU. ayudará a la hora de «movilizar recursos y expertos», eso sí, «toda vez que Maduro y sus colegas se marchen».
«El corto plazo incluye ayuda humanitaria inmediata, uno o dos meses después de Maduro. El plazo medio será trabajar para revertir el impacto del socialismo, entre los tres y doce meses posteriores, y los esfuerzos a largo plazo serán recuperar el crecimiento económico sostenible», indicó.
Caso por caso, las sugerencias de Ross para la energía pasan por instituir reformas «promercado», y promover «la participación de firmas privadas» mediante una nueva ley de hidrocarburos, destacó EFE.
Luego se debería mejorar la regulación para las empresas de energía, facilitando la inversión privada y las licitaciones, además de reparar el sistema de generación energética.
En cuanto a la estabilización macroeconómica, lo primero que EE.UU prevé hacer será eliminar las sanciones y promover el crédito, enviando consejeros técnicos y buscando que instituciones financieras internacionales tengan confianza «en las nuevas políticas económicas».
Más adelante se buscará renovar el Banco Central, el sistema impositivo, las instituciones fiscales y el sector bancario, «en el contexto de un acuerdo a largo plazo con el FMI y en la necesidad de la estabilidad económica y elecciones libres».
La agricultura venezolana tendrá un tratamiento de choque y recibirá «importaciones de semillas, fertilizantes, equipamiento y consejería técnica».
Luego, se dará impulso a una mayor cooperación agrícola entre EE.UU y Venezuela, al tiempo que se buscará «estimular las cadenas de suministro locales» para que los productores puedan cubrir las necesidades del país.