El ministro de Finanzas de Hugo Chávez en 2007, Rodrigo Cabezas, descarta que Venezuela esté a las puertas del crecimiento económico y le irrita la noción de que la proliferación de bodegones, repletos de productos importados, sea un signo de mejoría financiera en el país.
Por Gustavo Ocando Alex / voanoticias.com
“No confundamos la burbuja importadora de corto plazo, la de los bodegones, con un proceso deseable, pero ausente en la rigurosidad, que envuelve una apertura económica”, dijo el exministro en entrevista con la Voz de América.
La conversación con el profesor e investigador activo de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad del Zulia ocurrió en dos arenas: primero, con un intercambio de preguntas y respuestas mediante correos electrónicos; y, luego, en un encuentro, cara a cara, en la biblioteca de su hogar, en Maracaibo.
Cabezas, docente de las cátedras universitarias Economía Venezolana y Economía Contemporánea de China, rompió filas con el madurismo hace cinco años.
Fue parlamentario por 22 años. Escribió el libro “La Izquierda, rehén de su negación”, donde analiza el devenir de esa tendencia política en Latinoamérica.
En la entrevista pronostica la caída del Producto Interno Bruto de Venezuela entre 9 y 11 por ciento este año. También, habla de Nicolás Maduro, el Petro, la dolarización, el Plan País de la oposición y la urgencia de una salida política, antes que económica.
“No existe ninguna posibilidad de crecimiento del PIB en las actuales condiciones macroeconómicas y políticas”.
VOA Noticias: Algunos economistas están optimistas por un posible crecimiento de la economía. El mismo presidente en disputa, Nicolás Maduro, lo augura. ¿Cuál es su apreciación?
Rodrigo Cabezas: No existe ninguna posibilidad de crecimiento del PIB en las actuales condiciones macroeconómicas y políticas. Un nuevo descenso de la producción este 2020, por sexto año consecutivo, es posible presagiarlo desde la continuidad de las cada vez mayores restricciones externas financieras y comerciales, la prolongación del deterioro operacional y financiero de la industria petrolera, las debilidades del sector eléctrico, el racionamiento del combustible para el mercado interno, la hiperinflación con su efecto destructor del salario real y, por tanto del consumo, la inversión y el multiplicador del gasto público y, finalmente, la destrucción del crédito real al sector privado.
VOA Noticias: Entonces, a su juicio, ¿El PIB seguirá en caída?
Cabezas: Ninguno de los disparadores del PIB está en capacidad de hacerlo crecer. Recuerde que en economía no hay milagros, hay hechos económicos. El producto (PIB) caerá en 2020 entre menos nueve y menos once por ciento. Es mi estimación optimista.
VOA Noticias: Hay quien cree que evidencia una apertura y la liberación económica del gobierno en disputa.
Cabezas: En este contexto de crisis económica, humanitaria y política, de un gobierno absolutamente errático y sin dirección de política económica, de aislamiento y bloqueo internacional, no es posible recuperar la inversión extranjera directa, que sería uno de los indicadores positivos de una apertura económica.
“Lo que ocurre con los bodegones no es sostenible”.
VOA Noticias: ¿Qué interpreta de la proliferación de bodegones con bienes importados en Venezuela?
Cabezas: Los bodegones en Caracas son un nicho de comercio de viejos y nuevos importadores que aprovecharon la reducción arancelaria a bienes de consumo directo, la depreciación brutal del bolívar y la consecuente circulación de divisas. Acá el gobierno sufre de amnesia con su famosa ley de precios justos aprobada por la ANC (Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela). Lo que ocurre no es sostenible.
VOA Noticias: ¿Qué reflejan esos bodegones, entonces?
Cabezas: El desatino de liberar aranceles de importación a bienes de consumo y mantenérselos a las importaciones de insumos, materia prima, bienes intermedios y de capital requeridos por la agricultura, agroindustria y la industria nacional. En la práctica, el gobierno autorizó una competencia desleal en precios de los comerciantes importadores con los productores nacionales. Ello contribuyó al desplome del PIB en 2019, es el más devastador en 100 años, menos 25,5 por ciento, según CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe). Esta burbuja de comercio debería ser una vergüenza para un gobierno que presume de “socialista”. Refleja el agravamiento de la desigualdad socioeconómica, de una minoría con capacidad de compra, refugiada en los dólares y, una inmensa mayoría de venezolanos, un 65 por ciento, con nulo o marginal acceso a divisas, prisioneros del bolívar que les condena a una vida de sacrificios terribles para alimentarse mínimamente.
VOA Noticias: Hay economistas que opinan que las sanciones económicas de Estados Unidos acelerarán la liberalización y apertura económica.
Cabezas: Mi mirada de economista no me permite ver ese proceso. ¿Dónde están los arreglos económicos, financieros, comerciales, legales y la confianza que atraigan los flujos de inversión extranjera y nacional, con su encadenamiento tecnológico, instalándose en nuestra industria y agroindustria? No existen. En 2018, la cifra más actualizada sobre la IED de América Latina indica que, de 184 mil millones de dólares captados, Venezuela no llegó a dos mil millones de dólares. No confundamos la burbuja importadora de corto plazo, la de los bodegones, con un proceso deseable, pero ausente en la rigurosidad, que envuelve una apertura económica, cuyo principal impacto debería ser en la reindustrialización del país.
VOA Noticias: ¿Qué opinión le merece el anuncio de reestructurar PDVSA bajo la conducción del ministro Tareck El Aissami?
Cabezas: Esa medida es de reality show. PDVSA la controlan el gobierno y los militares. Me pregunto: ¿a quién van a reestructurar o cambiar? Una comisión de nueve personas de las cuales ocho no saben nada de la industria, ¿qué se puede esperar? Pues, nada. No pasará nada en términos de detener el desgaste operativo y su crisis financiera. Lamentablemente, en este contexto de crisis y bloqueo, les está vedado recomponer la variable inversión. Ellos deberían saberlo.
VOA Noticias: ¿Qué consecuencias se desprenden de la sanción norteamericana a la rusa Rosneft por hacer negocios con PDVSA?
Cabezas: En los próximos tres meses, se cerrarán más espacios de distribución internacional de nuestro crudo y de importación de gasolina y lubricantes. Directamente, no impacta la extracción de crudo, pero le añade más cuellos de botella a una empresa venida a menos. Un camino intermedio es la venta de petróleo por alimento y medicinas, pero la polarización no la hace viable.
Dolarización y Petro
“El Petro está construido sobre bases fraudulentas”.
VOA Noticias: Maduro da la bienvenida a la dolarización en Venezuela como una “autorregulación” de la economía. ¿Qué opina de ese proceso?
Cabezas: En estricto sentido económico, en Venezuela no hay dolarización si lo entendemos como la sustitución legal e irreversible de la moneda nacional por el dólar norteamericano. Así como ocurrió en el Ecuador en el 2000. Estoy entre los que no comparten esta proposición extrema. El día que las élites gobernantes decidan eliminar la moneda nacional, estarán mutilando la posibilidad de desarrollar nuestra industria exportadora no petrolera en el largo plazo. Con la dolarización formal, renuncias al instrumento de la política cambiaria y monetaria, te subordinas a la Oficina del Tesoro de Estados Unidos.
VOA Noticias: Se opone, entonces, a los efectos de la dolarización formal.
Cabezas: Literalmente, muere el tipo de cambio competitivo que apuntale, entre otras cosas, tu sector externo. Los países que llegaron al desarrollo en el siglo XIX y XX y los que se acercan a él en el XXI lo hicieron con sus monedas nacionales. Venezuela vive un proceso anárquico que lo agravó la hiperinflación en 2018, 2019, al destruir el bolívar. Cuando el gobierno saluda y alimenta que se incrementen las transacciones comerciales en dólares está reconociendo su estruendoso fracaso en la defensa del signo monetario nacional.
VOA Noticias: El gobierno en disputa ancla los precios al valor del Petro y lo abandera como una herramienta para vencer el llamado bloqueo económico. ¿Qué visión tiene sobre el tema?
Cabezas: El Petro no es ni será solución a ninguno de los problemas centrales de la crisis económica y humanitaria de Venezuela. No lo es porque está construido sobre bases fraudulentas. El Petro no es criptomoneda y no lo es porque no cumple el requisito de ser independiente del gobierno y descentralizada. Además, no se puede minar y no tiene la confianza del mercado.
VOA Noticias: Y, ¿qué opina sobre la noción del Petro como criptoactivo?
Cabezas: Si admites que es un criptoactivo, te encuentras con el problema de que su valor no es convertible en sus reservas de activo como el petróleo, oro, hierro, diamantes. Convengo con economistas que afirman que el “Petroaguinaldo”, entregado a siete millones de personas (en diciembre), lo convirtieron en medio de pago digital con la contrariedad de haber reforzado la hiperinflación y la recesión. La única conversión del Petro es cambiarlos a bolívares que “produce” el BCV. El tipo de cambio se incrementó 90 % en diciembre pasado. Más erráticos, imposible.
VOA Noticias: ¿Fue ese el primer paso para hacer del Petro una unidad de cuenta y de pago, acaso una nueva moneda nacional?
Cabezas: Un exministro de Finanzas de un país que asesoraba al gobierno en 2018 me confesó que, en el programa de estabilización y recuperación económica anunciado en agosto de ese año, habían recomendado utilizar el Petro como unidad de cuenta para anclar los precios relativos a él y, con ello, detener la inflación, convirtiéndolo, ganada la confianza del mercado, en la nueva moneda nacional. Era un esquema parecido al Plan Real aplicado en Brasil. Ello explica el anuncio del déficit fiscal cero. Jocosamente, me dijo: “no nos entendían”. Se refería a la incapacidad profesional y técnica de esos equipos en el campo macroeconómico. El gobierno se puede alegrar con tener una unidad de cuenta, hasta de cambio nacional, pero ella es absolutamente inútil en la tarea de superar la crisis económica.
Presidenciales en 2020
“Bajo el actual liderazgo gubernamental, no existe ninguna posibilidad de recuperar la economía”.
VOA Noticias: ¿Qué propone como salida a la crisis?
Cabezas: Hoy prela (es necesaria) la política por sobre la economía. El presidente Maduro y su entorno político, apoyándose en el alto mando militar, cerraron las autopistas democráticas de Venezuela. Ya es hora de que las abran. Hay una sola salida y es democrática. No tienen opción. La nación entera y la comunidad internacional exigen unas elecciones presidenciales libres y creíbles con un árbitro electoral radicalmente imparcial. Esa será la salida y será este año 2020.
VOA Noticias: ¿Cómo se producirá esa salida, a su entender?
Cabezas: Ello supone diálogo y acuerdo entre lo que representa Maduro y las fuerzas democráticas opositoras que lidera Juan Guaidó. Así será, porque por razones humanitarias, económicas y de gobernabilidad política se agotó el tiempo. Venezuela no se merece esta postración a la que nos llevaron. Bajo el actual liderazgo gubernamental, no existe ninguna posibilidad de recuperar la economía. Su desprecio a la conducción profesional de las políticas de estado no les permite saber qué hacer y, lo que es peor, como diría el profesor Matus, “no saben que no saben”. El cambio democrático es una necesidad con fuerza histórica.
VOA Noticias: ¿Y cómo se solucionarán la crisis económica y humanitaria?
Cabezas: Detener la recesión y vencer la hiperinflación es el desafío mayor de la política económica en el corto plazo. Para lograrlo, no es cierto que estemos condenados a programas de austeridad que agreguen más sufrimiento a los venezolanos. Observo que los factores que gravitan en la comunidad internacional financiera y geopolítica favorecerán una estrategia de cuatro horizontes urgentes: restaurar la estabilidad macroeconómica; proteger e incluir a los sectores más vulnerables de la sociedad, los más pobres; rescatar la industria petrolera; y garantizar recuperar la senda del crecimiento con sostenibilidad.
VOA Noticias: ¿Qué opina del Plan País elaborado por la Asamblea Nacional y el Frente Amplio? ¿Es idóneo para recuperar la economía?
Cabezas: He leído el Plan País. Me parece que apunta correctamente al tratar el tema de la estabilidad y los equilibrios macroeconómicos. Fue hecho por profesionales de la ciencia económica de pensamiento diverso. Es el punto de partida en el desafío que viene.
VOA Noticias: Se anticipa la ayuda del Fondo Mundial Internacional y organismos multilaterales en Venezuela. ¿Habría ‘programas de shock’?
Cabezas: El ‘qué hacer’ está pensado desde los instrumentos de la ciencia económica, la realidad nacional y de la experiencia histórica. Permítame enumerar tres principios: uno, la necesaria gradualidad del proceso de estabilización. Los equilibrios serán económicos-sociales. Dos, la reinserción y apertura de la economía venezolana en el mercado financiero global, que nos permita renegociar la deuda externa, un nivel adecuado de reservas, estabilizar el sistema cambiario y acceder a los multilaterales para financiar la inversión pública. Y, tres, la prohibición al Banco Central de emitir dinero electrónico de la nada.