El bolívar dejó de dominar la economía venezolana y ahora los ciudadanos manejan dólares y otras divisas para evadir los estragos de la devaluación, sin embargo, este método ha traído un nuevo problema: la escasez de billetes de baja denominación impide una comercialización fluida.
El Pitazo | Lewin Granados
El Pitazo realizó un recorrido por diferentes comercios en Caracas para constatar las dificultades que ha generado la falta de sencillo.
«Las ventas están horribles, peores que en enero y febrero. El tema con el cambio nos trunca las ventas porque la gente quiere recibir sus vueltos y cuando no tenemos simplemente dejan de comprar. Ni siquiera intentan pagar una diferencia en bolívares», expresó una empleada de un bodegón al portal.
Muchos clientes se han quejado pues argumentan que si el establecimiento acepta dólares, deberían también entregar divisas como cambio. No obstante los comercios optan por depositar el dinero una vez cerradas las cajas.
«Por eso no contamos con suficiente sencillo para atender a los usuarios al siguiente día», expresó un gerente de la cadena Farmatodo.
Otro vendedor en un frutería en Petare contó que adaptarse a la dolarización ha sido un proceso incómodo debido a la falta de billetes, en especial porque la mayoría de los clientes pretenden comprar por montos entre 2 y 4 dólares, pagando con billetes de 20 dólares. «Así es imposible completar la venta», se lamentó.
La situación ha empeorado por la disminución de la circulación de divisas en las calles generada por la caída de las remesas y la migración de efectivo al mercado del combustible.
Las estimaciones de Ecoanalítica indican que actualmente circula alrededor de 2.136 millones de dólares en el país, una cifra que evidencia un descenso de cerca de 600 millones de dólares en efectivo que circulada en Venezuela para finales del año pasado.
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