En el peor escenario político-económico para Venezuela, la administración de Nicolás Maduro puso en marcha el nuevo sistema de precios dual a la gasolina, en momentos cuando el país se encuentra sometido por los efectos de una crisis sanitaria, lidiando con las limitaciones comerciales de estar en una pandemia, además de las criticas condiciones socioeconómicas que padece la mayoría de la población, según reseña el último informe publicado por Torino Economics, la unidad de investigación de Torino Capital.
Añade la consultora financiera que la medida debía tomarse por los altos costos que implica el proceso de producción, distribución y comercialización de la gasolina, pero lo cuestionable es el momento y el cómo se está llevando a cabo.
Al contrastar los gastos que tendría que recurrir una persona con salario mínimo en la región latinoamericana para llenar un tanque de gasolina estándar (40 litros), en promedio esta persona tendría que trabajar 3 días para llenar un tanque de combustible, sin embargo, en Venezuela, a precio internacional, la misma persona tendría que trabajar 176 días para poder llenar el tanque de su vehículo, sin destinar recursos a otros tipos de gastos como de consumo de alimento u otros, destaca el informe presentado por Torino Economics.
En medio del colapso petrolero venezolano, el deterioro de la industria y el impacto de las sanciones internacionales promovidas por el gobierno que preside Donald Trump en los Estados Unidos, la nación sudamericana productora de crudo sufre un aislamiento internacional que influye en la generación de ingresos, según destaca el último informe realizado por Torino Economics.
Agrega el informe que la pérdida de la capacidad del país para producir combustible provocó una crisis de escasez de gasolina que paralizó a toda la nación, por lo que la administración de Nicolás Maduro recurrió a utilizar parte de sus reservas internacionales, al extraer 9 toneladas de oro de sus bóvedas, equivalente a USD 500 millones a cambio del apoyo de su viejo aliado para revivir las paralizadas refinerías de gasolina de Venezuela.
En este contexto, el oro que se encuentra en Caracas es ahora una fuente de riqueza aún más importante para Venezuela, la cual ha continuado su escalada en cuanto a la crisis socioeconómica y política bajo las condiciones del entorno global y los efectos del COVID-19 sobre su economía.
No obstante, en el informe presentado por Torino Economics señala que, a pesar de las 70 toneladas de oro que posee el Estado venezolanos en sus bóvedas, su venta se ha vuelto cada vez más difícil. Es así, como Venezuela ha buscado acceder a cualquier fuente de recursos disponibles.
– Acuerdos energéticos con Irán –
Los lazos bilaterales entre Venezuela e Irán se desarrollaron a partir de 1960, cuando los dos países se unieron con Irak, Kuwait y Arabia Saudita, como integrantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), manteniendo alianzas mínimas, al menos hasta la llegada de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela en 1999, cuando el mandatario venezolano y su par iraní, Mahmoud Ahmadinejad, fortalecieron lazos políticos y comerciales movidos por su cercanía como gobiernos opuestos a los Estados Unidos.
De acuerdo con los datos reseñados presentados por Torino Economics en su informe, entre 2005 y 2012, los dos países firmaron más de 270 acuerdos, incluidos acuerdos comerciales y pactos sobre proyectos de construcción, producción de automóviles, iniciativas de energía y programas bancarios.
En diciembre de 2008, el valor de los proyectos de desarrollo industrial emprendidos por firmas de iraníes en Venezuela había alcanzado unos USD 4.000 millones.
Posteriormente, los lazos entre Irán y Venezuela disminuyeron tras la partida física del presidente Chávez y que el presidente Rouhani inicialmente no dio prioridad a las relaciones con los países de América Latina, por lo que solamente se firmaron seis acuerdos en los ámbitos económico, financiero, tecnológico y científico en junio de 2015.
Indica la unidad de investigación de Torino Capital que fue en el 2018, cuando las relaciones se estrecharon nuevamente después que Estados Unidos volviera a imponer sanciones a Irán en noviembre de ese año.
Más tarde, en abril de 2019, Mahan Air de Irán reanudó los vuelos comerciales entre Teherán y Caracas, y luego en ese mismo año, Irán y Venezuela firmaron nuevos acuerdos científicos y tecnológicos para la cooperación en educación, nanotecnología, biotecnología e ingeniería.
– Reanudación de acuerdos en el área energética –
Ante lo antes descrito, Torino Economics destaca que, en 2020, Teherán y Caracas impulsaron la cooperación en el campo de petróleo y gas como una vía de escape para eludir las sanciones estadounidenses, es por ello que el 13 de abril, ambas naciones acuerdan fortalecer “la cooperación y los lazos de hermandad ante las medidas coercitivas impuestas por el gobierno de Estados Unidos”.
Ante las restricciones que impone el COVID-19, los presidentes establecieron un método de trabajo a distancia para garantizar que todos los proyectos de cooperación adelantados para “la Comisión Mixta Binacional” mantuvieran su ritmo acelerado a través de contactos permanentes entre ministerios e instituciones responsables, en ámbitos tan diversos como el energético, industrial, agrícola, tecnológico, financiero, entre otros.
Así, dentro del marco de estos acuerdos bilaterales, el 30 de abril, en medio de la pandemia mundial y bajo la política de restricción social por la crisis sanitaria en Venezuela, se reportó un incremento en la actividad de vuelos de la aerolínea persa Mahan, Air sancionada por Estados Unidos, a Caracas, con el objetivo de “entregar equipamiento, así como personal técnico especializado en la extracción de crudo” y el pago por esta “ayuda” se ha venido realizando a través de metales preciosos enviados a Teherán por medio de los vuelos de la aerolínea persa.
– Tanqueros Iraníes: aumenta la tensión –
Tras años de mala administración del gobierno y sanciones de Estados Unidos a su industria petrolera, las refinerías de Venezuela han llegado a un estado de deterioro que las han dejado con una capacidad de producción mínima, lo que ha generado que el país enfrente una gran escasez de gasolina, gas y permanentes cortes eléctricos generalizados como resultado de esto, expone Torino Economics en su último informe.
En este sentido, a principios de mayo, cinco petroleros iraníes, Clavel, Faxon, Forest, Fortune y Petunia, partieron de una refinería cerca de Bandar Abbas en la costa del Golfo Pérsico para entregar 1.53 millones de barriles de gasolina a Venezuela, con un valor de al menos USD 45.5 millones, siendo este el primer envió de gasolina iraní a Venezuela, según Hojattolah Soltani, embajador de Irán en Venezuela, siendo este hecho resaltante puesto que el país tiene las mayores reservas de petróleo en el mundo.
De acuerdo con los niveles de demanda interna de Venezuela de gasolina (durante el período de cuarentena que se estima que ronda entre los 30.000 y 40.000 barriles diarios) este arribo de combustible duraría entre 38 y 51 días.
Sobre esto último, es importante destacar que los acuerdos generados entre los gobiernos de Venezuela e Irán ocasionó una escalada de tensión entre Washington y Teherán, por representar un incremento en la presión por parte de Irán hacía los Estados Unidos, pero ahora desde América Latina.
– Aumento de gasolina y cambio del subsidio –
Con la llegada de los buques iraníes a Venezuela, la administración de Nicolás Maduro anunció el sábado 30 de mayo, el aumento de la gasolina y un nuevo esquema de distribución que se empezó a aplicar a partir del lunes primero de junio (día en que llegó el quinto buque iraní cargado con gasolina).
Luego del anuncio, los voceros oficiales explicaron que el nuevo esquema plantea la venta de gasolina importada en 200 estaciones de servicio “gestionadas por empresarios privados” a un precio de 0,50 USD por litro.
De igual forma, estas estaciones podrán vender la gasolina sin racionamiento a los usuarios, mientras que el resto de las estaciones de servicio se venderá gasolina subsidiada a un precio de 5.000 bolívares por litro (USD 0.025 por litro), pero el suministro estará limitado a un máximo mensual de 120 litros por vehículo y 60 litros para las motos, subsidio que sería efectivo solo a los particulares que dispongan del Carnet de la Patria.
En el caso del transporte público, incluyendo autobuses, vehículos de carga y mototaxis, tendrán un subsidio del 100% del precio de la gasolina y el diesel por los próximos 90 días, durante este período el Gobierno venezolano anunció que se instalará una mesa de diálogo con los transportistas para definir los precios del combustible para el sector.
Antes de este nuevo esquema, Torino Economics recuerda que el precio de la gasolina era prácticamente gratis, haciendo que los subsidios gubernamentales al combustible fuera de USD 2.800 millones anuales, según los niveles de racionamiento de consumo aplicados durante la cuarentena (de 40.000 barriles por día), según concluye el informe.
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