Ciro Guerra, quizá el cineasta colombiano más exitoso y famoso a nivel internacional, está en el ojo del huracán después de una publicación periodística en la que se recoge el testimonio de ocho mujeres que afirman ser víctimas de acoso sexual de su parte, una de ellas incluso, denuncia un episodio de abuso sexual.
Los testimonios se remontan al año 2013 y van hasta noviembre de 2019 mostrando un patrón en el comportamiento de Guerra hacia las mujeres que aborda. Todas están dentro de la industria cinematográfica, un sector en el que Guerra ha ido ganando gran reconocimiento por sus producciones audiovisuales las cuales han llegado a ser reconocidas con nominaciones de la academia, como es el caso del Abrazo de la Serpiente, que en el año 2016 estuvo compitiendo por el Oscar a Mejor Película Extrajera.
Este es uno de los datos que destacan en el reportaje de “Volcánicas” un portal de periodismo feminista latinoamericano que reveló las denuncias contra el cineasta colombiano. Las periodistas que realizaron la investigación Catalina Ruiz-Navarro y Matilde de los Milagros Londoño afirman tras el análisis de los testimonios que Guerra muestra un claro patrón que “incluye incómodas conversaciones de índole sexual, invitaciones a su hotel u apartamento, el uso de la fuerza para tocarlas sexualmente, besarlas y, en un caso, abusar sexualmente, a pesar de que ellas le dicen que “NO” de forma clara, directa y reiterada. También muestran cómo Guerra usa su prestigio profesional para intimidar y establecer relaciones de poder abusivas frente a las agredidas”.
Las denuncias también colocan los casos en el marco de festivales de cine que frecuenta Guerra a razón del éxito de sus producciones, tales como: Festival de Cine de Cannes, el Colombian Film Festival y el Festival Internacional de Cine de Cartagena. Así como en varias ciudades como New York, Bogotá o Ciudad de México.
El caso más grave recogido en esta investigación es el de una mujer que nombran como “Adriana”, nombre falso usado para proteger la identidad de la víctima. Ella narra como en noviembre de 2019 fue invitada al apartamento de Ciro Guerra en Bogotá que aceptó después de declinar repetidas invitaciones a salir por parte del director, a quien conocía desde hace tiempo por estar en el mismo medio y a quien consideraba alguien “demasiado poderoso” en la industria por lo que lo mejor era “tener una buena relación con él”.
Después de una charla en la que Guerra resaltaba sus logros profesionales, la influencia que tenía para vincular a “Adriana” a muy buenos proyectos profesionales y constantes idas al baño que ella describe como extrañas, el cineasta hizo su primera aproximación, lanzándose sobre la mujer y tratando de besarla.
El uso de su cuerpo es un elemento recurrente en las denuncias de acoso contra Guerra, ya que las mujeres lo describen como “alto, grande y gordo”, con una fuerza física intimidante.
Pese a la negativa de Adriana él insistió y terminó por llevarla a su habitación, ella cuenta que todo el tiempo estuvo en contacto con su pareja de entonces, que en el reportaje nombran como “Héctor”, pues siempre estuvo prevenida por el encuentro con Guerra en su apartamento.
A él le escribió mensajes y audios diciendo que las cosas estaban tornándose peligrosas y este decidió ir hasta el edificio de Guerra a esperar a su novia afuera.
Parte del relato de Adrina publicado en volcanicas.com describe el abuso así: El tipo se empezó a bajar el pantalón, y me decía: “Es que yo solo quiero ver, déjame verte” y yo le decía: “No, no más, de verdad, ya no quiero más”. Y me jaló el brazo e intentaba darme un beso, ahí yo ya no estaba tan conciliadora. Entonces me metió al cuarto, yo estaba como en piloto automático, en calzones, y me dice: “Solamente un ratico, yo no soy el huevón de Héctor, no va a pasar nada”. Yo le decía: “Por favor no, por favor no”. No me emputé así de “hijueputa malparido” porque tenía miedo, me puse más tensa y ya no me dejé tocar más, y el tipo me miraba como con sevicia y me metía el dedo en la vagina y me decía “un poquito, un poquito”. Entonces me cogió la mano y me la puso en su verga, y en ese momento yo sentía como si no fuera real lo que estaba pasando, mi brazo lo hacía pero era como si no fuera el mío. Me sentía como con esa sensación en el pecho que le da a uno cuando lo atracan.
“En ese momento yo me dije: “Pues ya, ¿qué puedo hacer?”, y el man me arrinconó contra el muro frente a la cama y me seguía diciendo “todo bien, no va a pasar nada, arrunchémonos un ratico”. Yo ahí estaba callada, y recuerdo cosas pero tengo como huecos negros, baches, tengo lo de la verga demasiado presente, y el man diciendo que me quería ver y recuerdo estar en la cama aprisionada por el man y sintiendo el peso de su cuerpo; en un momento intenté resistirme, y él me cogió la cabeza con violencia. Todo sigue siendo muy reciente y muy vivo, y no soy capaz de contar más. Por eso he dudado tanto en compartir este testimonio, no quiero revivirlo en la cabeza, ni encontrarme con más recuerdos, ni contestar preguntas, ni sentir que tengo que rendir cuentas”.
El episodio terminó cuando “Héctor” logró encontrar el apartamento de Guerra y llamó al citófono, Adriana convenció al cineasta de que la dejara bajar y con la promesa de que regresaría, pero cuando salió del edificio huyó de ahí.
En los demás testimonios hay elementos similares, pero caen en la categoría de acoso, no de abuso sexual como en el caso de Adriana, denuncias en cualquier caso no menos graves.
Cabe destacar que ninguna de las mujeres que denunciaron al afamado director lo hicieron usando sus nombres reales, ni interpusieron denuncias penales en su contra, tampoco están interesadas en hacerlo pues afirman que no quieren pasar por el proceso de revictimización que supone acudir a la justicia colombiana en estos casos.
Sobre las acusaciones el director de películas como “Los Viajes Del Viento”, “La Sombra del Caminante”, “Edificio Royale”, “El Abrazo de la Serpiente”, “Pájaros de Verano”, o “Waiting For The Barbarians” -esta última protagonizada por Johnny Depp- negó las acusaciones en su contra y dijo que acudirá a “vías legales” para “limpiar” su nombre.
“Ofrezco disculpas a todos los que se vean afectados, a todos los que han tenido que leer estas horrorosas, mentirosas y malintencionadas palabras”, aseguró en un comunicado.
Además, en un video publicado en sus redes añadió que tiene “la tranquilidad de ser inocente”.
En reportaje hecho por Catalina Ruiz-Navarro y Matilde de los Milagros Londoño también se recogen sus comentarios frente a las acusaciones.
Allí además de negar todo dijo que había recibido amenazas de desprestigiar su imagen por apoyar el Paro Nacional, una serie de protestas sociales que tuvieron lugar en Colombia entre noviembre y diciembre de 201.
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