Daniel Radcliffe, el actor de 30 años que interpretó a Harry Potter en el cine, cuestionó con dureza a la autora de la saga J.K. Rowling por sus comentarios en torno a un artículo titulado «Creando un mundo más equitativo post COVID-19 para las personas que menstrúan”. El intérprete del niño mago emitió un comunicado en el que reprochó los dichos y se disculpó con los fanáticos de la tira por los comentarios de su creadora. En un tweet del pasado 6 de junio, Rowling había ironizado sobre una parte del título de la nota de referencia: “’Personas que menstrúan’. Estoy segura que solía haber una palabra para esas personas. Alguien que me ayude: ¿Wumben? ¿Wimpund? ¿Woomud?”. La palabra ignorada, de acuerdo a la escritora, fue “Women”, “mujeres” en inglés.
“A todas las personas que ahora sienten que su experiencia con los libros se ha visto empañada o disminuida, lamento profundamente el dolor que estos comentarios les han causado”, comenzó su desahogo Radcliffe en un comunicado publicado en The Trevor Project. “Las mujeres transgénero son mujeres. Cualquier declaración en sentido contrario borra la identidad y la dignidad de las personas transgénero y va en contra de todos los consejos dados por las asociaciones profesionales de atención médica que tienen mucha más experiencia en este tema que Jo o yo”.
Radcliffe continuó con su descargo: “Me doy cuenta de que ciertos medios de prensa probablemente querrán pintar esto como una lucha interna entre JK Rowling y yo, pero eso no es realmente de lo que se trata, ni es lo que es importante en este momento. Si bien Jo es incuestionablemente responsable del curso que ha tomado mi vida, como alguien que ha tenido el honor de trabajar y continúa contribuyendo al Proyecto Trevor durante la última década, y solo como ser humano, me siento obligado a decir algo en este momento”.
Por último, Radcliffe concluyó: “Si estos libros te enseñaron que el amor es la fuerza más poderosa del universo, capaz de superar cualquier cosa; si te enseñaron que la fuerza se encuentra en la diversidad y que las ideas dogmáticas de pureza conducen a la opresión de los grupos vulnerables; si cree que un personaje en particular es trans, no binario o fluido de género, o que es gay o bisexual; si encontraste algo en estas historias que resonó en ti y te ayudó en cualquier momento de tu vida, entonces eso es entre ti y el libro que leíste, y es sagrado. Y en mi opinión, nadie puede tocar eso. Significa para ti lo que significa para ti y espero que estos comentarios no contaminen demasiado”.
Ante la lluvia de críticas, Rowling no se quedó atrás decidió responder. “Si el sexo no es real, no hay atracción hacia el mismo sexo. Si el sexo no es real, la realidad vivida de las mujeres a nivel mundial se borra. Conozco y amo a las personas trans, pero borrar el concepto de sexo elimina la capacidad de muchas personas de discutir sus vidas de manera significativa. No es odio decir la verdad”, señaló en una serie de tuits que recibió miles de comentarios.
“La idea de que las mujeres como yo, que hemos sido empáticas con las personas trans durante décadas, sintiendo parentesco porque son vulnerables de la misma manera que las mujeres, es decir, a la violencia masculina, ‘odian’ a las personas trans porque creen que el sexo es real y han vivido las consecuencia, es una tontería. Respeto el derecho de toda persona trans a vivir de cualquier manera que se sienta auténtica y cómoda. Marcharía con ustedes si fueran discriminados por ser trans. Al mismo tiempo, mi vida ha sido moldeada por ser mujer. No creo que sea odioso decirlo”, manifestó la creadora de Harry Potter.
En el artículo original al que había hecho alusión Rowling y que provocó la réplica de Radcliffe, se hacía mención a medidas que deberían tomarse en torno a “las personas que menstrúan”. Entre otras cosas, se pedía «inversión en salud e higiene menstrual”. “Se estima que 1.800 millones de niñas, mujeres y personas no binarias de género menstrúan, y esto no se ha detenido debido a la pandemia. Todavía requieren materiales menstruales, acceso seguro a baños, jabón, agua y espacios privados ante las condiciones de vida bloqueadas que han eliminado la privacidad de muchas poblaciones”.
Pero también contra los estigmas que aún sufren millones de mujeres en grandes territorios del planeta. “Los fuertes tabúes y el estigma persisten en torno a la menstruación en todos los rincones del mundo, lo que restringe la vida de las niñas y las mujeres de participar en las actividades de la vida cotidiana y crea sentimientos de vergüenza”, decían sus autoras Marni Sommer, Virginia Kamowa y Therese Mahon.
La columna, publicada en el sitio Devex hace referencia a las desigualdades que se generan a partir del acceso restringido -en muchísimos países pobres- a productos indispensables. “La incapacidad de acceder a materiales menstruales efectivos cada mes necesarios para asistir a la escuela, ir a trabajar, comprar y participar en otras actividades de la vida, es esencial para abordar. Los materiales menstruales pueden ser paños de calidad, almohadillas reutilizables, almohadillas de desecho, copas menstruales, bragas de época o cualquier otro producto preferido cultural e individualmente. Como la evidencia ha demostrado, muchas personas en entornos de bajos y altos ingresos enfrentaron desafíos para acceder a los materiales menstruales antes de la pandemia”.
Por último, Rowling dobló la apuesta. Tuiteó otra frase, citada del artículo Carta Anónima de una Lesbiana Aterrada, del diario The Velvet Chronicle: “Nunca me he sentido tan gritada, ignorada y atacada como lesbiana ‘dentro’ de nuestra supuesta comunidad GLBT como lo he hecho en los últimos años”.
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