Bill y Melinda Gates fueron una de las parejas más famosas y poderosas del mundo durante tres décadas y, a lo largo de los años, han expuesto sobre cómo funcionaba su relación. Después de 27 años de matrimonio, anunciaron su divorcio en un comunicado en las redes sociales el lunes, en el que decían: “Ya no creemos que podamos crecer juntos como pareja en esta próxima fase de nuestras vidas”, pero, agregaron: “Continuaremos nuestro trabajo juntos” .
Los documentos judiciales obtenidos por la revista estadounidense People arrojan que Melinda, de 56 años, solicitó el divorcio y declaró en la petición que su matrimonio estaba “irremediablemente roto”. En el texto también se da a conocer que los Gates no tienen un acuerdo prenupcial en vigor, sino que repartirán sus activos en la división de bienes.
La pareja cuenta con un estimado de USD 146.000 millones, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg. De acuerdo a Forbes, Gates es la cuarta persona más rica del mundo (la revista hace una estimación más baja, de USD 130.000 millones), solo superado por Jeff Bezos (Amazon), Bernard Arnault y familia (LVMH) y Elon Musk (Tesla).
Tras conocerse la separación comenzaron las historias de cómo era la vida del matrimonio más influyente del planeta. Uno de los episodios que más ha llamado la atención es la relación que mantiene el fundador de Microsoft con Ann Winblad, la mujer con la que vivió un noviazgo antes de conocer a la que se convertiría en su esposa y madre de sus tres hijos.
Estas son algunas historias de su vida juntos:
Bill y las vacaciones anuales con una ex novia
Antes de que Melinda entrara como becaria en Microsoft como gerente de producto en 1987, Bill había estado saliendo con Ann Winblad, una mujer de negocios. Desarrolló un vínculo tan fuerte con Winblad que Bill se aseguró de mantenerla en su vida tras su separación.
Melinda demostró ser una mujer segura. Aceptó que cada primavera su marido pasara un fin de semana largo con su ex novia en una cabaña que posee en Carolina del Norte, Estados Unidos. Todo fue parte de un inusual arreglo que el multimillonario hizo con Melinda en 1994, así lo dio a conocer el propio fundador de Microsoft a la revista Time en 1997.
“Podemos jugar al putt-putt (una serie de juegos de computadora de aventuras y rompecabezas para niños) mientras hablamos de biotecnología”, dijo Gates sobre sus escapadas privadas con Winblad, quien agregó a Time: “Compartimos nuestros pensamientos sobre el mundo y sobre nosotros mismos”.
“Gates tiene un acuerdo con su esposa de que él y Winblad pueden mantener viva una tradición de irse de vacaciones”, informó Walter Isaacson en un artículo para el medio sobre la vida y la carrera de Bill. “Cada primavera, como lo han hecho durante más de una década, Gates pasa un fin de semana largo con Winblad en Outer Banks, Carolina del Norte”.
En el artículo publicado en Time, Bill llegó a confesar: “Cuando estaba pensando en casarme con Melinda, llamé a Ann y le pedí su aprobación”. Ella le dijo que Melinda “sería una buena pareja para él porque tenía una gran fortaleza intelectual”. Finalmente la pareja se comprometió en 1993 y se casó u años después en una boda secreta en Maui, Hawaii.
Melinda rechazó a Bill cuando la invitó a salir
Puede que sea uno de los hombres más exitosos del planeta, pero Melinda dijo que no se impresionó mucho cuando el multimillonario de Microsoft la invitó a salir por primera vez.
Una tarde estaba en el estacionamiento cuando se cruzó con Bill, quien la invitó a salir, pero recién dos semanas después. “No me parece suficientemente espontáneo”, le dijo Melinda “Pídemelo de nuevo cuando falte menos para la fecha”, agregó, y se fue.
Lejos de enojarle, a Bill la actitud de Melinda lo enamoró. No estaba dispuesto a rendirse. No habían pasado tres horas que la llamó por teléfono y la invitó a salir esa misma noche. “¿Esto sí te parece espontáneo?”, le preguntó. Ella respondió que sí. Y el resto es historia.
Bill pensó mucho antes de su casarse con Melinda
Bill enumeró los pros y los contras antes de proponerle matrimonio a Melinda. Debido a que estaba tan ocupado dirigiendo Microsoft, el empresario inicialmente no estaba seguro de si casarse era buena idea para él.
La pareja habló sobre ello en la serie de Netflix de 2019 Inside Bill’s Brain, donde Melinda reveló que se encontró con su entonces novio haciendo una lista de ventajas y desventajas sobre si casarse con ella. ”Me tomé muy en serio la idea del matrimonio”, explicó Bill en el documental. “Sabes, nos queríamos mucho el uno al otro y solo había dos posibilidades: o rompíamos o nos casábamos”. Y Melinda agregó: “Bill quería casarse, pero no sabía si realmente podría comprometerse y dirigir Microsoft al mismo tiempo”.
Melinda también habló sobre su vínculo con su marido en declaraciones a The Sunday Times en abril de 2019, y señaló que Bill fue sincero sobre sus dudas. “Cuando tuvo problemas para tomar la decisión de casarse, fue increíblemente claro que no se trataba de mí”, dijo al medio. “Se trataba de, ‘¿Puedo lograr el equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida familiar?’”.
Finalmente dieron el paso en 1994, cuando él tenía 38 años y Melinda 29. En el mencionado documental Gates reveló que ambos compartían un carácter optimista y gran interés por la ciencia. “Creamos una pareja muy igualitaria”, destacaba el millonario.
Luego de compartir un fin de semana romántico en Florida, el magnate pidió al piloto de su avión privado que hiciera una escala imprevista en la ciudad de Omaha, en Nebraska, donde a pesar de ser domingo y de noche, consiguió que abrieran una de las joyerías más exclusivas de la ciudad para que su novia eligiera el anillo de compromiso.
El día de su boda, siete años después del primer beso, Gates alquiló una isla entera en Hawaii para celebrar el enlace y así evitar el acoso de la prensa. Dos años después la pareja le dio la bienvenida a su primera hija, Jennifer, luego llegaron Rory y Phoebe.
Melinda llamó a su matrimonio una “sorpresa”. En un video de Instagram de 2019, la empresaria habló sobre su relación con Bill. Si bien sabía que probablemente iba a conocer a Bill en Microsoft, dijo que nunca pensó que las cosas llegarían tan lejos y menos con su jefe.
“Cuando me mudé a Seattle para aceptar el trabajo en Microsoft … sabía que conocería a Bill porque la empresa era pequeña”, dijo. “Pero ciertamente no tenía idea de que me enamoraría de él. Incluso cuando estábamos saliendo desde el principio, nunca pensé que nos casaríamos”, continuó Melinda. “Esa ha sido una de las mejores sorpresas de mi vida”.
Bill, en casa
Después de casarse, Bill y Melinda tuvieron tres hijos: Rory John, de 21 años, y sus hijas Phoebe Adele, de 18, y Jennifer Katharine, de 25. Aunque Melinda eligió ser una ama de casa mientras Bill seguía siendo CEO de Microsoft, en una entrevista en 2017 aseguró que con su marido acordaron una asociación equitativa dentro y fuera del hogar.
“Él estaba sorprendido, definitivamente estaba sorprendido”, dijo Melinda sobre su decisión de concentrarse en la vida hogareña de la familia. “Pero le dije: ‘Sabes, simplemente no tiene sentido. No puedes ser el director ejecutivo y esforzarte tanto como puedas y alguien tiene que estar en casa, ¿no? No queremos que nuestros hijos sean criados por otra persona. Yo dije: ‘Sabes, si queremos que tengan los valores que tenemos, alguien tiene que estar en casa’ “.
“Es una asociación de iguales”, agregó. “Es importante para los dos que el mundo entienda que son nuestros valores conjuntos los que se están desarrollando en el mundo”.
Esa asociación incluso incluyó dividir algunas tareas del hogar, según Bill. Durante un Reddit Ask Me Anything de 2014, se le preguntó al multimillonario: “¿Qué disfruta hacer y que crees que nadie esperaría de ti?”. En respuesta, Bill reveló: “Lavo los platos todas las noches; otras personas se ofrecen como voluntarias, pero me gusta la forma en que lo hago”.
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