Britney Spears llevaba tantos años bajo la tutela de su padre que se había olvidado de los detalles más pequeños de su antigua vida. No ha sido hasta este fin de semana, el primero tras despedirse de la custodia, cuando ha podido saborear algunos de los placeres que tenía prohibidos. “Qué fin de semana tan increíble… ¡¡¡Me he sentido como si estuviera en el séptimo cielo todo el tiempo!!! De hecho, anoche tomé mi primera copa de champán en el restaurante más bonito que he visto nunca. Creo que he esperado lo suficiente después de 13 años”, escribió la estrella del pop de 39 años el lunes en su perfil de Instagram, donde suma más de 36 millones de seguidores, y agregó emocionada que aquella copa no será la última. “Voy a seguir celebrando mi libertad y mi cumpleaños durante los próximos dos meses!”.
En la misma publicación, la intérprete de Toxic, que cumplirá 40 años el 2 de diciembre, agradeció el trabajo de su abogado, Mathew Rosengart, así como el constante apoyo de sus fans. “Estoy tan feliz de que Mathew entrara en mi vida cuando lo hizo… Realmente ha cambiado mi vida. ¡Siempre estaré agradecida por ello! Qué espectáculo poder ver a tanta gente celebrando mi victoria. Amo tanto a mis fans… Así que gracias”, señaló.
La artista no es la primera celebridad que representa Rosengart, que relevó a su antiguo abogado Samuel D. Ingham III, que comenzó a trabajar con Spears cuando un tribunal de Los Ángeles la consideró “mentalmente incapacitada”. Según el diario The New York Times, también ayudó anteriormente a Sean Penn a ganar un caso de difamación contra Lee Daniels en 2016. Penn aseguró al periódico estadounidense en 2016: “[Rosengart] es un luchador callejero, duro, con un gran cerebro y principios muy importantes”.
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Desafortunadamente para la que una vez fue princesa del pop, aún queda una batalla pendiente. Ahora que su tutela ha terminado oficialmente, el equipo de la cantante espera poder mantenerla lejos de su padre, Jamie Spears, que ha sido acusado de espiar a Britney, ya que presuntamente colocó micrófonos en el dormitorio de su hija, según denunció el representante de la cantante hace unas semanas. También queda abierto el asunto de la orden de alejamiento de cinco años que Spears presentó contra su antiguo mánager, Sam Lutfi, que todavía sigue en vigor. Esta orden se firmó en 2019 después de que la madre de Spears, Lynne, sostuviera que Lutfi se había entrometido en la tutela.
Spears comenzó a estar bajo la tutela de su padre en 2008 y recientemente afirmó en sus redes sociales que, aunque su padre era el cabeza de turco, la de la idea de quitarle su autonomía fue su madre. “Mi padre puede haber sido quien comenzó la tutela hace 13 años, pero lo que la gente no sabe es que mi madre quien le dio la idea”, escribió en una publicación. Desde que comenzó la tutela, según los informes obtenidos por Page Six en 2017, Spears se había mantenido sobria. Durante la gira de la cantante Piece of Me en 2018, su equipo informó que estaban tomando medidas estrictas para asegurarse de que se mantuviera alejada del alcohol, un esfuerzo que no fue capaz de conseguir tiempo atrás. Spears disfrutó de una fase de incesantes fiestas en la década de los 2000 que compartió junto a otras celebridades como Lindsay Lohan y Paris Hilton. Abusó de las drogas y el alcohol para evadirse de los problemas en su vida personal, incentivados por la batalla por la custodia de sus hijos con su exmarido Kevin Federline. Uno de los momentos más sonados fue cuando se afeitó la cabeza en 2007. Al testificar sobre ello en 2012, Sam Lufti aseguró que era una forma de evitar que las autoridades pudieran hacerle pruebas de detección de drogas.
El 12 de noviembre de 2021, la jueza Brenda Penny puso fin a la tutela que restringió la vida personal y la carrera de la cantante, que ya había calificado como “insostenible” a finales de septiembre. Su abogado, Mathew Rosengart, reclamó al juez que había “llegado el momento de poner fin a la tutela” y lo calificó como un “día monumental” para la artista. Cuando se conoció el fallo, los admiradores congregados frente al tribunal estallaron en júbilo. La propia Spears publicó en su cuenta de Instagram un vídeo de la celebración callejera y se mostró desbordada por la alegría: “Dios, Dios… Cuánto quiero a mis fans. Es una locura. Creo que voy a llorar el resto del día. Es el mejor día de mi vida… Alabado sea el Señor…”.
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