Harvey Weinstein pasa sus días en una de las penitenciarías más duras de los Estados Unidos, en Riker’s Island. Quien supo ser amo y señor de Hollywood ya no podrá salir de allí. Al menos por un largo tiempo. Es que el pasado 24 de febrero fue encontrado culpable de abuso sexual y violación. Ahora espera tan sólo la sentencia para saber cuántos años deberá purgar tras las rejas.
Pero mientras el mega productor cuenta los días en una celda de 9 metros cuadrados, nuevas revelaciones ven la luz a medida que documentos del juicio llegan a manos de medios. Uno de ellos fue un correo electrónico que respondió a un periodista que lo había consultado respecto a una falsa acusación atribuida a la actriz Jennifer Aniston que jamás había hecho sobre él.
En octubre de 2017 la revista National Enquirer intentó contactar al ex CEO de Miramax porque tenía la información de que Weinstein había acosado sexualmente a Aniston. Sin embargo, el productor respondió por su cuenta y hasta un representante de la artista negó la denuncia. “Las afirmaciones del National Enquirer son falsas. Jennifer no ha sido molestada o asaltada por Harvey”, indicó su vocero, Stephen Huvane, a la revista Variety.
“El National Enquirer tiene la intención de publicar una historia informando que Jennifer Aniston fue agredida sexualmente por Harvey Weinstein”, le había escrito el periodista -cuyo nombre no trascendió- al portavoz que Weinstein había contratado para intentar contrarrestar la crisis de imagen que estaba atravesando por la cantidad de denuncias de acoso y violación que pesaban contra él, que resultaron finalmente ciertas.
“Jen Aniston debería ser asesinada”, escribió Weinstein en un correo electrónico fechado el 31 de octubre de 2017. En ese tiempo, el patrón de Hollywood atravesaba sus días más desesperados tratando de contrarrestar la imparable ola del movimiento #MeToo que lo tenía a él como principal protagonista. Los documentos que muestran la furia del productor con la actriz fueron analizados por Variety y corresponden a lo que el jurado y la Corte Criminal de la Ciudad de Nueva York evaluaron durante el juicio.
Una relación agria
El vínculo entre Aniston y Weinstein nunca fue saludable. Sin embargo, jamás trepó a instancias de acoso sexual, de acuerdo al comunicado que Huvane hizo llegar a la redacción de la revista Variety. Pero sí vivió momentos incómodos. La ex estrella de Friends reveló que el productor la intimidó en una ocasión para obligarla a vestir durante el estreno de la película Descarrilados (2005) uno de los diseños de la marca de moda Marchesa, que había fundado la que era entonces su esposa, Georgina Chapman.
“Recuerdo justo cuando la línea de ropa de Georgina Chapman estaba comenzando. Fue entonces cuando vino a visitarme a Londres mientras estábamos grabando. ‘Él decía: ‘Me gustaría que usaras uno de estos para el estreno’”, recordó la actriz en octubre pasado.
“Revisé el catálogo y en ese momento la marca no era lo que es hoy. No era para mí. Él me dijo: ‘Tienes que ponerte el vestido’. Ese fue mi único bullying. Y yo dije: ‘No, no usaré el vestido’». Cuando ella se negó, él no volvió a insistir: “¿Qué iba a hacer?”, dijo Aniston. “¿Venir y obligarme a ponérmelo?».
Pero no todo quedó ahí. El día que se estrenó Descarrilados también vivió un momento realmente incómodo con el jefe de la productora Miramax.
“Hubo una cena el día de la premiere. Recuerdo que estaba sentada en la mesa con Clive [Owen], nuestros productores y un amigo mío. Y literalmente [Weinstein] vino a la mesa y le dijo a mi amigo: ‘¡Levántate!’. Y yo estaba como, ‘Oh Dios’. Y entonces mi amigo se levantó y se movió y Harvey se sentó. Era un bruto y se comportaba de forma asquerosa». Esas fueron sus únicas dos experiencias con el famoso productor. Después de aquello, no volvió a trabajar más con él.
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