Este lunes 6 de febrero, se dio a conocer que el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº18 condenó a Irineo Humberto Garzón Martínez, comerciante argentino, a 11 años de prisión por el delito de abusar, sexualmente, de una joven venezolana a la que había empleado para trabajar en su local, en el barrio porteño de Balvanera, en 2021.
En el debate sobre el caso, intervino el fiscal Guillermo Morosi, que había solicitado 13 años de prisión. Los fundamentos se conocerán el próximo 9 de febrero.
Es importante destacar que Garzón Martínez fue considerado responsable del delito de «abuso sexual con acceso carnal» en contra de la joven. Los detalles iniciales indicaban que el hombre habría publicado una oferta laboral en el grupo de Facebook «Venezolanos en Argentina». La víctima, que por entonces tenía 18 años de edad, respondió al aviso el 20 de enero de 2021 y apenas tres días después, fue al local a la hora acordada.
Según el relato, el establecimiento tenía la persiana baja. Entonces, la madre de la víctima, que, a la distancia, se comunicó con el hombre para notificarle que la muchacha ya se encontraba fuera. El acusado la hizo pasar y le explicó los detalles del trabajo. Al mismo tiempo, le habría hecho preguntas sobre cuestiones de índole personal y ajenas al trabajo que ofrecía.
A las 10:00 am, el local abrió sus puertas y la muchacha se quedó en el salón de ventas. En algún momento de la mañana, el hombre habría intentado darle un beso; luego, le habría ofrecido vodka y le habría insinuado que «necesitaba» tener una novia para que se quedara en el negocio y así poder, supuestamente, abrir otra sucursal.
Luego, pasado el mediodía, el hombre bajó las persianas del local, le ofreció a la joven algo para tomar, pero ella respondió que solo bebería agua. Cerca de las 2:00 pm, la madre de la joven, que había estado en contacto vía Whatstapp con ella desde que llegó al lugar, le preguntó que si estaba todo bien y la joven le respondió que se quería ir, que estaba asustada y que el hombre había cerrado el local.
También le habría escrito un mensaje a su hermana, a través del cual dio cuenta que se sentía mal y que sospechaba que el dueño del local la había drogado. La hermana de la chica alertó a su madre, quien se comunicó al sistema de emergencias 911 y concurrió al lugar.
Al llegar al comercio, el hombre se resistió a abrir el local, pero igualmente estos ingresaron y encontraron a la muchacha desvanecida y en estado de shock. Inmediatamente, la trasladaron a un centro médico.
De acuerdo a lo expuesto por el Ministerio Público Fiscal, el imputado aprovechó que la víctima estaba confundida e indefensa, luego de haber ingerido una bebida que él le dio, para desvestirla y abusar sexualmente de ella, causándole lesiones en distintas partes del cuerpo.
Con información de Fiscalía de Argentina
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