El líder opositor boliviano Carlos Mesa dijo el lunes que en este momento no aceptaría una eventual negociación con el gobierno del presidente Evo Morales para buscar una salida a la crisis política que sacude al país andino.
Mesa, quien fue presidente del 2003 al 2005, encabeza manifestaciones callejeras de bolivianos que reclaman por lo que consideran un fraude en los comicios del 20 de octubre, cuando las autoridades electorales suspendieron abruptamente el conteo de votos para reanudarlo 24 horas después y otorgaron la victoria a Morales.
Morales, que niega que se haya manipulado el escrutinio, ha solicitado a la Organización de los Estados Americanos (OEA) una auditoría y dijo que si se encuentra evidencia de alguna irregularidad convocará a una segunda vuelta.
No hay una fecha aún definida para esa revisión de los votos, mientras las calles de las principales ciudades de Bolivia permanecen bloqueadas y en La Paz se cumple el lunes un paro convocado por la oposición.
Algunos analistas y politólogos afirman que la salida a la crisis es política, aunque hasta ahora ninguno de los dos bandos ha asomado una posible negociación, sino que se mantienen en sus posiciones: Morales en que ganó la elección y Mesa en que hubo un fraude, que también niega el Tribunal Suprema Electoral (TSE).
“Siempre he tenido un espíritu de diálogo y un espíritu pacífico y democrático, pero mi voluntad personal está en este momento condicionada a las movilizaciones populares, las movilizaciones populares lo que exigen hoy es que el gobierno de un paso atrás y reconozca que ha cometido un fraude”, dijo a Mesa, de 66 años, a Reuters en el patio de una casa en el sur de la ciudad que le sirve de oficina.
El pueblo boliviano “no aceptaría una negociación en la que se estuviera dispuesto a ceder principios fundamentales que defiende hoy en la calle”, agregó Mesa, un historiador y egresado de literatura de la Universidad Mayor de San Andrés.
El político dijo que la auditoría “debería hacerse con la mayor celeridad posible, con la mayor precisión y con la evidencia y la conciencia de la OEA y del conjunto de la comunidad interamericana de que el país esta en una situación compleja”.
Sobre el rol de los militares en la crisis, Mesa dijo que las fuerzas armadas “en términos generales en el proceso democrático boliviano han sido respetuosas”
Sin embargo, en los últimos años “lamentablemente hay que decir con claridad que el gobierno del presidente Morales ha forzado al alto mando militar a sumarse, no ya a las acciones de sometimiento constitucional (…) sino a ser parte militante de propuestas políticas y consignas ideológicas y de un partido de gobierno, mas que del país”.
Mesa dijo que “no hay ninguna duda” que todo el conflicto se trata de la “decisión de (Morales de) quedarse definitivamente, de carácter vitalicio en el poder”.
Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil y Argentina han propuesto ir a un balotaje y no anular la elección ante la desconfianza de la oposición en el TSE.
“En este momento la comunidad internacional plantea la segunda vuelta y creemos que es muy importante la palabra de la comunidad internacional. Si se da un salto mas allá de eso se puede generar una confusión”, dijo Mesa.
“Estoy absolutamente convencido de que una vez que se establezca de manera inequívoca que se produjo un fraude, hay un espacio abierto” para otras opciones sobre las que dijo no querer especular ni adelantarse porque ya sectores opositores han dicho que las elecciones deben anularse.
Reuters
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