Cuando los 11.000 efectivos militares entraron fuertemente armados esta semana para tomar el Centro Penitenciario de Tocorón, a dos horas al sur de Caracas, donde encontraron la celda del recluso ‘Niño’ Guerrero, jefe de la megabanda criminal Tren de Aragua, completamente vacía. Se habría fugado a Perú escondido en su base de operaciones criminales.
Por LUDMILA VINOGRADOFF | EL PAÍS
Ni las autoridades uniformadas ni los 1.500 internos mostraron estar sorprendidos por el operativo de la prisión. Al parecer se lo esperaban porque entre 400 y 500 presos comunes, previamente alertados por los responsables de la intervención, tuvieron oportunidad de escaparse por los túneles que usaban para entrar y salir libremente al exterior a su conveniencia.
Durante la inspección del operativo de seguridad, funcionarios indicaron que dentro de la cárcel también había un cuarto completo de máquinas para minar Bitcoin, motos de alta y baja cilindrada, un parque infantil, heladerías, restaurantes, piscina, estadio de béisbol y una discoteca llamada Tokio, de acuerdo con información publicada por el portal de sucesos Crímenes Sin Castigo.
El nombre completo del Niño Guerrero es Héctor Rusthenford Guerrero Flores, de 39 años. Nacido en Venezuela. Fue condenado a 17 años de prisión, 2 meses y 2 días por 12 delitos, entre ellos, homicidio intencional, fuga, robo, falsificación de documentos, ocultamiento de armas de fuego, asociación para delinquir, robo de vehículos y narcotráfico.
Cuando tenía 21 años, Guerrero asesinó al policía Oswaldo Castillo y ahí comenzó su ascenso en el mundo criminal.
El nombre de la organización criminal Tren de Aragua viene de los trabajadores que participaron en la construcción del tren del estado Aragua en la época en que era su gobernador Tareck El Aissami, posteriormente presidente de Petróleos de Venezuela. El ferrocarril nunca se concluyó pero varios delincuentes que estaban presos en Tocorón desde 2007, entre ellos Guerrero, adoptaron su nombre en 2014. Ahora es una banda multinacional.
El Niño Guerrero no fundó la banda criminal, pero ahora es la cabeza del grupo que tiene operadores en Chile, Perú, Bolivia, Brasil y Colombia. El Tren de Aragua fue fundado en 2013 por José Álvarez Rojas, alias el Chino Pradera, muerto en 2016 durante un enfrentamiento con la policía.
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunció en su página web el número de reclusos fugados. Aclaró que está a favor de que se retome el control de las cárceles que están bajo la tutela de los «pranes», «pero no creemos en tomas negociadas para que los pranes se vayan y no paguen por los crímenes cometidos». Los «pranes» son los jefes delincuentes que controlan las cárceles venezolanas y la población penal.
La OVP señala que detrás de la supuesta intervención a Tocorón, están las conversaciones pactadas entre el líder del Tren de Aragua y las autoridades. El Niño Guerrero se encargó de salir del penal días antes de la intervención. »Asimismo lo hicieron sus más allegados, lugartenientes y luceros, sin informar a la población penal».
«La información fue confirmada por fuentes cercanas a la operación militar, vecinos del centro penitenciario, privados de libertad y familiares de los mismos, quienes a su vez explicaron que muchos de los presos lograron salir a través de túneles y se acantonaron en montañas cercanas a Tocorón».
En su balance del operativo de seguridad el ministro del Interior y Justicia, general Remigio Ceballos, elogió al ejército de uniformados que tomaron la penitenciaría y quemaron las instalaciones ilegales que habían construido los presos dentro de la cárcel de Tocorón. Calificó de «exitoso» el operativo.
«A una intervención en la que dejan ir a los pranes no se le puede llamar exitosa y mucho menos cuando fueron los mismos pranes quienes entregaron Tocorón», cuestiona el OVP.
El OVP instó al Gobierno a mostrar los rostros de los líderes del Tren de Aragua, para «darle tranquilidad a la población» y garantizar la transparencia de esta «intervención».
El general Ceballos admitió que habían requisado las armas de guerra que tenían los presos almacenados, confirmado por Nicolás Maduro, pero no detalló el tipo de armamentos como granadas, municiones, pistolas, fusiles de combate y explosivos colocados en cajas con sellos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Además, la OVP exige que muestren toda la cantidad de armas, vehículos y motos que se manejaban dentro del centro penitenciario y a la vez nos preguntamos ¿Fueron pocas las armas que les dejaron para exhibirlas?
Otras de las interrogantes, es ¿por qué el penal de una población de unos 5.500 presos pasó a albergar 3 mil reclusos y ahora en esta toma hay unos 1.500? ¿Dónde están esos presos que faltan?, se pregunta el observatorio.
El general Ceballos aseguró que habían impedido una fuga masiva, pero luego anunció que irán tras la búsqueda de otros individuos en una segunda fase de la operación.
La toma de Tocorón no significa el fin del Tren de Aragua, afirma Ronna Rísquez, autora del libro homónimo donde desnuda la complicidad de los delincuentes con el gobierno chavista. El tren criminal sigue rodando por los rieles de la región.
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