El Gobierno turco retiene desde el pasado sábado en la aduana del aeropuerto de Ankara un envío de material sanitario que fue comprados por los gobiernos autonómicos de Navarra y Castilla-La Mancha a empresas turcas.
Por ABC
Este envío es preciado pues contiene 162 respiradores para el tratamiento de los enfermos con coronavirus en las unidades de cuidados intensivos. El cargamento del avión fue retenido en la aduana turca tras hacer una escala la aeronave.
En una rueda de prensa junto al ministro de Sanidad, Salvador Illa, en el Palacio de la Moncloa, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, reconoció que el Gobierno turco «ha estado poniendo restricciones a las exportaciones de productos sanitarios de amplio espectro, principalmente motivado por su preocupación de poder abastecer su propio sistema sanitario».
Ciertamente, España da por perdido, al menos por el momento, ese envío que Turquía ha decidido requisar. Tal y como dijo la ministra, «por ahora» esos respiradores no saldrán de suelo turco ya que la prioridad del Gobierno de Tayyip Erdogan ahora son sus enfermos, pero que «en un plazo prudencial, en el plazo de unas semanas, volverá a ponerse ese material a disposición de España».
Sensiblemente disgustada, la ministra sentenció que «el resultado de las discusiones que hemos tenido [con el Gobierno turco] es que hasta aquí hemos podido llegar».
Revés diplomático
La información, confirmada este viernes, supone un revés para las aparentes buenas relaciones que se habían establecido entre ambos gobiernos durante la crisis del coronavirus, sobre todo tras la donación el miércoles de 25 toneladas con mascarillas, batas y geles desinfectantes por parte de las autoridades turcas a España tras la petición del Gobierno a la OTAN.
Ese avión aterrizó en la base de Torrejón de Ardoz con 250.000 mascarillas faciales, 20 máscaras anatómicas, 750 protectores oculares, 2.000 trajes protectores EPI y 1.000 litros de líquido antibacteriano.
Precisamente, el envío de esta ayuda fue producto de las conversaciones mantenidas por los ministros Illa y González Laya con sus homólogos turcos. Hasta en tres ocasiones hablaron esta semana. Por tanto, no es descartable que aquel envío turco tratara de compensar la incautación de los respiradores en el aeropuerto de Ankara.
Por su parte, el Gobierno de Castilla-La Mancha informó que su envío constaba de 150 respiradores. En las últimas horas se estaba negociando para que se pudiera transportar el material tecnológico como valija diplomática. Negociaciones que no han fructificado.
Queja de García-Page
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, trasladó a la ministra González Laya su enfado y espera una queja diplomática por parte del Gobierno de España ante unos hechos del gobierno turco que rozan lo delictivo.
La presidenta de Navarra, María Chivite, también informó en comisión parlamentaria de que el Gobierno turco ha requisado los respiradores que había adquirido Navarra en China y que estaban paralizados en un avión en Ankara. El pedido de Navarra consistía en 12 respiradores.
Sobre las adquisiciones de material en China -gran «bazar» estos días y escenario de lucha entre todos los países- la ministra de Exteriores explicó que el Gobierno de aquel país ha introducido nuevas medidas de control de todo lo que exporta, lo cual es, a su juicio, «una buena noticia porque va a dar un plus suplementario a la calidad» de los productos que lleguen. Se evitaría así casos como los test que adquirió el Gobierno y tuvo que devolver.
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