Decenas de activistas LGTBI+ protestaron este viernes ante la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores de Lima para exigir una investigación exhaustiva sobre la muerte de Rodrigo Ventosilla, un joven peruano trans fallecido en Bali bajo custodia de la policía de Indonesia.
EFE
Desde las 11 de la mañana, una cuarentena de personas acudieron a las puertas de la Cancillería peruana, en el centro histórico de Lima, para apoyar el plantón que convocaron amigos y familiares de Ventosilla en rechazo a un comunicado que emitió el pasado miércoles ese ministerio sobre el caso.
«La Cancillería, sin investigar, da por sentado el testimonio de la policía (de Indonesia), que ha extorsionado, secuestrado, torturado y asesinado a uno de nuestros compañeros», declaró al Canal N una de las manifestantes, Luzmo Enriquez.
El caso sucedió los primeros días de agosto, cuando los peruanos Rodrigo Ventosilla y su esposo, Sebastián Marallano, arribaron a Bali para disfrutar de su luna de miel, pero fueron detenidos por supuesta posesión de drogas y, días después, en circunstancias no esclarecidas, Ventosilla falleció en un hospital.
Tras conocerse la noticia, el Ministerio de Relaciones Exteriores peruano emitió un comunicado en el que aseguró haber brindado asistencia consular y seguimiento al caso y negó que la detención de la pareja respondiera a actos de discriminación racial y transfobia, tal y como adujeron activistas del país andino, si bien no aclararon las razones por las que hacían esa afirmación.
El pronunciamiento de la Cancillería atizó la polémica y fue calificado de «ofensa» por las organizaciones defensoras de los derechos de la comunidad LGTBI+, quienes ahora reclaman un proceso que determine a los responsables de lo ocurrido.
«Manifestamos nuestro repudio y rechazo al comunicado de la Cancillería, que ha sido una ofensa contra las familias y deudos porque toma la posición del Gobierno de Indonesia, desconoce el testimonio de Sebastián y las familias», señaló Enriquez, quien fue testigo en el matrimonio de la pareja.
La activista insistió en que el pronunciamiento es «insuficiente porque no existe investigación por la extorsión y tortura que sufrieron» los hombres.
«Exigimos un proceso que determine responsables por la tortura, extorsión y violación de derechos humanos que sufrió Sebastián y que llevó a la muerte a Rodrigo», subrayó, tras afirmar que el Consulado de Perú en Indonesia «ignoró a las madres que pedían ayuda».
Enriquez puntualizó que representantes legales del matrimonio se encontraban reunidos con funcionarios en el interior de la Cancillería.
Mientras tanto, decenas de familiares, amigos y activistas se concentraron en las puertas del edificio, donde agitaron la bandera trans, ataviados con pancartas que exigían justicia para la pareja y carteles con lemas como «cuando un trans muere, nunca muere».
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